Enseñame a amar. FanFic

Capitulo 1

Bilbo Bolsón, o mejor conocido en la Comarca como el gruñón huraño que no le gusta relacionarse con la gente, es mi tío, y aunque digan que la familia no se escoge, me alegra de que lo sea, porque conmigo es amable y no se parece tanto, a lo que se comenta por la Comarca de él. Salí de casa y me despedí de mi padre para pasar un par de días junto a él. Llevaba varios días sin verlo, y me apetecía quedarme unos días con él, pues era algo que estaba acostumbrada a hacer desde que era pequeña, y tampoco me pilla muy lejos su casa de la mía, lo que facilita que pueda hacerlo varias veces. Salí de casa con lo esencial, y puse rumbo hacia su casa, tardando menos de 7 minutos en llegar a ella.
- Buenos días Mérida ¿Qué haces por aquí? - dijo Bilbo en cuanto me abrió la puerta de su casa
- He venido a pasar unos días contigo, ¿puedo pasar?
- Claro que si, estás en tu casa. Iba a almorzar, ¿te apetecen unos panes?
- No gracias, ya he comido algo en casa antes de venir - me acomodé en el salón al lado de la chimenea, estaba acabando el otoño y aunque en la Comarca siempre hacía bueno por esa época, el día estaba algo fresco. Mientras Bilbo almorzaba, me senté frente al fuego con mis libros que contaban las historias de Erebor y de Thorin Escudo de Roble, las historias sobre enanos que tanto me gustaban. No es que yo fuese una experta en el tema, pero era algo me interesaba y demasiado. Tenía 33 años, pero a diferencia de los demás había tenido que madurar demasiado rápido, ya que con 10 años perdí a mamá y junto a mi padre, tuvimos que sacar a nuestra familia adelante, y nunca he tenido una vida como la que han tenido varios de mis amigos, pero no me quejo, solo cambiaría una cosa, que mi madre estuviera junto a nosotros, pero es algo que no va a ser posible.
* Narrador Omnisciente
Bilbo y Mérida no hicieron mucho ese día, comieron juntos y por la tarde cada uno se dedicó a lo que más les gustaba, ella a leer, y él a limpiar la mayor parte de su casa. Cuando Bilbo ya había terminado, fue a preparar un par de pescados para cenar, pero mientras hacía esto, llamaron al timbre, y no fue una vez sola, sino que fueron hasta seis las veces que llamaron. Había enanos por todas partes, en el comedor, en la cocina, y Bilbo se crispó hasta que apareció Gandalf. Esto solo acrecentó su enfado, pues sabía que algo pasaba y no lo veía como algo bueno. Mérida, al oír tanto ruido, decidió dejar de lado su lectura, y fue para ver qué ocurría.
Al llegar al pasillo se encontró a doce enanos, tirando platos por doquier, estos volaban por el pasillo mientras cantaban y hacían enfurecer más y más a su tío Bilbo, que no quería que se rompiese su preciosa vajilla. Ella solo podía reírse mientras les veía felices, y mientras Gandalf movía su cabeza al ritmo de la canción que estaban interpretando.
* Narra Mérida
Al llegar al pasillo me di cuenta que la casa estaba llena de enanos, lanzando platos y cantando, mientras que mi tío iba enfurecido de un lado a otro del pasillo y Gandalf solo reía al ver la situación
- Tío, déjalos, es maravilloso poder verles así de felices
- ¿Qué dices? Casi me rompen la preciosa vajilla que me regalo mi madre.
- Pero no lo han hecho y encima ha quedado super brillante - mientras hablaba con él se escuchó la puerta, le mire indicándole que fuera a abrir, y eso hizo mientras refunfuñaba. Al abrir, Bilbo se encontró del otro lado de la puerta a un apuesto enano con unos hermosos ojos azules, y que reconocí como Thorin Escudo de Roble.
- ¿Este es el saqueador que dijiste Gandalf? - él asintió con la cabeza
-¿Perdona?-dijo Bilbo confuso, yo preferí quedarme al margen y escuchar con atención la conversación entre ellos dos.
- ¿En cuántas batallas ha luchado?  ... ¿Hacha o espada señor Bolsón? ¿Qué arma preferís? - dijo Thorin
- No se me da mal el juego de las castañas
- Vaya, es un autentico saqueador Gandalf - dijo Thorin con ironía mientras el resto reían.
- ¿ Y esta dama quién es?- dijo mirándome
- Ella es mi sobrina Mérida
- ¿Y ella también se unirá a la compañía, Gandalf?
- Pues no lo había pensado, pero es algo que se podría hablar - dijo Gandalf mirando a los demás
- Vayan a sentarse - dijo Bilbo. Ellos fueron a la mesa en la que habían estado comiendo y me atreví a preguntar sobre la compañía de la que habían hablado.
- ¿De qué compañía hablaba antes, señor Thorin?
- Nosotros formamos la compañia de Thorin escudo de Roble y nos hemos unido a una aventura para poder recuperar...- dijo uno de los enanos
- Erebor, ¿verdad? Probablemente quieras recuperar las tierras de tus antepasados que ahora son propiedad de Smaug, ¿no?
- Claro que si pero, ¿cómo sabes tú todo eso? - dijo uno de los enanos más jóvenes
- He leído libros sobre vuestra historia, aparte de que mi padre me ha hablado desde pequeña sobre las historias de vuestro pueblo
- Entonces, creo hablar por todos cuando digo que podrías unirte a nuestra misión, así podrás ver todo lo que en tus libros aparece pero de verdad - dijo el enano que parecía más viejo y más sabio
- Yo voto que si, nos vendría bien llevar con nosotros a una muchacha joven para así bajar la media de edad de grupo - dijo uno de los enanos más jóvenes, el moreno si no recuerdo mal, me eche a reír y algunos de los mayores miraron mal a los enanos más jóvenes
- ¿Los demás estáis de acuerdo? - dijo el enano que parecía más mayor, ellos no dijeron nada, solo asintieron - entonces aunque no tenga redactado ningún contrato, puedes firmar en el que le hemos entregado a tu tío, puede servir perfectamente.
- Venga tío, dame el papel que quiero leer qué dice en él - dije extendiendo mis manos para que me lo diera
- No, porque no vas a ir y yo tampoco. Además, si te pasa algo tu padre me haria culpable a mí de todo lo que pasase en ese viaje.
- Sabes que mi padre estaría de acuerdo y además, soy mayor, no necesito tu permiso para hacer esto. Si tú crees que no debes ir, no vayas, pero yo voy a ir.
- Después de todo lo que he leído en este contrato, no pienso ir, me puede calcinar un dragón y pasar muchas cosas más. Prefiero quedarme en casa cuidándola - dijo Bilbo - además quisiera saber cuan peligroso es ese dragón - le empezaron a contar historias del terrible Smaug pero él no habló solo se desmayó en medio del pasillo. Le llevaron al salón entre Bifur y Kili pero antes de eso en la mesa Thorin dijo:
- Si el hobbit viene no me haré responsable de su suerte
- Tranquilo, si él viene y le pasa algo, la responsable seré yo - dije y él solo me miraba, tal vez no sabía que decir o que contestarme, además su mirada no desprendía alegría que digamos. Todos fueron hacia el salón. Kili y Fili, los enanos más jóvenes, me miraban mucho pero lo dejaron de hacer cuando empezaron a cantar. El primero en cantar fue Thorin que se encontraba mirando al fuego, cosa que yo también estaba haciendo, pues esta cancion hacía que recordara esas noches en la que mi padre me contaba historias de enanos y soñaba con algún día emprender una aventura que me llevara lejos de la comarca. Después de esto me fui a dormir, pues Gandalf me dijo que partiríamos en cuanto amaneciera y debía descansar. Al día siguiente me despertó Kili haciéndome una seña para que fuera sin despertar a Bilbo
- Buenos días Kili, ¿qué quieres?
- Vamos a ensillar los ponis para irnos en un rato
- ¿Y mi tío?
- Él no vendrá, o eso han apostado casi todos
- ¿Y tú qué has apostado?
- Que si viene, vendrá por ti y firmara solo por ir contigo y no dejarte sola. Eres su sobrina y al ser tan guapa te tiene que proteger
- No necesito que nadie me proteja, sé cuidarme por mi misma
- Bueno, coge lo que quieras llevar contigo que te espero en la puerta en 10 minutos
- Vale, no tardo - acto seguido cogí lo que pensé que me haría falta y salí. Kili y yo fuimos hacia donde estaban los demás y Bilbo seguía sin aparecer, probablemente seguía dormido o no quería viajar con nosotros. Al llegar al poni que Kili me dijo, Thorin me cogió en brazos y me subió al poni. En ese momento noté que me sonrió, cosa que me sorprendió bastante por cómo le había visto la noche anterior. Todos terminaron de subir sus cosas a los ponis y nos fuimos atravesando el bosque por si Bilbo aparecía. Íbamos por él cuando oímos a alguien que venía detrás de nosotros corriendo y gritando. Al girarnos le vimos corriendo con una mochila a su espalda. Al parecer iba a venir después de todo...