YoonMin no correspondido.

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Advertencia: poquito lemon ;-;

Recordatorio personal: no escribir junto a mi perro porque le pica a la pantalla y publica antes de que termine :''v

Él estaba ahí, sentado en una silla con la pierna cruzada, sus brazos sobre la mesa que tenía en frente y el mentón apoyado en su mano izquierda. Estaba sin maquillaje, su alborotado cabello ahora tintado de negro caía sobre su frente, con ése color se notaba todavía más pálido si es que eso era posible.
El chico de expresión seria estaba mirando al frente, pero sus ojos no enfocaban nada. Tampoco parecía parpadear, estaba tan quieto como una estatua.

Jimin veía a Min Yoongi sentado desde el sillón, en sus manos tenía el iPhone para fingir estar ocupado en él si es que el mayor le sorprendía espiándolo, pero aquel estaba tan ocupado en hacer nada que tal vez nunca pasaría. Ése hombre era su más grande capricho, casi llegando a ser una obsesión.

En la pantalla apagada del teléfono se miró a sí mismo. Decepcionado suspiró.
Una mañana más en la que despierta con ánimo y valor de confesarse hacia Suga, pero durante el día su confianza fue desapareciendo hasta conformarse con simplemente admirar al mayor de lejos.

Despertó motivado, repitiéndose a sí mismo que Park Jimin es un chico atractivo y valiente, uno que jamás huye de nada ni de nadie. Pero justo como puede llegar a ser de orgulloso, así de grande era también su inseguridad.

Hyung... ¿M-me prestas tu camisa morada? Fue lo único que se atrevió a decirle cuando por fin lo tuvo en frente estando a solas.

Y sí, llevaba puesta la camisa violeta del mayor, la cual tuvo que doblar de las mangas para poder usar sus manos sin estorbos.

Cuando devolvió la mirada al pelinegro, éste ya estaba dormido con los brazos rodeando su cabeza sobre la mesa.

Es probable que yo también le guste- se dijo Jimin en sus pensamientos. Ambos somos bajitos, adorables y guapos, seríamos la pareja perfecta.

Suspiró, aunque estaba mentalmente preparado para confesarse hacia él, sabía que en ése momento se iba a arrepentir.

¿Y si a él no le gustan los chicos?

Estaban solos en el dormitorio, y si no aprovechaba esta oportunidad, iba arrepentirse por el resto de su vida.

El primer reto sería despertarlo sin hacer que se enoje.

Se levantó del sillón y caminó hasta la mesa donde el mayor dormía, lo miró fijamente y puso su mano derecha en el cabello pelirrojo de éste, acariciándolo con suavidad.
Yoongi se removió ligeramente, pero continuó con su siesta.

- Hyung -llamó Jimin cerca de su oído

- ¿Hmm...?

- D-despierta, quiero decirte algo.

Suga levantó la cabeza adormilado, su cabello se aplastó en la frente y quedó recto hacia los lados, bostezó y miró a Jimin con sus ojos entrecerrados.

- ¿Qué...? -preguntó.

Las manitas del menor peinaron el cabello de Yoongi hacia abajo, le miró y sonrió enternecido.

- Quiero confesarte algo -dijo Jimin decidido. Quiso arrepentirse y salir corriendo, pero debía estar firme si iba a enfrentar a alguien tan frío como Min Yoongi

- Ajá -Suga aplastó la mejilla contra su mano y cerró los ojos

- Hyung, por favor, escúchame...

Omma Jin || Namjin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora