Omma Jin || Namjin MPREG

Capítulo 30

La habitación estaba en silencio, con la luz encendida y las cortinas cerradas.
Seokjin seguía sentado al borde de la cama con las manos juntas sobre su vientre, respirando lenta y suavemente, por fin ha podido calmarse.

Sólo tenía puesto un short de pijama y una playera de Namjoon que le quedaba muy amplia, y sólo por eso y por tener su aroma era mucho más cómoda.

Se distrajo mirando un punto fijo en el suelo, donde descansaba una de sus pantuflas de pollito, se desconectó del mundo por un segundo, sólo concentrado en aquel zapato amarillo, suave y bastante limpio.

El ruido de la puerta abriéndose le hizo salir de su trance.
Namjoon entró a la habitación con el cabello húmedo y alborotado, un pijama completo y descalzo, por petición de Jin había ido a bañarse para quitar ese olor a cerveza y resaca que le daba náuseas.

El moreno se acercó lentamente a Seokjin, tomó su mano derecha y con cuidado se arrodilló en el suelo frente a él, y enseguida besó sus nudillos sin despegar la mirada de sus ojos, como si estuviera a punto de pedir matrimonio.
Jin le miro, ya no tenía miedo, pero tampoco podía sentirse tranquilo. No tenía expresión, parecía un maniquí sin alma.

- Princesa... -empezó a decir Namjoon-  Te amo muchísimo.

El mayor no reaccionó, simplemente de le quedó viendo al otro.

- ¿Podrías darme otra oportunidad? Yo sé que no puedo cambiar las tonterías que hice en el pasado pero, puedo prometer que jamás volverá a pasar

El mayor bajó la cabeza y trató de soltar el agarre de Nam en sus manos, pero éste no lo permitía.

- Princesa...

- Estaba muy asustado -dijo Jin cabizbajo, su voz empezaba a quebrarse poco a poco, amenazante de empezar a llorar en cualquier momento

- Discúlpame, mi amor...

- Nunca te había visto tan furioso... Querías obligarme a follar... Me golpeaste

- Ya lo sé, hyung, y me arrepiento de todo, de mis celos, de haberme emborrachado... De lo que te hice -con cuidado, Namjoon pasó suavemente la punta de sus dedos por el brazo de Jin, donde apenas quedaba una débil marca de la violencia que había sufrido

- Tenía mucho miedo, estabas tan en enojado que creí que ya no me querías -el pelinegro sorbió la nariz mientras una lágrima se escapó de su párpado, dejando un brillante camino al correr por su mejilla

- Éso es ok imposible, cielo, nunca dejaré de quererte. Tú eres el amor de mi vida, mi mejor amigo, mi familia, la mamá de nuestro nene -diciendo esto, Nam puso su mano en el vientre del mayor y lo acarició en círculos, justo en ese momento el bebé estaba muy quieto.

Seokjin no respondió, tenía un nudo en la garganta que no le permitía hablar, quiso lanzarse sobre Namjoon, abrazarlo y besarlo hasta quedarse sin aliento.
Levantó la barbilla y lo miró directamente a los ojos, es obvio que el RapMon que entró ebrio a la cocina no era el mismo que está arrodillado frente a él justo ahora. Ésa mañana cometió un error, probando que incluso el hombre más atento, caballeroso y dulce puede llegar a equivocarse.

Y ahí estaba ese chico, tan preocupado, arrepentido, tembloroso y con las manos heladas por el miedo de que Seokjin no quiera perdonarle. De ser así, su vida estaría acabada, perdería sentido continuar en este mundo sin él a su lado.

Tomando una gran bocanada de aire, Jin acarició su vientre y asintió débilmente.
Lo haría por el bebé, perdonar a Namjoon principalmente por que está a punto de nacer, y Namwoo no tiene la culpa de nada como para llegar a este mundo cuando sus padres están peleados.