Capítulo 37

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Como ya era pasada la medianoche, las demás habitaciones estaban calladas y oscuras.
Namjoon abrió la puerta de su cuarto mientras bostezaba ampliamente.
La luz seguía encendida mientras todo permanecía en silencio.

Seokjin estaba sentado en la cama hecho un ovillo, abrazándose las rodillas y con la mirada perdida en la cuna de Namwoo situada en una esquina de la habitación. No parecía moverse, ni respirar, estaba tan ido en sus pensamientos que ni siquiera notó cuando el más alto entró al cuarto.

- Hyung.

Jin dio un leve respingo y miró a Nam mientras estiraba las piernas sobre el colchón.

- Ah, hola

- ¿Sucede algo? -RapMon se acercó a él y le acarició la espalda suavemente mientras se sentaba a su lado.

El mayor negó con la cabeza y volvió a mirar la cuna donde dormía el bebé.
Su cuerpo fue rodeado suavemente con los brazos de Namjoon, él mismo le dio un beso en la mejilla, después en la frente y por último, en la comisura de los labios.

- Dime qué tienes, amor, sé que estás intranquilo -susurró el menor con delicadeza buscando mirarlo a los ojos.

Un profundo suspiro se escapó de su pecho y volvió a abrazarse las piernas, escondiendo el rostro entre sus rodillas.

- Llamé a mamá hace una hora -dijo Seokjin con voz ahogada

- ¿Y qué pasó?

- Le expliqué que volveré al estudio la siguiente semana, y que no podré vigilar a Namwoonie mientras tanto... Y aceptó cuidarlo

Jin levantó la mirada y miró triste al moreno.

- ¿Y por qué estás tan preocupado? -Namjoon le acarició la mejilla y miró fijamente sus ojos- Ambos sabemos que tu mami cuidará de maravilla al bebé

- Sí, lo sé... -el mayor intentó sonreír mientras disfrutaba el afecto que su pareja estaba proporcionándole.

RapMon se tomó un momento para mirar a Jin con detenimiento.
Tiene ojeras en los párpados por la falta de sueño, su piel está pálida, se nota cansado y más delgado.
Y es que con la dieta en la que está sometido, el bebé necesitando atención las 24 horas del día y el ejercicio para recuperar su figura perfecta, le es imposible tomarse un momento para descansar y recuperar energía.

Su cuerpo se encuentra descompensado.

- Duerme, princesa -indicó Namjoon haciendo a un lado el cabello que le cubría la frente para ahí darle un tierno besito.

Seokjin asintió y se recostó lentamente en el lado izquierdo de la cama matrimonial, apoyó la cabeza en su almohada y RapMon le cobijó hasta los hombros cuidando que estuviera cómodo y abrigado, entonces apagó la luz.
El menor se acostó detrás de él y lo abrazó quedando como dos cucharitas juntas, le dio un beso en la mejilla y ambos cerraron los ojos justo al mismo tiempo.

La habitación quedó en profundo silencio, a oscuras, pero sólo pasó cerca de media hora cuando unos quejidos comenzaron a escucharse.
Namwoo despertó y con él, sus padres.

Era un llanto débil pero audible, no de hambre, ni de pañal sucio o incomodidad, sólo quería atención y mimos.

Seokjin estaba a punto de levantarse para atenderlo, pero Namjoon fue más rápido y se incorporó somnoliento, encendió la lámpara de noche para proporcionar una luz tenue y caminó arrastrando los pies hasta la cuna del bebé.

- Tranquilo, mi ángel, Appa está aquí -le susurro mientras lo levantaba en brazos sus brazos. Apenas con sentir el tacto de su padre, el niño dejó de llorar, sólo le veía con los ojos muy abiertos y las manitas cerradas como puños en su pecho.

Omma Jin || Namjin MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora