Mal día (Segunda parte)

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Luego de lanzarle una mirada de odio a Nat por burlarse de mi y hacer que se callara fijé mi vista hacia el frente, donde la maestra sacaba las hojas de examen... Maldita sea, este día es un asco.

Cuando mi hoja llegó al frente de mi suspiré, no había puesto atención en las clases por estar jugando con Nat, ver a Edd super atento, de vez en cuando haciéndole una que otra broma a la maestra. No tenía ni idea de qué carajo tenía enfrente de mi, ¡era un maldito examen en chino!

Sin darme cuenta ya había pasado la mitad de la clase y yo no había ni puesto mi nombre, así que no queda más que decir, entregué mi examen al final solo con mi nombre, la fecha y el primer problema mal hecho porque siendo honesto no sé qué carajo puse. Lo único que me consolaba, era que Nat lo entregó exactamente igual que yo.

- Muy bien chicos, la próxima clase les entregaré sus calificaciones, se traen su libreta, sus trabajos y todo por si hay cosas que aclarar, nos vemos.- Dijo la maestra mientras tomaba sus cosas y salía del salón de clase, ya era recreo, así que todos salieron corriendo, miré a Nat, creo haber visto algo de humo salir de su cabeza.

- Oye viejo, tengo hambre, hay que ir a la cafetería.- Le mencioné mientras lo tomaba del hombro, me volteo a ver y sonrío.

- Sí, esa carrera de la mañana me dejó hambriento.- Me contestó para levantarse y correr a la puerta deteniéndose ahí.- Corre o los demás se acabarán todo.- Dijo mientras salía corriendo de nuevo. Tenía razón, me levanté y corrí tan rápido como pude para alcanzarlo.

Al fin llegamos y vaya que había gente, nos sentamos esperando a que se fueran algunos para poder comprar, pero... no había cartera en nuestros bolsillos, ambos la guardábamos siempre en una bolsa de nuestras mochilas. ¡Este día no podría ser peor!

Suspiramos cansados, bastante cansados. 

Fue entonces cuando escuché una voz que me irritó a más no poder, pero a Nat sí que lo alegro.

- Quítate de esa mesa Kevin, es nuestra.- Mencionó Eddy igual de irritado que yo, enserio lo golpearía si no fuera porque Nat está aquí.

- Oye tranquilo.- Dijo mi amigo con una sonrisa de idiota.- ¿Por qué no se sientan y nos hacen compañía? Nos hace mucha falta.

- ¿Sentarme con él? ¿Yo? No digas bromas Nathan, eso es imposible.- Dije mirándolo con furia.

- No es broma, pero para que no se maten, que Eddy se siente a mi lado y Doble D del tuyo.- Contestó con una gran sonrisa y sus mejillas algo rojas, siento que mis mejillas también se sonrosaron un poco, pero cuando miré a Edd que estaba más rojo que un tomate escondido detrás de su amigo no pude evitar sonreír.

- Me parece bien, ¿qué dicen? 

Eddy se quedó pensando unos segundos.- Está bien, pero solo por hoy.- Dijo para sentarse al lado de Nat.- ¿Qué esperas cabeza de calcetín? Tengo hambre.-

- S-sí Eddy.- Maldición es tan adorable, tan dulce... creo que me dará diabetes de solo verlo, se sentó a mi lado temblando, es una monada!

- Tranquilo doble D, Kev no te va a hacer nada.- Dijo Nat haciendo que Edd suspirara de ¿alivio?

- Tiene razón, si te llega a hacer algo lo mataré.- Ese maldito enano ¿qué se cree? Estaba apunto de levantarme para pelear verbalmente con él pero un olor delicioso me hizo olvidarlo, voltee a mi lado y me encontré con dos almuerzos, se veían tan ricos, tenían de todo, de inmediato supe que Edd lo había preparado. 

- Aquí tienes Eddy.- Dijo con una sonrisa mientras le acercaba uno de los almuerzos a ese enano irritante. No puedo creer que ni siquiera le dijo gracias, solo comenzó a comer, si yo tuviera un almuerzo hecho por Edd sería la persona más feliz del mundo.

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Hasta aquí le dejo porque tengo que hacer algunas cosas :'v prometo hacer el siguiente más largo

No sé qué siento por ti (Kevedd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora