Ocho

40 3 1
                                    

Mi mente pareció apagarse, no podía pesar en nada, solo ese beso me dominaba. Instintivamente la tome de la cadera con ambas manos, acerque su cuerpo al mio y me entregue a ella tanto como ella se entregaba a mi, no nos importo nada solo nosotros, nos besábamos mas y mas intensamente, podía sentir como si tratara de devorar mi alma pero no solo eso como si tratara a la vez de llenar el vació que dejaría eso; como si tratara de tomar todo de mi, pero a la vez dejar todo de ella, en ese beso tan intenso y apasionado.

Luego de algunos segundos así, separo su boca de la mía respiro profundamente y dejo salir un gran suspiro mientras apoyaba sus brazos en mis hombros rodeando mi cuello, aun sin yo soltarla, teniendo mis manos ahora en su cintura; Me miro a los ojos como tratando de discernir si lo que acababa de pasar era lo correcto, ambos sabíamos que estuvo bien, pero dudábamos si fuera lo correcto.

Entonces aprovechando la posición en la que estábamos me abrazo, muy fuerte, muy cerca muy apretado, podía sentir su corazón latiendo acelerado a la par con el mio era como una sinfonía de desesperación, dolor y pasión. Me apretaba mas y mas fuerte y yo hacia lo mismo, era como si tratáramos de estar tan juntos que ocupáramos el mismo espacio físico. Y entonces un sonido nos saco de este trance, todo vino a mi en una avalancha de realidad, CIERTO ella menciono un novio, pero ¿Porque? ¿Quien? ¿Desde cuando?

Mi mente hizo lo que mejor sabe hacer, me saco de quicio y ella lo noto cuando empece a aflojar mi agarre, en lugar de soltarme ella solo me miro a los ojos, me abrazo de nuevo y me susurro al oído, "Espera aun no enloquezcas, dame un par de minutos así..." Apoyó su cabeza en mi hombro, me abrazo un poco menos apretado pero aun así me tenia fuertemente sostenido; Volví a tomarla en mis brazos, acaricie su cabello y pude sentir algo húmedo y tibio cayendo sobre mi hombro izquierdo.

No lo entendí en ese instante, cuando intente voltear ella solo me detuvo retorciéndose un poco y gimiendo suavemente, entendí que ella solo quería estar así y la deje, seguí acariciando su cabello unos minutos abrazándola y ella solo sostenía su cabeza en mi hombro, abrazándome también y respirando pesadamente. Hasta que finalmente ella se levanto y me miro, con sus enorme y expresivos ojos, rojos por haber mojado mi camisa con esas gotitas saladas. 

Instintivamente estire mi mano a su mejilla y ella solo se froto en ella como una gatita buscando amor, casi podía sentirla ronronear, mirándome con sus enormes ojos rojos, temblando y tan insegura.

Trate de hablar pero ella solo negó con la cabeza, las palabras no ayudarían ahora solo los gestos, así que le di un beso en la frente, la tome de la mano y la lleve a un banco de una plaza cercana a que reposara todas esas emociones que nos habían invadido en ese instante. Nos sentamos aun sin decir nada, solo mirando la gente pasar de aquí para allá, los niños jugando y las parejas conversando, todos nosotros compartiendo esta noche de un hermoso y oscuro cielo estrellado. 

Ella me tomo del brazo y me acerco lo mas posible a su cuerpo sin llamar la atención, me miro interrogativa, y yo solo asentí, ella me miro de arriba hasta abajo y solo reposo su cabeza en mi regazo, suspirando cerro sus ojos y parecía meditar, entonces solo llevo mi mano a su cabeza como pidiendo que la acariciara un poco, y allí se quedo sin decir una palabra, como si no quisiera ser juzgada, como si no quisiera ser entendida, como si no quisiera ser molestada.

Como si por esta noche, solo quisiera que la amara sin importar nada.

Encuentros CasualesWhere stories live. Discover now