Capítulo 11

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Julián observaba de lejos como Laura intentaba tomar la mano de su novio, mientras este otro la correteaba e intentaba poner mayor atención a su celular, se notaba que ella quería entablar algún tipo de conversación sin obtener respuesta. Llamaba su atención tomando su brazo, incluso haciendo que su perra le tomara los pantalones, la cual solo recibió una patada como respuesta.

―Que hijo de puta―. Musitó con rabia mientras observaba todo a una distancia prudente.

Luego de unos 20 minutos estaba a punto de partir cuando se percató que el idiota se retiraba, Laura intentaba despedirse cuando este solo abrió la puerta del vehículo y lo hizo andar, dejándola con la perra en brazos y una cara de tristeza que a él le provocó nauseas, se acercó con cautela mientras el vehículo se perdía, Laura seguía en la plaza con la perra sentada mirando nada. Tuvo la intención de llegar y ordenarle que subiera, pero pensó que la relación que mantenía ya estaba siendo muy anulada como para que encima él le ordenara algo. Por lo que tomó su celular y le envió un mensaje.

"Hola, te llamé por la tarde" ― a la vez que le daba enviar la observaba para saber su reacción y saber a qué atenerse. La vio buscar en su bolsillo y sonreír, lo cual él imitó. Su rostro había cambiado en tan solo un clic.

―"Julián, ¡Hola! Sí, pero dulce me comió el celular... es decir, me lo quitó, bueno se entiende

"No entiendo, pero te creo, ¿Qué haces?".

"Paseo un rato a Dulce, la pobre estuvo casi toda la tarde encerrada en casa, ¿tú como sigues? No se me había ocurrido hablarte por Whats app"

Hacía bastante viento y Julián la vio despeinada, como la recordaba, se estaba obsesionando demasiado para su gusto, pero no lo podía evitar.

―"Te ves hermosa con el cabello al viento" ―Dio enviar e inmediatamente se arrepintió.

Laura se detuvo un momento y su sonrisa desapareció, observó hacía todos lados hasta que sus miradas se cruzaron. Ella la desvió y se concentró en su celular.

"¿Me estás espiando?" ―Preguntó seria.

"La verdad, no... estaba esperando que se fuera el idiota de tu novio para hablarte, pero luego me pareció divertido mensajearte".

Su estado era "en línea" pero no respondía nada, tampoco lo miraba, Julián esperó un par de minutos, su paciencia no era precisamente lo que lo caracterizaba, por lo que encendió el vehículo y lo estacionó justo en frente de Laura.

―Si la montaña no va a mahoma...

Laura levantó la cabeza y lo observó, se veía tan alto desde donde estaba ella, y el poco sol que aún quedaba hacia que su cabello se viera aún más dorado, lo tenía bastante largo por lo que revoloteaba tal como a ella. No pudo evitarlo un segundo más y sonrió, lo cual a Julián le dio un respiro, no quería hostigarla pero ya tampoco podía seguir ignorando lo que sentía, y lo que debía hacer.

―Y bien, ¿Qué te trae por aquí? ―preguntó Laura.

―Tú.

Al mismo tiempo que ella, Julián quedó sin palabras, ni siquiera tuvo tiempo de pensar la respuesta cuando ya estas pequeñas dos palabras habían salido de su boca.

―Laura, vamos a caminar o a dar un paseo, no me gustaría tener que romperle el rostro a tu novio si nos ve por aquí. Ella se observó las manos un minuto, era una costumbre que había adquirido cuando se sentía nerviosa. Observó nuevamente a Julián y se levantó.

Corazón, Ven a MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora