Capítulo 7

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Por fin llegó el día de la firma de boletas, esa que pocos esperan y todos temen, pues es la que dicta que harán los padres con sus hijos en los próximos días o incluso semanas.
Le avisé a mi mamá que tenía que ir a firmar antes de que me encaminara al instituto, pues no quería que fuera la que se pierde de todas las juntas y no se entera de nada.
Llegue a la escuela de lo más normal posible. No había tenido conflictos en la mañana así que mi día iba bien.

Al entrar a la escuela me encontré a Grey a unos cuantos metros, ya era algo tarde y su maestra había entrado por lo que no quise molestarlo y decidí llegar directamente a mi salón. Todo parecía marchar bien, nada absolutamente fuera de lo normal aunque algo aburrido a decir verdad. 

17:50 

Fin del descanso. Los nervios me comían viva, no por las calificaciones si no por lo que diría mi mamá. Mi mamá es una señora que para muchos es una de las más buena onda, pero lamentablemente si la llegabas a hacer enojar, eso iba a cambiar.  Ya sabía cuales eran mis calificaciones pero eso no indicaba que todo con mi mamá iba a resultar de maravilla ¿O si? 

18:30 

Los padres empezaron a llegar, algunos despistados por no saber dónde iban a realizar la junta, otros son seguridad y otros que sacaban a sus hijos de clases para avisar que ya habían llegado y por consiguiente lo que les iba a pasar si llegaban a ver alguna mala nota.

-Estoy nerviosa- dijo Diana
- ¿De qué? 
-¿Qué tal y no salí bien?
-Todos ya sabemos nuestras calificaciones, es imposible que de un momento a otro nos las cambien. 
- Quién sabe, ya ves lo que pasó el año pasado con las calificaciones de educación física.
- Bueno eso es otra onda.
-Por eso lo digo.

19:30

Una hora pasa demasiado rápido cuando se trata de diversas situaciones, bueno ésta no fue la excepción. Al menos una cuarta parte de los alumnos ya habían salido cuando junto con mis amigas logré irme a formar a la gran fila. Me encontré a Grey, sostenía una rosa en las manos y con poco de pena me la dió. Sabía que me tenía que encontrar a mi mamá fuera de la escuela así que como pude, la guardé con delicadeza en mi mochila. No tardé ni 5 minutos cuando Eduardo ya estaba enfrente de mi.

-Lo siento me tengo que ir.

-¿En serio? Es muy pronto.

-Lo sé. bueno no es tan temprano... Pero mi mamá me está esperando afuera, lo siento.

Llegué con mi mamá que me estaba esperando con una bolsa de papas fritas, la cual me dió y que, al poco rato, ya no tenía muchas papas. Estaba feliz, tal vez por la razón de que Grey me hacía sentir algo por él. Había algo que me gustaba y era verlo cuando tenía pena, él se chiveaba de una manera súper linda. ¿Me estaba enamorando de él? ¿Era cosa del destino? ¿Estaba planeado esto? No lo sé pero estaba segura de que era una de las mejores cosas que me podían haber pasado.

Llegue a mi casa con mi mamá feliz por mis calificaciones y con una rosa escondida en la mochila. No encontraba razones para esconderla excepto que me iban a empezar a preguntar sobre aquella persona que me había dado dicha rosa y a decir verdad, no es agradable que 5 personas te estén preguntando sobre una persona de la cual, no sabías cual era el sentimiento que le tenías. Como pude saqué la rosa y la puse en el florero más cercano que tenía, cuando miraran la rosa pensarían que alguien la habría puesto ahí pero, no sabrían quién.  
Prendí la computadora y entré rápidamente a mi página más visitada para agradecerle a Grey la rosa. No creo que sea necesario decir que me encantó ese pequeño detalle, pero obviamente hubo una persona a la que no le gustó en absoluto.

Me enteré que te regalaron algo

¿En serio? .--.

Sí, una rosa ¿No?

Sí y me gustó fue un lindo detalle

Vaya que lo fue.

Hey, no estés así. Tú siempre estás con tus amigas y jamás te digo algo...

Sí, pero no le ando dando regalos a otras chavas.

Eso es cierto, pero finalmente NO estás conmigo 

¿Está funcionando esto?

Sinceramente no tengo la menor idea... Lo mejor sería aclarar todas las cosas, yo te quiero pero esto se está tornando difícil.

  — Tengo eso demasiado claro 

  — ¿Me quieres?

Visto 20:59 

Debo dar a entender, que siempre que pasaba eso me fijaba si seguía conectado o ya se había ido. Lamentablemente no fue la segunda opción. Seguí platicando con Grey, finalmente mi situación con Eduardo no iba a cambiar de un día para otro. Lo que es importantes resaltar, es que Grey me gustaba; tal vez solo era mi imaginación o algo por el estilo, pero estaba segura de que era algo parecido o eso mismo. Con Grey podía irme a dormir pensando en las maravillosas cosas que me enseñaba, cantando alguna nueva canción o simplemente pensando en más versos para un poema o algún escrito.

Me fui a dormir temprano, pues no tenía demasiada tarea y finalmente podía irme a descansar a una hora "adecuada" para mi edad. Tenía las cartas de Grey debajo de mi almohada, porque ahí nadie podía tocarlas y mucho menos leerlas. No sé en lo que estaba pensando, de modo que mi mamá me vió ver si las cartas estaban ahí y con un gesto amable me las pidió. Mi hermano mayor (con el que estábamos hablando de lo que había pasado el día de hoy) las leyó, en voz alta, por lo que por un momento me sentí algo avergonzada pero después se me pasó. Es cierto que nadie de mi familia sabía sobre mis anteriores novios o sobre los chicos que me gustaban, pero sí que iban a saber sobre Grey. Entre mi hermano, mi mamá y yo empezamos a platicar respecto a las cartas y finalmente nos fuimos a dormir.

Esto, sí que sería magnífico. 

Un Amor ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora