Kuroshitsuji: Son... Reales?!? Ciel X Lectora

Chapter 16

-Y-yo... Te... Te necesito... Ahora... No me dejes - se acercó y tomó una manta, me la puso encima para luego abrazarme y llevarme a la cama, se acostó conmigo y me besó la cara mientras pasaba un pañuelo por ella -

-Solo una vez más -

-Te necesito -

-Perfecto, ______ Phantomhive, la nueva y única esposa de Ciel Phantomhive - sonrió - Eres hermosa, sabes lo difícil que es encontrar a una chica que sea hermosa tanto por dentro como por fuera? Me retracto eso es un poco fácil, porque tú eres perfecta en ambas y eso está en extinción -

-Cállate - me apretó contra él -

-sigo? -

-No - acarició mi cabeza -

-Ya no lo haré, pero tú prometeme que no venderás esos libros -

-Como quieras -

-gracias - me susurró - ahora Duérmete -

-dónde se ha ido Lizzy -

-Shhhh, Duérmete - me decía acariciando mi cabeza mientras me miraba de una forma dulce -

-Quiero saber -

-Se fue, a su casa-

-Con su padre que la quiere -

-Sabía que dirías eso, te conozco y no quería comentar nada, ya bastante hice - besó mi frente - The London Bridge is broken down, falling down, falling down... Duerme - cantaba y susurraba -

Me quedé dormida unos segundos después.

-Señor? -

-Sebastian, ve a su casa, trae sus cosas y las llevas a un cuarto vacío, a cualquiera, pero rápido, ella debe sentirse feliz y ahora mismo creo que se ha dormido a regañadientes -

-Se casará con ella?-

-No te importa - me acarició cerca de la oreja, sentí la proximidad y el calor del tacto -

-Me importa, de verdad -

-P-pues... No lo sé - N-no lo sabe? - quiero, pero... Quiero... Quiero... Aún tengo tres semanas para ablandar a los
Midford y asegurar su amistad y para eso necesito que no esté cerca de Lizzy, así que... Shhhh - me dijo cerca del oído, no me moví - tengo miedo de que despierte, solo Planeo hacerla feliz, darle lo que quiera, pero necesito que se quede aquí arriba, en lo posible encerrada en alguna habitación -

-Señor eso no es...

-Ya lo se - sonaba preocupado - ella es lo difícil, lo fácil es que a Elizabeth no le gusta ir a para acá, dice que es oscuro y bla bla... Solo ve y haz lo que te dije, no soporto la idea de saber que puede que nos esté escuchando-

-como ordene - se cerró la puerta -

-Voy a liarte a mi, cueste lo que cueste, te tendré, lo prometo, voy a hacerte feliz - acarició mi cabeza con cariño - Sé que ya despertaste hermosa, no me engañas - susurraba - finge si quieres pero te conozco y cuando despiertas tu labio inferior siempre tiembla un poco - me besó - abre tus ojos - cuando lo hice sonrió algo deprimido - vas a ser honesta conmigo y me dirás que es lo que escuchaste, sabes que como un Phantomhive no me gustan las mentiras-

-Escuché que a Lizzy no le gusta estar aquí arriba -

-Nada más? - negué - No me mientas porque lo sabré - estábamos realmente cerca y sentía la gravedad de su voz al decir que no le mintiese, tenía miedo, no sabía que decirle -

-Y-yo...

-Dime -

-Todo - tragó en seco -

-Escuchaste todo? - asentí - d-duerme, duerme y pretende no haberlo escuchado - se lo escuchaba molesto -

-Tengo un sueño...

-ligero, lo sé, tranquila, tr-trata de pensar que no has escuchado nada Duérmete por favor, al menos dos horas más - ahora se oía preocupado - no te vayas, duerme si? - oh, pensaba que yo me iría... - no te vayas -

-No lo haré -

-Te amo -

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-...  No, aún no ha llegado, pero alguien más vino... también pues... Debería hablarle afuera -

-Qué es tan importante que... No... Estás mintiendo - de repente sentí como salió de la cama, me acomodé de igual manera, escuché la puerta cerrarse, me di vuelta -

-Sebastian? Qué ocurre?- dije algo adormilada, me senté y vi como me pasaba una taza de té - Sebastian...

-Tranquilicese Señorita, solo...  - Unos gritos peculiares y conocidos provenían de abajo - Tome un poco,  quiere comer algo -

-Sebastian dime que fue eso - un golpe-

-Quédese aquí, por favor hágame caso- otro golpe - mejor no, me aseguraré que... - otro grito, ahora parecía más cerca -

-N-no... No... Sebastian ocúltame por favor -

-Señorita... Solo relájese -

Otro grito, otro golpe, los gritos de Ciel parecían algo más desesperados a cada paso de... Mi... Mi padre, el cual venía pateando cada puerta.

-¡Ella no se encuentra aquí! -

-¡Yo sé que la desgraciada de mi hija está aquí!