Kuroshitsuji: Son... Reales?!? Ciel X Lectora

Chapter 17

-¡Ella no se encuentra aquí! -

-¡Yo sé que la desgraciada de mi hija está aquí! - 

La puerta se abrió, todo pasó muy rápido, Sebastian lo tomó de los brazos y lo arrodilló.

Ciel corrió hacia mí y me abrazó consolandome.

No quería verlo.

-Eres una desgracia como hija! - Ciel acarició mi mejilla -

-Mírame a mí, sí? Tranquila - me susurró - Señor, le dije que viniese pasado mañana, y le repetí que solo firmaría unos documentos, le pagué el viaje porque...

-No me interesa! No firmaré nada!  ¡no se casará con usted! - apreté los labios - ¡no tienes las agallas para mirarme luego de que tomases MÍ dinero y te fueras! - Ciel alzó mi mirada -

-No sabía eso, porque no me lo dijiste - no sonaba molesto, sonaba comprensivo, pero no sabía si era por el momento-

-Te lo daré, recaudé lo suficiente hace unos meses pero... No podía verte -

-Eres igual a tu madre! Una estúpida y...

-Usted va a firmar los papeles que yo le diga - sonrió Ciel tranquilo y se levantó dándome un beso en los labios, no quería voltear, no quería verlo -

-Y que le hace pensar que lo haré!? Puedo tomar acciones y...

-Acciones ilegales - rió Ciel, lo miré - No es más que un gusano, le daré el dinero que ella le debe, firmará los papeles y si llega a decir lo mínimo, iré a por usted y lo destruiré tanto financieramente como mentalmente- le dió una patada en las partes bajas, el hombre se retorció - Eso fue más por una venganza por parte de su hija - me miró - No le dirás nada? - negué - estás segura? Después de que haga que firme los papeles no lo verás en la vida -

-Espero que te atropelle un coche - reí - que divertido, por cierto, recuerdas que dijiste que iba a terminar soltera o violada? - sonreí - Ja. -

-Ya? - dijo Ciel algo divertido -

-lo golpearias de nuevo? - Sebastian lo golpeó en el estómago, el hombre comenzó a tocer - Ahora si llévatelo, me siento mejor -

-Eres la misma mierda que tu madre -

-Muchas gracias, vuelva pronto - sonreí -

Sebastian se lo llevó, Ciel se acercó y dió un beso en mis labios.

-Él va a firmar los papeles de la boda-

-Vas a hacer que pague? - pregunté algo confundida -

-No - rió y se sentó más apegado a mi- Es para que diga que sí puedes casarte conmigo, con tu edad- decía acariciando con su mano mi pierna- cuando firme, podremos casarnos - sonrió - Te pondrás un vestido blanco perlado - reí y negué - Por qué no? -

-Porque no, que horror, que clase de chica crees que soy? -  pregunté indignada, me rodeó la cintura con los brazos y me puso encima de sus piernas, me abrazó apretandome contra él para besar mi nariz, bajó a mis labios sonriente, me hizo cosquillas en la nuca mientras me besaba y abrazaba -

-La clase de chica a la que le gusta verme arrodillado, pero te diré una cosa, yo no me arrodillaré, no seré tradicional - incliné un poco la cabeza, de su bolsillo sacó una cajita roja, la abrió un poco no dejándome ver el contenido - Cásate conmigo y vive la eternidad fría que si prevalecemos juntos será cálida y conmovedora - abrió completamente la caja, y me besó  poniéndome un anillo que ni siquiera pude ver bien - de igual manera si no quieres, te obligaré - rió apretandome-

-Aún no digo que si -

-Y que me dices? Te casarás con este...

-Niño - completé -

-Conde - dijo con seguridad - Con este Conde que te dará lo que quieras cuando lo quieras -

-Eso no me convence, trata con otra cosa - abrió los ojos un poco sorprendido -

-¿De verdad?, ya te puse el anillo, ya eres de mi propiedad, solo te aviso - dijo acariciando mi cintura -

-Que seas mi esposo no te convierte en mi propietario - dije algo molesta -

-No es por eso el casamiento? No es como una cadena en tu cuello? -

-Tal vez tengas algo de razón - sonrió y me dió un corto beso -

-Sí, es algo ridículo, si se aman no son necesarias las cadenas - acarició mi estómago subiendo un poco - Pero si quieres nos casamos por civil y luego hacemos una celebración más grande, como tú quieras - besó mi cuello - pero tiene que ser antes de las 3 semanas siguientes - Sebastian entró por la puerta, tenía un poco de sangre en la cara, pero iba como si nada -

-Tuve un pequeño inconveniente... Señorita - sonrió -