Chapter 41

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-tratas de distraerme? - cerré los ojos con fuerza -

-¡Maldita sea Ciel! Vamos, solo hagamos el amor y deja ese tema de lado - le supliqué luego de la quejica -

-Bien, quieres seguir?, correcto, pero quiero que sepas que no seguirás el año que entra, ahora sí - antes de que siguiera tocandome me cubrí con la manta - qué, ahora qué -

-Sebastian!! - grité, abrió los ojos y negó, el mayordomo entró algo nervioso, comenzó a mirar para todos lados -

-Señorita, por qué ha gritado- dijo suspirando -

-Sebastian, llévame a tu habitación - asintió acercándose -

-No te irás de nuevo - me tomó del tobillo - Vamos, no creo que quieras ir desnuda con Sebastian - me quité la manta, Ciel, como un reflejo, me cubrió de nuevo - Q-qué te pasa?! Sebastian vete - el mayordomo suspiró asintiendo y caminó hacia la puerta, le di una bofetada a Ciel en la mejilla y me puse el sostén con la mirada de ambos en mi, al terminar, salí de la habitación hecha furia -_____! Ven para acá! - apresuré el paso - Tráela Sebastian! Esto contrarresta cualquier orden suya! - comencé correr más rápido al escuchar aquello, me desvié hacia una habitación, la cerré y me quedé en un rincón, respiré profundo, escuché unos pasos-

-Señorita, por favor, salga, será más fácil para usted y lo sabe - dijo y tocó la puerta - no le conviene estar allí, hay ratas - apreté los labios - ya sabe, a los gatos les encantan las ratas, vivas, de esas que tienen grandes dientes y muerden y al tener hambre...  - me cubrí los ojos - Señorita? Voy a entrar - abrió la puerta y me miró, miré hacia abajo tratando de pensar en algo... Pero nada se me ocurría -Venga, debo llevarla -

-Es un estúpido - me alzó en sus brazos-

-Lo sé, mi señorito, le quiere demasiado, por lo que, perderla, le duele aún peor, y por eso, es como es, mi señor podrá no tener miedo a nada, pero a la vez, solo una cosa de verdad lo aterra -

-Qué es? -

-Verla en esa casa tanto tiempo, lo mataba, no podía abrazarla ni cuidarla, debe entenderlo, no quiere que usted tenga ni siquiera un pequeño ni minúsculo hematoma, tampoco dolores, lo que sea, la ama demasiado, no sabe el miedo que poseía el día que nos fuimos por negocios, al principio, le pareció buena idea, luego la extrañó y luego se arrepintió - miré hacia otro lugar, al llegar a la habitación me dejó en la cama, Ciel no me miraba -

-retírate Sebastian -

Al irse, Ciel se volteó a verme.

-No puedes hacer siempre lo que quieres - me dijo mirándome, como buscando algo - Entiendes eso? - asentí y lo abracé, apoyé mi cabeza en su pecho, parecía impresionado - Hermosa, qué ocurre - dijo amable, me acarició la cabeza -

-Ciel, de acuerdo - una lágrima se me escapó, lo que iba a decir a continuación me iba a doler - No haré más ballet, le diré al profesor que acepte a Miranda -

-mierda, Sebastian te puso un arma en la cabeza o qué? - me puso a su altura, me miró a los ojos quitando las lágrimas- cariño qué ocurrió allá - me besó - Estás fría, te sentaste en el suelo? Y si te refrías? En qué pensabas al salir así - decía sin levantar la voz pero a la vez algo molesto - Hermosa, mírame, dime, lo dejarás, verdad? - asentí apretando con fuerza los labios - De verdad? - volví a asentir, parecía relajado, sonrió- Gracias... Gracias - me abrazó besó mi mejilla y comenzó a hacerme cosquillas, reí sintiendo sus besos tratando de callarme - te amo demasiado y quiero que lo sepas - me puso encima de él, besó mis labios - Debo agradecer luego a Sebastian, por cierto, que hizo? - negué -

-Nada, pero confirmamelo, me quieres... Verdad? -

-No - contestó seguro - Qué te hace pensar eso? -

Kuroshitsuji: Son...  Reales?!? Ciel X LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora