Me levanto con sed de leer, hace tiempo no lo hago y mí hermano quiere una novela diferente, mis pies resbalan en el frío baldosín de la sala, voy en una no muy agraciada sudadera gris con una mancha enorme de pintura verde de la última vez que hicimos pinturas con Chriatopher, de eso hace unos tres años, luego él dijo había crecido para esos insignificantes juegos.
Busco en la biblioteca con rapidez, no hay libros interesantes ahí, solo de arquitectura.
Podrías pensar que el monstruo es un tipo obeso, sin educación y que huele horrible, en nuestro caso el monstruo es lo que se llama "un ciudadano del común" graduado de universidad, arquitecto en sus tiempos libres, cajero de un banco entre semana. Si nos vieras por la calle no sabrías lo que se esconde tras la puerta, pero al mirarnos con detenimiento notarías los moretones que mamá no ha podido ocultar, que siempre camino con la mirada gacha, que mi hermano menor no sonríe. Las pocas veces que salimos como una "familia normal" él siempre es quien habla, ni siquiera Christopher le contradecía y con una sola mirada, nos recordaba nuestro lugar.
Meto los dedos entre los libros, hasta encontrar el ejemplar que busco "Las Aventuras de Tom Sawyer" y vuelvo corriendo a mi habitación. Kevin está de pie, con la cara desencajada y las manos temblorosas. Al principio creo perdió a Buzz, pero el juguete está con él.
"Kevin qué tienes?" lo tomo por los hombros "qué hiciste?"
"Mojé la cama" confiesa y luego se echa a llorar, lo abrazo aliviada, se ha vuelto rutinario que lo haga a menudo. Yo casi siempre despierto envuelta en pesadillas.
"Si el monstruo lo sabe va a pegar"
"No le diremos"
Destiendo mi cama y saco las sabanas, doy vuelta al colchón y reacomodamos todo.
"Tú pijama" demando.
"Estas loca? No dejaré que me veas"
Suspiro. Debo esperar casi quince minutos a que salga del baño, con las sabanas hechas un ovillo subimos a la terraza, el viento sopla fresco y el cielo tiene un precioso tono dorado.
Zambullo las sabanas y lo demás en el agua helada, si hay algo que en verdad me gusta es lavar, porque siento el agua en mis dedos, meto mi cara en el agua e intento saber qué se siente ser libre.
Extiendo las sabanas en las cuerdas, y nos metemos debajo. Kevin imagina una aventura con Buzz light Year, yo pienso, en pasados remotos y futuros inciertos.
"Cuando tenga novia debo tratarla como papá hace con mamá?"
" Qué dices?" miro a Kevin con dolor y enojo "claro que no, debes ser un caballero, un príncipe, un chico respetuoso y encantador y si alguna vez me entero lastimas a una novia, te la verás conmigo"
"Perdona. Yo no quiero ser cómo él, ni cómo Criso. Él nos abandonó."
No intento defenderlo, claramente él se marchó, en lugar de eso comienzo a leerle Tom Sawyer y Kevin comienza a preguntar.
"A Tom le pegaban?"
"El maestro una vez"
"Y su padre no?"
" No tenía, vivía con su tía Polly"
"Y por qué nosotros no vivimos con nuestras tías"
" porque no nos dejan"
Mamá nos interrumpe para el desayuno, me atraganto con las tostadas humedecidas en chocolate, el monstruo ojea el periódico sin prestarnos atención, luego se levanta, alistándose para irse. Siempre me gusta que se vaya, al menos tenemos algo de paz.
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SILENCIO
Teen FictionQué pasa cuando la melodía de tú alma ya no encuentra la tonada?