1- Sin pecado concebido

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Supongo que la mala suerte ha estado presente en mi vida desde el momento en que nací. Desde que mi madre se enredó con un lugareño del que sólo heredé su apellido y su nariz. Según ella era su primera vez, según mi abuela era la excusa perfecta para huir de casa. Vivir bajo el cuidado de una madre soltera con el que sólo te llevas quince años de diferencia es raro, pero nunca tan raro como en lo excéntrica que resultaba ser ella. Mamá jamás volvió a enamorarse y yo jamás pregunté qué por qué no rehacía su vida, si después de todo ella es realmente bonita.

Pasaron algunos años, en dónde ya tenía unos dieciséis años y esa mañana soleada de domingo mientras cantaba en el coro de la iglesia supe por primera vez lo que era una erección involuntaria en público.

Kim Kibum, el atractivo sunbae que estaba en primera fila del coro. Espalda ancha, torneadas piernas, prominente cuerpo masculino escondido bajo las largas túnicas. Abre la boca para llegar a notas altas de la misma manera en la que hace sexo oral, o eso dice la historia que corre de boca en boca y que de alguna forma llega a mis oídos. Ese mismo domingo, después de misa y en los camerinos de la iglesia, Kibum se lleva mi virginidad. Mi madre debe estar esperándome a la salida y yo de seguro estoy tardando más de lo normal. Las historias sobre sexo siempre anhelan algo de amor y en esta no hay ninguna, sólo hay un adolescente promiscuo con sus hormonas revoloteando. Llevaba tanto tiempo deseando algo de atención por parte de Kibum, que cuando ya lo tengo entre mis piernas ya no siento la emoción esperada.

Después de unos deprimentes diez minutos salgo al encuentro de mi madre, mi rostro está algo enrojecido y sudoroso, pero de seguro hay algo en mí que me delata.

—La cremallera de tu pantalón... —comenta ella con despreocupación.

Llevo una mano a mi pantalón y con algo de discreción subí el maldito cierre. Intento desviar la conversación hacia otros rumbos, pero ya es tarde y mi madre me ataca con sus nefastas preguntas.

—¿Te gustó? ¡Qué emoción! ¡Mi bebé ya creció! ¡Lo sabía!

Las madres comunes de seguro me reprenderían por mi falta de decencia, además considerando la iglesia un lugar sagrado. Pero mi madre, que más bien es una amiga y ella usualmente exige saber los detalles.

—¿La tenía grande?

—¡Ay, mamá! —gruñí, enrojeciendo de la vergüenza.

Ese domingo coincidió con las pérdidas de todo tipo, pérdida de virginidad, pérdida de la decencia y jamás volví a ver a Kibum. Sólo años después vine a saber que en realidad había consagrado su vida a dios y a la oración. El primer amor siempre resulta lindo, porque en realidad nunca funciona y todo se pudre cuando conoces algo más de esa persona. Es mejor mantener la fantasía y no enredarte entre los brazos de un sujeto con disfunción eréctil y que además planeaba en secreto ser sacerdote.



***



—Veintitrés centímetros, una delicia —comentó el rubio.

Lee Sungjong, editor de contenidos de Cosmopolitan Corea. Suele redactar artículos del tipo "50 tips para satisfacer a tu hombre con la lengua"

—Es que nunca has visto la mía —dijo el moreno sorbiendo su capuccino.

Kim Myungsoo, fotógrafo de Cosmopolitan Corea. Sólo saca fotos de su pulgoso gato y de edificios.

—Woohyun está muy callado. Anda hombre, que no es tan terrible no haber tenido sexo en dos semanas —dijo Dongwoo riéndose ruidosamente.

Jang Dongwoo, experto en hacerme sentir miserable conmigo mismo. Es amante del vicepresidente y su única función en la vida es respirar.

Yo soy Nam Woohyun, tengo veintiséis años, soy periodista de profesión, solía vivir en Busan y lo que dice Dongwoo no es cierto, sólo han sido doce días sin sexo. Suelo hablar con estos sujetos que he conocido mediante mi trabajo y se dicen ser mis amigos, tal vez sea cierto y aunque entre nosotros casi no hay secretos, solemos ser unas víboras cuando se trata de un hombre.

—Masturbarse no cuenta como sexo —dijo Sungjong.

—Bueno ya, ha pasado un mes, ¿felices? —gruñí.

Sólo con ellos podría admitir las cosas más deprimentes del mundo, como cuando una vez estando borracho confesé que lloré al saber que Kibum era sacerdote.





Woo Hyun & the city [GyuWoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora