______, una chica que se muere por vivir. Viaja a Madrid, pensando que lo único que necesitaba era cambiar de lugar.Pero ella no sabía que tan solo necesitaba alguien que la hiciera sonreír.
(esta historia esta en curso, cada cierto tiempo voy subi...
Hoy era el día en el que por fin había reunido la suficiente valentía para decirle a _____ todo lo que sentía, después de haber escuchado tres horas de un señor dando una charla emotiva por internet.
Ella estaba sentada en sofá con el bol de cereales. Me acerqué lentamente, controlé mi respiración y me paré en seco.
-Hola
-Buenos días, ¿sabes que estaba pensando en ti?- me dijo dejándome desconcertado
-¿Ah sí?-dije algo nervioso
-Estaba pensando en que me gustaría ser tú. Porque podría dormir siempre que quisiera sin que nadie se dé cuenta....Espera un momento, quizás estas dormido ahora...no no no, mejor aún, quizás eres un vampiro y duermes de día sin que nadie lo sepa y te despiertas de noche para matar gente. Les absorbes toda la sangre hasta disecarlos, los rocías de chocolate y los conviertes en Chococrispis (cereales).- miró su bol de cereales, me miró a mi asustada, volvió a mirarlo y lo dejó encima de la mesa.
-Vaya me has pillado.
Me senté a su lado y disimuladamente me fui acercando a ella.
-____... te quiero decir algo.
-Dime, sin tapujos.- dijo sin quitarle la vista a la tele
-Pues que...yo...quería decirte que... que...- me estaba poniendo nervioso, me miré las manos avergonzado.
-Te quiero
-Yo también- dije rápidamente
-Precioso que eres y que culo tienes! Ohh por diooos!! Cásate conmigo!!
Me di cuenta de que estaba hablándole a la tele, se levantó y empezó a acariciar la pantalla donde salía David Beckham. Se tranquilizó y se sentó de nuevo a mi lado.
-¿Te gustaría que fuera tu novio?- dije refiriéndome a David Beckham
-Ufff que pereza tener novio. Uy, perdona Willy ¿Qué era lo que me querías decir?
-Pues que...que... te quiero... dar un masaje.
-Ah claro el masaje matutino. Pero es que va a empezar ahora Shin Chan y claro... si no lo veo no soy persona....
-No pasa nada, lo hacemos aquí. El masaje, hacemos el masaje.
Se sentó un poco más al borde del sofá, yo me senté detrás de ella, de manera que quedara entre mis piernas.
Le ayudé a quitarse la camiseta y ella ni se molestó en taparse porque supuso que como estaba de espaldas no vería nada, pero la podía ver a través del reflejo de las ventanas sin problemas.
Narra _____
(V)-¿Qué~qué estáis haciendo?
(__)-El masaje matutino realizado por mi esbirro.
(W)-No soy tu esbirro, tú no me pagas
(__)-Pues esclavo.
(W)-Eso me gusta más.
Vegetta se acomodó en el extremo opuesto del sofá y nada más sentarse su vista se fue a mis pechos. Yo le lancé una mirada asesina. Se le puso cara de pervertido y no pudo evitar sonreír.
(W)-Oye,oye fiera- dijo percatándose
(__)-¿Me estabas mirando? Que pervertido eres- dije para disimular.
Narra Willy
Vegetta volvió a su habitación y a los 10 minutos de estar masajeando ella se fue durmiendo lentamente hasta que lo único que la mantenía erguida eran mis manos. Le aparté el pelo para poder masajearle la nuca, pero mis labios hicieron la función de mis manos. En aquel instante no era consciente de lo que estaba haciendo, yo solo quería besarla y abrazarla. Arrimé completamente a mí de manera que quedara todo mi torso tocando su espalda. Pasé mis brazos por su cintura, los subí lentamente hasta tocar con sus pechos, los agarré con pasión y con delicadeza a la vez. Noté que su respiración, a la vez que la mía, se estaba acelerando. Necesitaba más de ella, la necesitaba tanto que estaba perdiendo la cabeza totalmente.
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-Vege...- susurró
Yo me asusté por si despertaba, era totalmente impredecible. Me levanté, la tapé con una manta y me fui.
Narra _____
- ¿Qué haces durmiendo aquí?, osito perezoso- una voz me despertó
Abrí los ojos lentamente y al ver a Vegetta sonreí. Se agachó a darme un beso, seguidamente me ayudó a levantarme.
- Me parece que al osito se le ha olvidado vestirse-dijo
-¿cómo? - me miré y vi que aún no me había puesto la camisa
Al taparme los pechos, noté que estaban cubiertos de la crema ce masajear. Me quedé un instante pensativa y asustada a la vez.
-¿Qué pasa? - preguntó al ver mi cara
-Nada. Me~me voy a la ducha
Quizás es que había manchado el sofá con la espalda y al darme la vuelta se me habían manchado los pechos, pero en ese caso ¿por qué sólo los pechos? y ¿por qué estaban excesivamente manchados? Me sentía algo insegura y asustada.
