Dulce cafe...

Cap: 2 Frappe

  Cap: 2

Ahí 9 de sus sirvientas estaban a cada lado del pasillo realizando una reverencia por su llegada, en cambio su mayordomo, un señor de unos 65 años estaba a un lado de la puesta tan impecable como siempre.

Mayordomo: bienvenido de vuelta joven amo, su ropa esta lista y el baño ya está preparado

Hongbin: ok, que nadie me moleste

Mayordomo: como ordene joven amo

Entre todas esas personas aquel joven llamado hongbin se sentía realmente solo, sin alguien que estuviera de su lado o alguien que pensara en el sin tener en mente el dinero que tiene su familia, un corazón temeroso se ocultaba detrás de aquellos sínicos ojos.

Tomo un baño con calma sin embargo ya solo le quedaban 20 minutos para llegar, salió sin decir nada a nadie dentro de su mansión y simplemente salió hasta su auto, el cual su chofer ya lo estaba esperando abriéndole la puerta, una vez en el auto el chofer se puso en marcha.

Como de costumbre hongbin había cerrado los ojos durante todo el camino, es que durmiera cada vez que subía al auto pero prefería cerrar los ojos que ver tantas mentiras volando en el aire.

En la sección de foto fue lo típico de siempre, poner sonrisas falsas, saludar a las personas un poco aunque para los ojos de hongbin todos eran una bola de hipócritas, después de una hora en la sección de fotos volvió al auto, sin energías.

El oscuro cielo se hizo presente para cuando hongbin había llegado a su mansión, como cada noche había una grandiosa cena si así lo deseaba el joven amo hongbin sin embargo el prefería estar en su habitación y cenar en el.

Después de una cena ligera y de un baño en la tina el cual duro más de una hora se dejo caer en la cama, ante los ojos cerrados de hongbin los días parecía no tener fin, todo era la misma cosa día tras día.
La mañana fue la típica rutina de siempre, su mayordomo lo despertó, hongbin tomo un baño y se arreglo antes de salir de su habitación, desayuno en el comedor, tan grande que resulta chistoso que solo una persona lo utilice.

Al salir las sirvientas junto con su mayordomo hacen una reverencia deseándole que vuelva pronto, hongbin no presta atención a esas cosas y solo entra al auto, durante las clases solo se concentraba en hacer los ejercicios para poder salir antes, estar dentro de esas 4 padres le resultaba sofocante, el no tenia aun un sueño, algo que deseara hacer, solo dejaba que los días pasaran.

Ya las clases habían terminado pero mientras caminaba a la salida de la universidad podía observar la silueta de su sombra, tan sola y melancólica que incluso el sintió vergüenza de seguir viéndola, hongbin no tenía ganas de llagar a una mansión sola en donde los sirvientes solo lo veían como una forma de ganarse la vida.

Después de respirar profundo decidió ir de nuevo a esa cafetería, después de todo el café de ese lugar de verdad sabía bien, mientras caminaba le mando un mensaje a su chófer diciéndole que no pasara por el hasta que el dijera.

Abrió la puerta de madera y el sonido de la campana se hizo presente, inhalo aquel rico aroma a granos de café y miro a su alrededor, había unas dos parejas del otro extremo del lugar pero por suerte su sofá en el que se había sentado la otra vez estaba libre, fue sin dudarlo a sentarse.

Había pasado un minuto a lo mucho cuando escucho la voz de aquel camarero N, hongbin levanto la vista ya que se había quedado mirando el cuadro de la mariposa disecada, al mirar a su lado pudo ver a N el cual parecía estar disfrazado de una especie de mago, o al menos eso parecía, con su barita la cual era una pluma y su libre en su otra mano le sonrió ampliamente a hongbin.

N: buenas noches joven aventurero, si me dice sus tres deseos con gusto los cumpliré (sonriendo)

Hongbin:...los miércoles son magos?