Cap: 5 Cuervo blanco

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-Después de encontrar consuelo en los brazos del otro, el chico moreno quería ponerse de pie, se sentía fastidiado de solo estar acostado, Ravi le quito la aguja del brazo que conectaba al suero, N lentamente se puso de pie pero al hacerlo perdió el equilibrio al darse cuenta que estaba desnudo, sus piernas estaba algo débiles pero por suerte Ravi lo sujeto de la cintura evitando que su hyung se lastimara, "lo siento..." dijo el joven de piel morena sintiendo como sus mejillas se ponían rojas por estar de esa forma delante de Ravi sin embargo este estaba tan consciente de lo que le había pasado a su hyung que no se atrevería de hacerle algo, y mucho menos porque sabía que dentro del corazón de N estaba alguien más. Ravi con demasiado cuidado lo sentó en la orilla de la cama, "espera un segundo N-hyung" dijo este caminando a su gran armario, saco una muda de ropa con la que se sentiría cómodo su hyung.-


N:...quiero bañarme...


Ravi: claro –sonriendo- pero yo también


N: ¿nos tallaremos las espaldas o qué? –sonriendo-


Ravi: es una buena idea –sonriendo- quiero bañarme con mi hyug favorito


N:...¿Ravi te puedo pedir un favor?


Ravi: lo que sea –serio- solo pídelo


N: no quiero ver mi reflejo –bajando la mirada- no quiero verme


Ravi:...tenlo por seguro –sonriendo-


N:...y tampoco quiero que nadie lo sepa...


Ravi: así será


N:...gracias –mirando el suelo-


-Ravi al ver lo decaído que estaba su hyung dentro de el puso sentir como un nudo en su garganta se formaba, detestaba verlo asi, mas porque aquel joven moreno era una persona tan amable, detallista y el mejor amigo que cualquiera pudiera tener, no comprendía como alguien pudo dañar algo que para el era sagrado, a su hyung quien sin esperar nada de el, siempre lo sorprendía al recordar cosas insignificantes, sin falta siempre recordaba su cumpleaños, el días festivos le llamaba y lo invitaba a pasar aquellos días con ellos, aunque algunas veces los dejaba a N y Leo que pasaran esos días juntos, inventaba que pasaría esos días con mi omma pero siempre al dia siguiente llegaba N-hyung junto con Leo-hyung con comida, veíamos películas y aunque siempre elijo de terror, N-hyung acepta aunque se muera del miedo..., "quien sea...lo encontrare y lo matare" pensó Ravi determinado, una vez más, el cuervo blanco había emprendido el vuelo. –


-Ravi rápidamente llevo la ropa de ambos al baño colocándola en un estante de color negro, tomo el espejo del baño y lo cubrió con una camisa suya vieja, lo descolgó y lo saco de ahí, salió de la habitación con total calma, lo dejo en el pasillo y cerro la habitación con seguro dejándolos a los dos dentro, camino a su hyung y lo tomo de la mano, este le sonrió en forma de agradecimiento apoyándose en su amigo, Ravi podía ver que aun tenía las piernas débiles su hyung por lo que lo sostuvo se la cintura con cuidado, no ponía presión en su agarra cosa que N lo notaba, Ravi estaba siendo tan amable con el, que estaba asiendo más fácil sobrellevar aquella horrible realidad. Durante el baño N intentaba mantenerse fuerte pero su sonrisa forzada era incluso más dolorosa que verlo llorar, se vistieron y Ravi le ayudo a su hyung a ponerse los bóxers y el pantalón de la pijama para que no se agachara ya que podía sentir dolor, al terminar Ravi le dijo a su hyung sobre la pumada que se debía poner en su entrada, N recordó aquel momento en donde estaba siendo sometido y su cuerpo se estremeció, sus ojos se quedaron mirando un punto fijo en la pared de frente mientras sus lagrimas comenzaron a salir. Ravi sintió como si le faltara el aire, aquellas lagrimas amargas recorrían la piel morena de su mejor amigo, "hyung..." dijo Ravi en un susurro, no dejo pasar ni un segundo mas y abrazo a su amigo, entre sus brazos el joven de piel morena lloraba como un niño pequeño, sus gritos eran ahogados por el pecho de Ravi, las manos de N se aferraban a la espalda de su amigo mientras gritaba de la tristeza y de la impotencia que sintió en ese momento, N se sentía desgarrado y lo peor..., se sintió solo. Dentro del corazón del joven de piel morena sabia que Leo volvería, no era posible que pudiera olvidarlo e iniciar una vida sin el, aunque su corazón no dudaría de su mejor amigo, era verdad que se sintió morir cuando decía su nombre y este jamás apareció.-

Dulce cafe...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora