Ally.
Oh no, hoy debo ir a la academia temprano. ¿Qué hora es?, creo que me quedé dormida.
—Hey, bella durmiente, llegarás tarde —Dice mamá entrando a mi habitación—. Ya son las 6:15, arriba.
—Si, se me pasó la hora —Digo sentándome y frotando mis ojos.
—Te he dicho que pongas la alarma.
—Lo sé, es que se me olvida.
—Bueno, vamos. Te espero abajo.
Me levanto rápido de la cama, voy a ducharme y entro a mi gran closet a luchar con mi ropa una vez más, es difícil cuando tu closet parece una tienda, originalmente la casa tenía 4 habitaciones pero Mel y yo convencimos a mamá de convertir la habitación que estaba en medio de nuestras recamaras en un closet para las dos, con espejos grandes, repisas y claro, mucha ropa. Hoy tengo clases de baile así que debo llevar ropa para cambiarme.
—Buenos días, princesita —Dice Mel entrando por la puerta de su habitación que da hacia el closet.
—Good morning, princess —La abrazo.
—¿No sabes que ponerte?
—No, ¿me ayudas?
—Claro —Busca entre las repisas— Uhm... Ten esto, este suéter y si, con esto y... esas botas —Me entrega unos shorts de Blue Jean un poco rasgados, un suéter color beige con una cruz de flores, un cinturón marrón y señala unos lindos botines marrones de trenzas.
—Pero son tus botas —Le digo poniéndome los shorts.
—Se que te gustan, tómalas, te las presto.
—Eres la mejor, ¿lo sabías? —Vuelvo a abrazarla.
—Lo sé, lo sé. Ahora ayúdame tú.
—Está bien —Camino por el closet mientras me pongo el suéter, tomo un blue jean rasgado y un sweater negro— Ten, ponte esto.
—Me leíste la mente, justo estaba pensando en ese suéter —Dice tomando la ropa que escogí para ella.
—Lo sé, que buena soy —Le digo mientras busco la forma de ponerme el cinturón— ¿Estás segura de esto?
—Si, espera, ven —Acomoda la parte del frente de mi suéter por dentro de mi pantalón y también me recoge un poco las mangas— Y ahora el cinturón.
—Oh, claro, mucho mejor —Digo mirándome en el espejo. Recojo mi cabello en un chongo despeinado—. Me gusta.
—Te ves muy hermosa.
—Igual tu, pero te falta algo —La miro y pienso. Voy a buscar una camisa a cuadros en blanco y negro y la ato alrededor de su cintura— Ahora si, perfecta.
—Gracias, Ally, eres una gran asesora de imagen.
—Aprendí de la mejor.
Decido no usar maquillaje, mi cara se ve bien hoy. Me pongo las botas y tomo un bolso también marrón, meto mi ropa de baile, mis zapatos y las zapatillas por si acaso, nunca se sabe realmente que haremos en la clase.
—¿Lista? —Le pregunto a Mel que por lo visto había terminado de maquillarse.
—Hmm, creo que si.
—¿Crees?, princesa, te ves preciosa.
—Gracias, mi niña. Bueno ya, vamos a desayunar, se nos hace tarde.
Bajamos a desayunar, al terminar ayudamos a mamá a lavar los platos y luego Mel y yo salimos en nuestros respectivos autos. El trabajo de mamá es cerca de la casa así que ella nos deja los autos a nosotras y se va caminando. A la mitad del camino recibo una llamada de Ethan. Respondo y pongo el altavoz.
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Volver a encontrarnos.
Ficção AdolescenteJulian Hyland es un chico de 19 años que vive en New York. Cuando él tenía 13 años, sus padres tomaron la decisión de mudarse y aunque el no quería marcharse no tuvo opción. Al tratar darle la noticia a su mejor amiga ésta no lo dejó, sólo le dijo...