capitulo 10. te quiero a ti

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andre sintió la rabia subirle a la cabeza, en ese momento quería despelucar a linda y dejara a samuel sin descendencia, ni siquiera entendía el porque sentía eso, solo sabia que le molestaba demasiado 

andrea: samuel!! linda!! ¿que significa esto?! -grito enojada-

linda: ¿que no estas viendo?, querida amiga, ¿acaso el golpe te dejo ciega? 

andrea: mira linda lisbeth castillo, no me hagas golpearte, sabes que no puedes conmigo 

linda: ay ya tontita, solo quería saber que tan gay era este bombonsito, venia a saber como estabas ya que no te haz dignado a llamarme y este monumento se me paro en frente 

andrea: creí que las cosas habían quedado claras, linda... vete de mi casa, ahora no quiero verte 

linda: andrea pero... 

andrea: que te vayas de mi casa!!! 

lindsa: uy, pero que intensa, ahí te ves, cuando me necesites, ya sabes mi numero -dijo enojada y salio de la casa-

samuel: ¿me puedes explicar que fue eso? -pregunto con el ceño fruncido-

andrea se acerco a el y con su mano izquierda le pego una cachetada que a pesar de no tener la fuerza que tiene con la derecha, lo hizo voltear la cara 

samuel: ¿¡a ti que demonios te pasa?! 

andrea: ¡¡te dije que no te metieras con ella! -le reclama molesta-

samuel: no veo que tenga de malo, te recuerdo que tu y yo no somos nada 

andrea: lo se, se que es un maldito juego, lo que no quiero es que juegues con ella 

samuel: ¿estas segura que es eso? o no sera que estas celosa? no te conviene enamorarte andrea -dijo en tono de advertencia-

andrea: en ningún momento dije que estuviera celosa o enamorada, deberías de ser muchísimo mas hombre para que yo llegue a sentir celos o amor por ti 

samuel: me estas diciendo que no soy suficiente hombre para ti? -pregunto enojado-

andrea: en la cama no te lo discuto, pero como hombre, así con el corazón en el pecho y no entre las piernas, pues no, no eres suficiente. tengo bastante claro que somos, samuel, un juego, un simple juego. lo único que te pido por ultima vez, es que no se te ocurra jugar con ella -dijo y camino hasta la habitación cerrando la puerta con fuerza- 

andrea empezaba sentir un fuerte dolor de cabeza, le daba tanto coraje la actitud de samuel y de cierta forma le dolía un poco que siempre pasa el dia restregándole en la cara que lo de ellos no era mas que un juego, ella sabia que era así, pero eso no significaba que no le doliera. 

samuel se quedo en la sala pensando en todo lo que había pasado, desconocía el por que del comportamiento de andrea, pero le molestaba, le molestaba que ella se creyera con derecho de decidir sobre su  vida.

preparo la cena y le pareció tan extraño que andrea no saliera, una de las cosas que ella amaba eran las pastas y mas si eran las de el, y que sintiera el olor y no haya salido era algo demasiado raro 

a samuel nunca le había gustado estar solo en la mesa y por esta noche tuvo que aguantarse, tenia que hacer las pases con andrea, por eso y por algunas cuantas pasiones que ambos comparten 

entro a la habitación y la encontró a oscura, por la claridad de la luna que se colaba por las ventana, supo que andrea estaba en la cama, para no molestarla, entro al baño y se puso su pijama para luego acostarse a su lado abrazándola por la espalda 

samuel: ¿sigues enojada? -pregunto mientras besaba su mejilla, pero andrea no dijo nada- ya andy, ya no estés enojada conmigo -dijo y esta vez beso su cuello, con eso andrea si reacciono- ya preciosa, sabes que me estas provocando desde esta tarde

andrea: déjame en paz samuel 

samuel: ya bonita... no seas así, anda, tony y yo te necesitamos, -dijo refiriéndose a su miembro-

andrea: te dije que me dejes en paz y espero que lo hagas sino quieres que deje a tony sin cabeza-

samuel: pero el ya esta animado, siéntelo -se movió restregando su ya erección contra su trasero- anda por favor -dijo y fue metiendo la mano debajo de las sabanas y luego bajo su pijama hasta apretar uno de sus senos, mientras continuaba moviéndose detrás de ella- por fis 

andrea empezaba a respirar con dificultad, los estímulos de samuel estaban surgiendo efecto, pero no pretendía perder su dignidad 

andrea: ¡ya basta, samuel! -dijo y se levanto molesta- te dije que me dejaras en paz, ¿¡¡no entiendes?!! -grito-

samuel encendió la lampara de noche que había de su lado cuando la habitación se ilumino, puedo ver sus ojos humedos

andrea: que no entiendes la palabra ¡NO! no quiero, acabo de tener un accidente, me duele la cabeza y hasta el brazo y a ti lo único que te importa es tener sexo! sexo y el maldito sexo! ¿¡que no puedes pensar en alguien mas que no sea solo tu?! 

samuel: andrea yo... -dijo apenado, se sentía muy avergonzado de verla así y saber que el lo provoco- 

andrea: me voy de aquí -dijo y se paro de la cama-

samuel: no andrea, espera, si hay alguien que se tiene que ir, ese soy yo, tu necesitas estar cómoda

andrea: vaya... que gentil, no tienes que hacer las cosas por obligación, samuel. hace menos de un minutos mi comodidad era lo ultimo que te importaba, me voy a mi estudio, tu quédate a qui a ver como resuelves tu problemita con tony. si quieres te puedo llamar a una prostituta o bien le digo a linda que venga -dijo antes de salir de la habitación- es tu decision permanecer aquí, samue., yo no te estoy obligando a nada. yo creo que esto ya se esta saliendo de control -dijo y salio definitivamente cerrando la puerta detrás de ella

samuel: ¿que fue eso? -se pregunto cuando andrea salio- y no andrea -dijo mirando hacia el techo- no quiero ni a linda ni a ninguna prostituta... te quiero a ti...

Jugando a Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora