Capitulo 26. Firmes sentimientos

1.2K 142 24
                                    



estaba mas que claro que corrian peligro, pero en ese momento, el miedo mezclado con la adrenalina le provocaban aquellas sensaciones aterradoramente divertidas que andrea tanto amaba, la jaula empezo a suir y ninguno de los dos se percato como los jovenes y el capital de la embarcacion los tomaban por los hombros y los sacaban del agua como si se tratara de la cosa mas ligera.

en miedo embargaba el cuerpo de samuel, en ningun momento solto a andrea, la apreso a su cuerpo abrazandola con ambos brazos y esta se aferro a ellos, estaba tan nervioso que ni siquiera se dio cuenta que estuvo afuera hasta que el capitan empezo hacer preguntas

capital: ¿están bien? -pregunto preocupado

samuel reacciono en ese momento, soltó a andrea para tomar su cara con ambas manos, se aseguro que no tenia ni un razcuño y la abrazo apretando su cabeza a su pecho

samuel: andrea, ¿te encuentras bien? -pregunto preocupado al ver que no decía nada

andrea: s-si -tartamudeo, estaba en shock, lo que acabab de vivir fue la cosa mas increible de su vida, jamas habia sentido ese choque de meocion, miedo y adrenalina a la vez-

samuel: ¡Dios! que susto -dijo beso sus labios y volvio a abrazarla-

Andrea: Samuel... ¡OH MY GOD! -grito haciendo que los timpanos de samuel le recriminarán ese acto- !eso fue la cosa mas increible del mundo!! ¡deberíamos hacerlo otra vez! ¿se puede? -pregunto al capital y este abrio ligeramente la boca mientras enarcaba una ceja. si que estaba loca. penso el señor

samuel se quedo sorprendido, enojado. andrea al parecer jamas aprendería y eso empezaba a cansarle. no volvio a hablar durante todo el camino de regreso, estaba indignado, ni siquiera por que vio su vida en peligro podia dejar de pensar de esa forma tan alocada que amaba pero en momento como ese lo irritaban

andrea: ¿estas enojado, bombo? -pregunto mientras entraban a la habitacion-

samuel: si andrea, muy enojado, no puedo creer que ni siquiera porque tu vida estuvo en peligro dejas de comportarte de esa forma tan estupida

andrea: perdoname por vivir, no tengo la culpa de que a ti te aterre hasta una mosca, no paso nada samuel y si, fue emocionante presenciar todo eso

samuel: ¡Dios! es que no puede ser -solto enojado-

Andrea: ¡ya! ya deja de ser tan enojon, samuel y disculpame de verdad si hice algo que te incomodara, pero no puedes cohibirme de hacer las cosas que me hacen sentir bien, hasta ahora nadie lo ha logrado y tu no seras la excepción -solto molesta y se dirigió al baño, cerró de un portazo y unos segundos despues volvio a abrir- pide algo para almorzar, ya es tarde y tengo mucha hambre -volvio a cerrar y nuevamnte varios segundos despues volvio abrir- quiero langosta -dijo esto ultimo y esta vez si volvio a cerrar definitivo

samuel se sentó en el borde de la cama y cubrio su cara con ambas manos, estaba claro que andrea nunca iba cambiar, que el no lograria eso, si queria permancer a su lado, solo tenia que tolerarla y rogar para que un dia se de cuenta de su comportamiento tan  extraño

cuando andrea salio del baño ninguno dijo nada, samuel solo entro al baño y cerro la puerta detrás de el, ya habia pedido algo de comer para que lo llevaran a la habitacion, por ese día no pretendia salir de ahi y que andrea vea algo atractivo para poner su vida en peligro, ya habia tenido suficiente con lo que paso hace unas horas

cuando samuel salio del baño, su cuerpo desperto de una manera poco conveniente ahora que estaban enojados, andrea cínicamente solo se habia puesto las bragas, estaba ahi sobre la cama, comiendo su langosta como si nada con los pecho al aire

¡Descarada provocadora!

pero toda su emoción se esfumo al imaginarse si quiera que andrea haya recibido de la comida de esa misma forma

como si estuviera adivinando su pensamiento o porque su expresión lo dejo al descubierto, andrea decidio sacarlo de su macabro error

andrea: no, no abri la puerta asi, no suelo exponer lo que ya tiene  dueño a otras personas... ademas quien trajo la comida andaba dejando plumas y brillantina en el camino -dijo para tranquilizarlo, ya no queria pelear y si le decia que el tipo que llevo la comida era un rubio incriblemente guapo con bronceado perfecto y cuerpo esculpido por los dioses y que incluso le pidio su numero de telefono. empezaria una batalla campal ahí mismo

samuel: mas te vale -dijo soltando todo el aire contenido y curvando sus labios en una sonrisa picara llena de deseo, camino hasta donde andrea y se coloco detras de ella, ella en ningun momento dejo de comer- me alegra que tengas bastante claro que todo esto -susurro muy cerca de su oido mientras colocaba una mano en su vientre subiéndola poco a poco hasta cubrir por completo uno de sus pechos con su mano- es mio... no lo olvides nunca. -acto seguido se alejo de ella dejandola con todo el deseo contenido y se sento frente a ella a comer

sus discuciones eran por muy poco trayecto de tiempo, comieron entre risas y unas que otras insinuaciones, pero antes de terminar, andrea se puso de pie y fue corriendo hasta el baño y devolvio todo lo que habia comido hasta ese momento

samuel de inmediato fue tras ella y como la vez pasada, tomo su cabello y acaricio su espalda, algo no iba bien con ella

andrea: creo que esa langosta estaba hechada a perder

samuel: no andrea, algo no va bien contigo, ya ha pasado mas de una vez y no es normal que tu que siempre haz tenido buen diente vengas ahora y que todo te de por vomitar

andrea: si serás... eres demasiado exagerado samuel, sabes muy bien que los mariscos suelen intoxicar con frecuencia por una u otra razon. estoy bien, solo... solo vomite y me duele un poco la panza

samuel: no me importa, vamos a un medico ahora

andrea: ¡nooo! -hizo berrinche- no quiero cambiarme... si duermo un rato se me va a pasar, ya, bombon, no quiero ir al hospital y menos aqui que las personas son tan raras. ya -dijo al ver que su mirada no cambiaba- no arruinemos este viaje, dormire hasta mañana y te aseguro que estare como nueva para nuestro paseo en moto por la playa

al parecer Andrea ignoraba todo lo que estaba cambiando en su cuerpo, la aunsencia de su periodo que le llego antes de entrar al mar, se enfumo con el susto que pasaron,

"sea lo que sea, no es algo por lo que me vaya a morir" -dijo antes de cerrar sus ojos sobre aquella superficie acorchada que la reconfortaba tanto.

Los días en australiana fueron lo mejor de sus vidas, visitaron todos lo lugares que pudieron, iban a la suite sólo en las noche. Andrea disfrutaba todo los lugares por donde pasaba lo único que cada vez la agotaba más cosa que atribuyo a las largas caminata.

Tomados siempre de la manos iba de un lado a otro, así la quería tener siempre, descubriendo el mundo juntos todo lo que sea posible. Hoy ya regresaban a los ángeles, al día siguiente era la presentación de las exposición de Andrea ella tenía ese brillo tan especial en sus ojos parecía un sol andante ante todos los acontecimientos

A partir de ese momento samuel tenía más que claro que estaba dispuesto a permanecer a su lado para siempre y quería que todo lo que sentía quedara sellado por un lazo aún más fuerte...

Jugando a Enamorarse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora