Capitulo 22. Relación preocupante

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Andrea se encontraba atónita, con la respiración irregular y un sentimiento inmenso y aterrador ansiado por salir de su pecho. Nunca se imagino que samuel le pediría algo así, era más fácil de creer que nevará en los ángeles a que samuel le haya pedido que fuera su novia. Muchas cosas pasaron por su cabeza, jamás había tenido tantas ganas de decir un si y le aterraba esa sensación de necesidad.

Andrea: puesto a que ya como quien dice estamos viviendo como novios, pues si, acepto, ¿que podría salir mal? -se preguntó más bien a si misma, tenía miedo de necesitarlo demasiado y más aún no saber como llamar lo que estaba empezando a crecer en su pecho, en todo su ser

Samuel: exacto, tu lo haz dicho, nada podría salir mal, sólo que tendremos más responsabilidades en cuanto al otro -respondió sin ni siquiera pasarle por la cabeza a que se refería con eso de más responsabilidades, siempre trataba de hacer todo para agradarla.

Andrea: espero que continúes teniendome tanta paciencia como hasta ahora... Como sabrás, nunca he tenido un novio así súper serio, no se que comen o ¿hay que sacarlos a pasear o algo así? -preguntó con total sinceridad, sabía muy bien como conportarse en cuanto a el sexo sea la única cosa que lo uniera a aún hombre. Era cierto, nunca había llevado una relación formal y temía que eso cambiara el trato que siempre ha habido entre ellos desde que se conocieron

Samuel: oye... Tampoco soy perro, soy tu novio no te pases -exclamo en un fingido tono de indignación antes las palabras de su novia.

Si, eso sonaba muy raro, el tampoco había llevado una relación sería, lo más serio que tuvo fue con su prima kara y ya daba por hecho que acabo desde el momento que su mirada se encontró con la de andrea

Andrea: como sea. Ya vamos a dormir... Sospecho que mañana será un día muy pesado -concluyo mientras se dejaba se dejaba caer sobre la cama. Samuel se levantó de la cama y se puso sólo el pantalón de la pijama para luego acostarse juntó a andrea abrazándola por la espalda aferrandola más a su pecho

Y tal como había dicho andrea. Una llamada en el teléfono de samuel la hizo despertarse, samuel apenas se inmuto, sólo se dio la espalda y coloco una almoda sobre su cabeza.

El teléfono continuo sonando y a samuel no le hubo quedado de otra que tomarlo. Era franco, lo había llamado emocionado ante la aceptación que había tenido sus memorias de la infancia, adolescencia y parte de su adultes

-Reconozco mis méritos como escritor, pero... Vaya que ser guapo logra muchas cosas -pensó samuel mientras se colocaba una camiseta para salir a la cocina-

Cuando lo hizo se encontró con la persona que había puesto su mundo de cabeza en apenas unos meses sin ni siquiera proponérselo. Andrea estaba de espalda a el, frente a la encimara preparando el desayuno mientras contoneaba sus cadera a ritmo de una canción que en ese momento le importó poco saber cual era. Inmediatamente su cuerpo reacciono ante los movimiento de aquella figura delgada, con atributos proporcionados a su cuerpo y su melena larga negro azabache con la que soñaba todas las noches con tener desparramada sobre su pecho.

Se acercó tentativamente a ella y cuando la tuvo cerca, la tomo de imprevisto tomándola por la cintura y pegando de inmediato su masculinidad erecta en su trasero

Andrea dio un pequeño saltito ante el susto que le dio samuel, pero luego se obligo al morder su labio interino editada ante la cercanía y excitación de samuel

Andrea: vaya que se levantaron animalitos hoy -su intención en ese mismo momento era voltearse, colocar sus piernas arrededor del hombreton que tenía detrás de ella y obligarlo a que la hiciera suya justo ahí. Pero los planes de samuel eran definidamente otros, no en cuanto a hacerla suya porque eso era lo que pensaba cada vez que la tenía cerca, sino en cuanto a la posición en que lo haría. La sostuvo de los hombros cuando está intento voltearse impidiéndole que lo hiciera

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