Lunes 10!
Aleluya!
Hoy veré aquella chica misteriosa que me eriza la piel, dirán que suena gay, pero chicas, si ustedes supieran lo estúpidos que parecemos cuando nos enamoramos.
Me arreglo rápidamente, no puede desayunar ya que no me alcanza el tiempo y no pienso perder la oportunidad de verla hoy.
Tomo las llaves de mi pequeño departamento, cierro la puerta detrás de mí y camino a zancadas, tomo un taxi y le indico mi destino al chofer.
-
Pago, me bajo y llego hasta la esquina.
Antes de doblar respiro profundo y trato de calmar mi acelerado corazón.
Doblo y la veo, esta mierda que siento dentro de mi pecho no se lo deseo a nadie, sería maravilloso que el tiempo se detuviera para tener su imagen todo el puto día, siento como si me faltara el maldito aire, es algo parecido a como se siente un pez fuera del agua.
Luce un rosa pálido en su largo y ondulado cabello, trae un libro entre sus manos y unos blancos audífonos en sus oídos.
Es simplemente perfecta, el potente azúl de sus ojos hace una perfecta combinación con el cielo y el sol.
Pasa por mi lado y su brazo desnudo roza el mío. Es una sensación excitante...
Ese exquisito y ya distinguido olor a café que siempre tiene, se impregna en mí.
Una sonrisa se planta en mi rostro, ya tengo que doblar en la siguiente esquina por lo que decido mirar hacia atrás como siempre, pero algo me sorprende esta vez.
Ella ya me está mirando...
Nuestras miradas se desconectan cuando la tosca pared se interpone.
Llego a la librería y saludo, estoy más eufórico y de mejor ánimo que nunca, ella me ha mirado.
Se ha percatado de mi existencia.
-Oye, ¿me estás escuchando?, llevo más de una hora hablándote y tú solo tienes cara de idiota- se queja Natalia y me contempla con su fina ceja levantada.
-Lo siento, ¿qué me decías?- pregunto y me acomodo detrás del mostrador.
-Nada, sólo olvídalo- alega con la mirada apagada.
-Vamos Nata, dime, prometo ser todo oídos- prometo haciendo un puchero.
-Nada... Yo te lo digo después- balbucea entretanto se aleja de mí levemente sonrojada.
La campana de la librería tintinea indicando que alguien ha entrado, miro en dirección a esta y veo una morena simpática.
-Buen día- saluda con voz cantarina.
-Buen día- saludo de vuelta.
-Oye chico, busco un buen libro erótico, ¿cual me recomiendas?- pregunta con picardía e intenta coquetearme.
-Acompáñame por aquí- le pido, me salgo de atrás del mostrador y la llevo a la sección de libros eróticos.
-Están estos- le enseño una trilogía.
-¿Y si lo practicamos?, creo que sería más... Interesante- propone y pasa su dedo por mi abdomen.
-¿Vas a llevar la trilogía sí o no?- cuestiono .
-Oye... Pero qué amargo- se queja, rueda los ojos y mueve sus caderas exageradamente hacia la salida.
_Chicas con tanto potencial físico y se rebajan como perras necesitadas pudiendo tener lo que desean_ pienso.
¿Y qué hubo de mi resto de día?
Atender a las personas y pensar en aquella chica que me desorienta el 10 de cada mes.
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10 de cada mes
Teen Fiction10! Espero éste número con ansias. ¿Por qué? El 10 de cada mes, veo aquella chica misteriosa que me quita el sueño. Aquella chica que siempre lleva un diferente color de cabello y una expresión neutra. Muchas veces pasa con un libro en sus manos o...