capitulo cinco

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Considerando las situaciones que habían sucedido, debía pensar en un medio de transporte ajeno al agua o tierra. Pensé en pedir una pequeña avioneta al departamento de policía; pero en verdad no había un lugar para el aterrizaje o el despliegue. Era insuficiente el ancho de las calles. No eran suficientes.
No lo podía creer estaba llamando al departamento de policía por la paranoia de una adolescente con trastornos mentales. Me detuve por un tiempo y fingí que no hubo respuesta afirmativa del departamento de policía, para que Sheylle no se decepcionará.
No lo podía creer llegué a punto de arriesgar mi vida en explorar el único indicio que todos culpan, la dichosa “Casa de los espejos". Nunca creí llegar a tal punto. Pero no dejaba mi mente de creer en partes que decía Sheylle. Lo que dijo de la anciana me dejó pensando. No podía negar que ella tenía razón hasta ese momento. Pero... ¿Que tal si en realidad hay mas personas? ¿Que pasa si ellos presienten que las personas del hotel son peligrosas y piensan que la anciana es ajena a ellos? Debía esperar tener pruebas suficientes antes de actuar. Veo que Sheylle nunca estudió la carrera policial y tiene mas olfato que yo. Puede ser que ella tenga razón por lo de la comida.
¿Y que hay si lo de la comida es tan solo otra de sus imaginaciones? En serio estoy tocando fondo creyéndome la versión de una adolescente con serios problemas mentales, físicos y sentimentales.
Con tantas dudas salí a explorar las calles antes del atardecer, yo ya mre había dado cuenta como la noche anterior cerraron las puertas y las reforzaron con esa enorme piedra. Debía regresar antes de las 5:30 o yo era historia en medio de ese pueblo fantasma sin que ni para que refugiarme. Salí con dirección a la casa del padre de Sheylle. Mi objetivo era saber lo que sucedía con respecto a Sheylle y su familia.
Escarbé entre toda la casa con el objetivo de hayar algo. Me fui y vi unos muy extraños cajones de archivos con varias etiquetas. Busque dentro de ellas. Nada mas que facturas, libros contables, plantillas y balances interminables. Mis ojos se habían cansado de ver tantos números, pasé como una hora sumergido en los cajones de dicha residencia. Me faltaba un último cajón, donde vi un folder con un logo de un caro hospital. El sello era un folder que pertenecía a dos áreas, traumatismo y psiquiatría. Los exámenes eran de Sheylle. Arrojaban que tuvo una lesión en la cabeza por una caída en las escaleras, el traumatismo desarrolló un cuadro de delirios, alucinaciones y síntomas de esquizofrenia. Era totalmente lamentable ver las causas de los pensamientos de Sheylle. Además habían algunos certificados de la academia de North Island donde culminó su secundaria.
Esta vez me interesé mas por su caso. Tenia entre ceja y ceja el pensamiento de lástima por Sheylle y a la vez miedo de que ella fuera peligrosa.
Revisé una habitación donde estaban las cosas de Sheylle, tan solo con el objetivo de saber mas acerca de ella. Quería ver si había alguna especie de diario, apunte, o pensamiento.
El cuarto antes de que yo entrará estaba ordenado. Vi de repente una caja debajo de la cama de Sheylle con una pequeña alacena llena de sopas. Abajo había una llave pequeña con un llavero de cuero. En el llavero de cuero oscuro estaba la figura del rey astro el sol. Y en la parte de atrás la frase: “Hay muchas verdades tras un solo sol" me quede frío por un momento.  Esa había sido la frase con que la anciana se había librado de decirme sus motivos para no marcharse.
Busque algo que me refiriera al origen de la frase. Y efectivamente mi búsqueda dio fruto, había una pequeña inscripción que decía : “Academia de North Island" quiero explicar algo antes de seguí para que me entiendan. Una academia es como la secundaria solo que los estudiantes viven allí. Y la secundaria nada mas estudian allí y cada cual vuelve para su casa.
Le eché otra mirada al expediente médico de Sheylle y vi la fecha. Ese golpe había sido hace años. Además el expediente exigía un análisis de la paciente cada mes. Eso quería decir que en la inmensa bóveda de archivos de este pueblo estaban los análisis que determinaban el resultado del estado de salud de Sheylle.
Tome la llave y el expediente médico, los acomodé en mi maletín. (Siempre llevaba mi maletín conmigo, realmente era de ayuda).
Debo de ser claro desde un principio, esto va contra mis reglas personales. Solía ausentarme de lugares como hospitales, por un miedo a cosas que me tupen la mente de ellos. Si habitados eran para mi terroríficos mentalmente hablando, ahora deshabitados era un rotundo no.
Además me aterraba ir a una escuela cuando todo estaba solitario, esto es por un trauma de la infancia que odio recordar.
Ya sé que sueno como un total inútil. Pero en este pueblo fantasma había puesto mis propias reglas; pero debía sacar el valor de mi masculinidad que me obligaba.
Caminé la distancia hacia el  hospital de North Island. Era aterrador pensar en entrar allí todo para saber mas sobre Sheylle y traer medicinas para la congestión alcohólica de Jena. Además traté de tomar algo de antisépticos. Ya estando mas adentrado en el hospital, busque la consulta externa y sus archivos. Rebusque en la antigua bóveda y mi frustración creció por el tiempo desperdiciado sin encontrar absolutamente nada.
Pensé por un momento mas y me dirigí a psiquiatría, busque la bóveda de ese lugar con los archivos. Tras una hora encontré los archivos de Sheylle.  Los mismos testificaban que ella no había sufrido consecuencias post- traumáticas mentales.
Aunque otro archivo el cual era el último decía que se había desarrollado un mínimo síntoma de narcolepsia. Pero la esquizofrenia, alucinaciones y delirios quedaban completamente descartados.
Eso quería decir que ella no estaba loca, sino tan solo estaba con la mente revuelta por todo el asunto y la desaparición de su familia.
Salí del hospital hacía la academia de North Island. La llave por su tamaño revelaba que pertenecía a un casillero, un cajón, un candado o un pequeño cofre. Comencé a buscar los objetos mencionados con relación a Sheylle. Di con la habitación de Sheylle gracias a un inmenso índice de habitaciones ordenado alfabéticamente. Sheylle tenia su habitación en el piso ocho del edificio. Parea ser un pueblo esta academia era bastante grande, ni siquiera como la de la ciudad.
Subí a su habitación, pero cuando caminaba por los pasillos oí ruidos dentro de la habitación de Sheylle. Me asome a la ventanilla y vi una gran silueta en medio de las tinieblas de la habitación; acompañada de una respiración espeluznante y peligrosa. Mi corazón comenzó a latir como un tambor, y mi respiración se puso como que hubiese corrido los cien metros planos. ¿Podria ser que esa extraña silueta fuera la causa de las desapariciones en aquel pueblo? Ahora mismo me sentía el hombre más estúpido al estar en ese lugar. La noche cayó en ese instante. Mi cuerpo entró en un inminente estado de shock. De repente la silueta guardó silencio. Era una muerte inminente para mí.

La casa de los espejos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora