La casa de los espejos.

siete.

Me quedé completamente inmóvil por un tiempo indescriptible, de largo y sepulcrar silencio que anunciaba y antecedía una muerte segura para mi. ( Lorentz) la silueta no hacia tampoco un movimiento, solo se quedaba fija viéndome pensé en ese momento que podría ser mi sombra. De repente una lámpara  alumbró toda la habitación dejando al descubierto la identidad de la silueta. La silueta en realidad era una joven con el cabello corto y rizado con un semblante pálido y la mirada pérdida como la de Sheylle. Su cuerpo alto y completamente delgado como si hubiese pasado allí en total abandono por días.
—¿Eres de los malos?
—No yo soy de los buenos. Soy amigo de la antigua dueña se esta habitación.
—¿Eres amigo de Sheylle?— dijo sonriendo —
—Si lo soy. ¿Y tu quien eres?
—Soy su amiga. Mi nombre es Crishanda.
—Yo me llamó Leonard Lorentz.
—Usted parece ser de los malos.
—¿quienes son los malos?
—Nadie lo recuerda tan solo lo presiente. Los malos tan sólo quieren hacer desaparecer a los que quedamos en este pueblo.
— ¿porque?
—Oi que van atacar un hotel que sirve como fortaleza esta noche. Quieren hacer desaparecer de una sola vez al resto. Tenemos que sacar de allí a Sheylle.
—¿Dime como son ellos?
—Parecen humanos pero no lo son. No tienen ni una sola pizca de humanidad.
—¿que quieren de nosotros?
—No dejar evidencia de lo que hicieron.
—¿Tan solo quieren destruir?
—Descubrir a los que recuerdan algo de lo que sucedió.
—¿Tu recuerdas algo?
—No, en realidad no.
—¿Como podrían destruir a los últimos 52 habitantes de dicho pueblo?
—Lo harán parecer un accidente.
—Debemos quedarnos aquí.
—No podemos. Muchos podrían morir ahora.
—Ellos salen a patrullar, se les hace mas fácil hacernos desaparecer. Ya nada mas queda, se acabó la esperanza.
—¿Mira que abre esta llave?
—Es la del casillero de Sheylle.
—No lo habrán —dijo Sheylle con la respiración agitada— alli esta la verdad de este asunto. Es lo único que recuerdo.
—Que estas diciendo???!!!
—Si Lorentz. En ese casillero esta mi diario y esa es la verdad y los recuerdos de lo que sucedió. Pero ellos buscan recuerdos, los olfatean, y buscan destruirlos.
—Por eso quieren destruir el edificio. Porque detectaron tus recuerdos Sheylle. Y eso es lo que buscan. ¿Pero como detectan los recuerdos?
—Ni siquiera yo lo sé. Tan solo sé que ese diario significa mi muerte.
—Sheylle, si tan solo logramos salir de este lugar. Podríamos leerlo y saber la verdad. Ellos jamás lo permitirían.
—Lo lograremos.
—Eso lo dudo— dijo un hombre de entre las sombras— Al fin encontré el indicio de todo, debo admitirlo ganaste Alicia.
—Admitelo  idiota te gané.—dijo Sheylle, pues su nombre real era Alicia. — siempre lo supe es tan estúpido para ser cierto.
—Pero tu victoria se acabó seras la primera en morir.
—lo dudó —dijo Crishanda desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos junto con ella nosotros hasta la orilla del puente que comunicaba a North Island con la casa de los espejos—¡Sheylle tu amiga se desmayó!
—Yo no soy Sheylle. Ni ella es Crishanda. Son nombres falsos, documentos falsos, tan perfecto para el resto del mundo y tan estúpido para nosotros.
—Date cuenta. Lo logramos.
—¡Jena! ¡La van a asesinar!
—Tienes razón. Yo iré por ella.