Su Boda Trágica y Yo

7. Samantha

Jace pov.

No sabía que rayos hacer, mi madre era demasiado sobre-protectora y si se enteraba que estaba teniendo sexo con una pasajera, me mataría. – hijo, ¿eres tú?- se oía muy sorprendida – estoy algo ocupado en este momento- me apresure a fingir que pujaba – tengo un severo dolor de estómago- 

- ¿estás bien?, ¿debo buscar ayuda?- ahora se oía más preocupada, (lo estas empeorando imbécil) – no, no, estoy bien, será mejor que vuelvas a tu asiento-

-seguro, aquí tengo pastillas para eso-

- de verdad, estoy bien- en ese momento mire a aquella chica, ella no podía contener la risa, pero a la vez se le notaba algo preocupada – bueno, en cuanto salgas ve a verme- apenas se fue, rompimos en risa al percatarnos de la catástrofe que habíamos evitado. Después de habernos arreglado, decidimos salir uno a la vez, cuando estaba por abrir la puerta, el piloto dio el aviso de que estábamos por aterrizar. Me apresure a salir y trancar la puerta, para que nadie se diese cuenta que alguien estaba en el baño conmigo.

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Elena Pov.

El salió algo apresurado, en cambio yo me quede en el baño, esperando a que todos bajasen del avión, después de un rato, asome mi cabeza, para verificar que no quedaba nadie. Al ver que el avión estaba vacío, Salí y toque la puerta del conductor dos veces, y el sexy aeromozo, con el que hace poco había tenido un momento maravilloso, abrió la puerta. – veo que ya estas lista- el me hecho una mirada seductora –siempre estoy lista- .

...

Los días pasaron muy despacio, al parecer es mentira lo de que el tiempo vuela cuando te diviertes. Las hermosas playas de Hawaii, eran una gran distracción, además de las pequeñas noches con mi gran Jace , no puedo creer que haya tenido sexo con el sin siquiera preguntarle su nombre, menos mal que se lo pregunte antes de tenerlo por segunda vez. Después del quinto encuentro, decidí alejarme un poco de él. Tres días después de nuestro último encuentro, me encontraba paseando en el jardín del hotel donde me estaba hospedando, y cuando estaba por regresar a la habitación, pude distinguir a Gertrudis con un horrible vestido playero, pero lo que me causo intriga, y me obligo a seguirla, era que estaba acompañada de Jace, (ese imbécil me engaña con esa vaca), después de un largo espionaje, ellos se detuvieron en una pequeña cafetería, intente acercarme sigilosamente. Cundo estuve a un distancia prudente, (a dos centímetros del cristal de la cafetería claro) –que demonios hace ese imbécil-

Estaba tan concentrada odiando a la estúpida de Gertrudis, que no me di cuenta que una chica rubia, casi de mi estatura, se acercó a Jace, para cuando me percate de su presencia, sus labios se encontraba reposando sobre los de Jace.