Su Boda Trágica y Yo

4. Turbulencias en el vuelo

Quede completamente impresionada con aquel adonis - si gracias, es que se había trabado esa porquería- le dije intentando ocultar mis ojos estúpidamente enrojecidos.

– bueno creo que deberías darte prisa- el dirigió su mirada hacia mi cartera.

–por qué lo dices-

-es que puedo ver tu pasaje- a pesar de hermoso, observador.

– jejeje, en ese caso mejor me voy- le bese la mejilla y me dirigí al pasillo de abordaje.

...

Me alivie al estar por fin en el avión (asquerosa Gertrudis, la próxima vez que la vea le voy a partir la madre) apenas entre, comencé a buscar con la mirada a aquel chico (¿estará en mi vuelo?) sin encontrarlo, me apresure a tomar asiento, después de media calurosa hora, cerraron las puertas y comenzaron la aburrida charla de las reglas para poder despegar. Después de escuchar toda aquella tontería, me di cuenta de que la voz me parecía conocida, así que minutos después del despegue, me levante y hice las veces de ir al baño. Me encontraba frente a la puerta del baño, gire mi cabeza de lado a lado, para verificar que nadie me prestaba atención, rodé un poco la cortina, que separaba las clases, y pude verlo, hay estaba el mi aeromozo perfecto, ahora se veían más hermoso que en el baño, delicadamente pose mi mano sobre su hombro, el volteo exaltado.

– Creo que no te agradecí por lo de antes- le guiñe el ojo.

– bueno, no hay problema- el froto su cabello y dirigió su mirada al suelo algo apenado.

– ¿qué te parece si te agradezco ahora?- me acerque a el y coloque mi dedo en su pecho, bajándolo suavemente hacia su abdomen, él se estremeció, como si un escalofrió recorriera su cuerpo.

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Jace pov.

La chica de antes estaba rosando mi abdomen con su dedo, inmediatamente mi cuerpo reacciono, un escalofrió lo recorrió por completo. –bue... no... creo que no es el mejor momento- gire mi cabeza, para verificar que nadie se había dado cuenta de lo que sucedía.

– Pero si este es el mejor momento, todos duermen- ella se mostró muy deseosa -y además no sabes cómo te voy a agradecer- susurro a mi oído, luego lo lamió. En ese instante ya no estaba pensando, así que la tomé de la cintura y la metí al baño de un jalón, ella empezó a quitarme la camisa desesperada y yo su vestido color lila, le quedaba hermoso y sexy. Ella jadeaba de una manera excitante, sus gemidos eran música para mis oídos, estaba mojada, muy mojada, las envestidas eran salvajes, tanto, que los jadeos se hacían fuera del baño, mi boca comenzó a recorrer su cuerpo, de inmediato, pude notar que sus pezones se endurecían. Pare por un segundo y la mire a los ojos. Se veía que lo pedía, que lo deseaba. Comencé a rozar el borde de sus pezones con mis dedos, ella se mostraba muy excitada, y cuando me percaté de que su pezón estaba completamente duro, lo presione levemente con mi lengua. Ella expulso un gemido muy fuerte, de la impresión retrocedí y golpee la puerta del baño, voltee a mirar, ella estaba impresionada. Seguimos con el acto unos minutos más, pero fuimos interrumpidos por una voz que se me hacía conocida. 

- ¿hay alguien ahí? –

-mamá-