10. Pinche perro infiel.

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Elena. Pov.

Después de haber sido corrida de la cafetería, gracias a la arroz (lean arroz al revés), suripanta de cuarta, mísera arrastrada, asquerosa ofrecida, pinche pasiva de samantha, me dispuse a dar un paseo a la orilla del mar para despejar mi mente. No es que fuese difícil hacerlo, mientras caminaba, mucho rescatistas ofrecieron darme un tur en bote por la rivera. (Ya quisiera), estuve media hora caminando a la orilla de la playa, y adivinen que, nada, nadie, ni el perrito faldero más feo se me acerco. Me frustre bastante al ver que estaba sola en el lugar con el que siempre había soñado vivir, así que regrese al hotel, ordené servicio a la habitación. Cuando llego, me eche en la cama a devorar ese delicioso pote de helado de galletas que me había costado una fortuna.

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Jace pov.

- ¡¡¡ ¿POR QUE A MI?!!!- exclame de un fuerte grito, mientras intentaba buscar una forma de hacer que Elena no me odiara, y de explicarle a mi madre, que no quería nada con samantha. De tanto pensar, me dio un fuerte dolor de cabeza, así que volví al hotel para tomar una siesta.

...

- no, que haces, no, Elena déjala, samantha no tiene la culpa- intente separar a Elena quien tenía a samantha tomada del pelo, pero su agarre era muy fuerte –no, espera que haces- dije de un fuerte grito, mientras intentaba evitar que Elena arrojase a samantha de un risco.

En medio de mi desdén, sentí como si almo me estuviese halando –Jace, Jace, despierta- me levante de manera exaltada, preguntándome que había sido todo eso – ¿estás bien?, estabas hablando dormido- me explico samantha, intentando calmarme. Yo me apresure a abrazarla, para comprobar que estaba bien – ¿tu estas bien?, pero te vi caer del risco- la paranoia me estaba consumiendo, ella solo coloco sus manos en mis mejillas, y me obligo a verla a los ojos – yo estoy bien mi amor, no hay nada de qué preocuparse- sentí como sus tibios labios acariciaban los míos por un largo rato, después de aquel largo beso, ya estaba convencido de que todo había sido un sueño

- y dime amor, ¿qué fue lo que soñaste?- me pregunto mientras sobaba mi brazo –pues que...- me encontraba algo nervioso con su pregunta, (no puedo decirle que Elena la intento matar, aunque en realidad, eso resolvería todo) – pues que te caíste de un risco y eso me preocupo mucho- ella se apegó por completo a mi brazo – ¿de verdad?- ella dirigió su mano a mi abdomen, y comenzó a acariciarlo de manera circular

- espera, ¿qué haces? - intente tomar un poco de distancia –nada mi amor, solo intento demostrarte que estoy bien- ella se volvió a pegar a mí, pero esta vez, parecía estar muy excitada –oye, no creo que esto sea correcto- ella acallo mis palabras con un beso.

Pude sentir como desabrochaba uno a uno los botones de mi camisa, de inmediato supe lo que quería. (¿Qué hago?, esto no está bien, pero, lo mejor será disfrutarlo, lo que dure) ella me quito por completo la parte superior de mi vestimenta, yo no me quede atrás hice lo mismo, pero a diferencia de mí, su vestido era de una sola pieza, así que salió al primer tirón. Samantha al verse solo con ropa interior, se éxito por completo y como fiera se dirigió hacia mi pantalón. Después de haberme dejado sin prenda alguna, se colocó sobre mí y con su mano derecha tomo mí miembro, mientras con la izquierda, separaba sus labios superiores, intentando que el paso a su interior, se hiciera con completa facilidad (hoy si toca).

Ya faltándome pocos centímetros, para comenzar a introducir al campeón, se oyó la puerta sonar. No le prestamos atención y seguimos, cuando por fin se habían tocado nuestros cuerpos, la puerta se abrió, rápidamente gire mi cabeza, y pude ver a una encabronada Elena, que estaba sosteniendo una rosa blanca.

ϙtCt

Su Boda Trágica y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora