Al salir de la casa Tendo el silencio se hizo presente, la joven de orbes castaños caminaba pensativa con la vista el suelo sin expresión alguna, Ukyo la miró de reojo intentando buscar algo que le revelase cómo se sentía su acompañante en esos instantes, pero no logró encontrar nada, se limito a seguir su camino mirando hacia el frente con un deje de angustia. El silencio de Akane tenía una razón lógica, para que negarlo, la noticia le había caído como un balde de agua fría aunque en casa simplemente se limito a ocultarlo, no quería preocupar a nadie o más bien era que no quería mostrarse débil, no toleraba el hecho de que los demás se percataran que aún no superaba la partida del joven de la trenza, aunque ellos lo supieran, no podía demostrarlo, al menos no a su familia, porque sabía que con Ukyo y Ryoga era diferente a ellos no podía esconderles nada, y no sabía por qué sólo sabía que así era. Sentía una fuerte presión en el pecho, un gran nudo en la garganta y poco a poco su visión se iba tornando algo borrosa, lo inevitable estaba por comenzar, pero no podía darse el lujo de ponerse a llorar a medio de la calle, debía aguantar un poco más, una vez cruzará la puerta del Ucchan's podría soltarlo todo, estaba más que segura, sólo debía aguantar un poco más.
Recorrieron unas cuantas cuadras más y finalmente llegaron al restaurante, ambas chicas se adentraron en él, la peli-azul cerró la puerta corrediza tras de sí, se recargó en ella y suspiró con pesar, llamando la atención de la castaña la cual se giró hacia ella, Akane cerró los ojos y apretó los puños fuertemente, Ukyo se acercó a ella sabiendo de antemano lo que se aproximaba, la peli-azul se deslizó hasta el suelo mientras las lágrimas se hacían presentes, quedando de rodillas cubriendo su rostro con sus manos, la joven Kuonji se arrodilló junto a ella y la abrazó, Akane sollozó y correspondió aquel abrazo muy fuertemente para posteriormente largarse a llorar amargamente, la cocinera se dedicaba a acariciar la cabeza de su amiga con delicadeza, le afligía mucho verla así, llorando tan desconsoladamente, pero no hizo nada más, sólo acompañarla pues sabía que esto era lo que necesitaba la pequeña Tendo.
Pasaron los minutos y la chica de ojos pardos se fue tranquilizando de a poco hasta cesar su llanto, Ukyo se separó de ella no demasiado pero si lo suficiente para observar su cara, le tomó rostro entre sus manos para limpiarle los restos de las lágrimas con sus pulgares, y mirándola con dulzura le preguntó:
– ¿Te sientes mejor? – Akane asintió con la cabeza mientras suspiraba, su amiga sonrió, se levantó y le ofreció su mano para ayudarla a ponerse de pie, ella la acepto y le sonrió levemente.
– Lo siento Uc-chan – soltó, la menciona frunció el ceño y miró a su amiga con disgusto.
– No seas tonta Akane-chan, te he dicho mil veces que no tienes que pedirme perdón por estás cosas, para eso estoy, para estar a tu lado en las buenas y sobre todo en las malas. Para eso son las mejores amigas ¿Qué no?
Akane sonrió y se le lanzó a su amiga abrazándola, ésta aceptó el abrazo gustosamente –Te quiero Uc-chan.
– Y yo a ti Ak-chan – contestó sonriendo, y cortando el abrazo le preguntó – ¿Qué te parece si vamos arriba y vemos algo en la tv?
– Sí – dijo sonriente y subieron, se sentaron en el suelo frente al televisor, Ukyo le indicó a Akane que buscase algo interesante para ver, mientras ella bajaba y preparaba palomitas y té helado. La peli-azul cambiaba los canales sin encontrar nada que le llamase la atención, hasta que dio con una película de zombies que no llevaba mucho tiempo comenzada, unos minutos más tarde, llego la castaña con una bandeja de metal que contenía un tazón enorme de palomitas, papas fritas, dulces, chocolates, una jarra de té helado y helado. Akane sonrió burlonamente y miró a su amiga.
– ¿Qué sucede? – preguntó ésta al detectar la mirada de su acompañante.
– ¿A caso quieres que engordemos? – contestó la peli-azul sin dejar de sonreír y alzando una ceja, Ukyo soltó una sonora carcajada.
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Love Panic! [PAUSADA]
FanficDespués de la boda fallida Ranma Saotome decide regresar a China en busca del estanque del hombre ahogado y mejorar sus habilidades de artista marcial, sin decir ni una palabra a nadie, dejando a todos muy tristes y desconcertados, en especial a su...