TU OTRA VEZ

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Saliendo del baño me encuentro con un hombre alto, rubio de buen cuerpo, su rostro se me hace familiar pero no puedo recordar de donde, a lo mejor es por el alcohol que he ingerido. El sujeto me cierra el paso en el pasillo.

—Valla valla pero si es la mesera — al escuchar aquello recuerdo quien es, ¡Eduardo! El cretino con aire de macho alfa, el que se cree dios en lo terrenal.

—Déjeme pasar.

—Con ese vestido te ves bien.

—¿Qué es lo que quieres? ¿No te quedo claro la lección de ayer o es que quieres otro recuerdito? —digo con voz furiosa, termina por arrinconar me en la pared.

—¡Oh la putita quiere jugar! quiero lo mismo de ayer una noche contigo, pero tú te crees que lo puedes todo! — me separa las piernas para que no le pueda pegar.

—Ya quiero ver esa ropa interior.

—Suéltame o ¿Es que un patán como tu necesita usar su dinero para que una mujer acepte estar contigo?

—¡Cállate! Tu eres una zorra más calienta vergas, te haces la que no rompe ni un plato.

—Si crees que pegándome vas a poder tenerme estas muy equivocado.

Siento la sangre correr por la comisura de mi boca por la cachetada que me ha dado. Me remuevo entre sus bazos para tratar de soltarme pero es inútil, siento los brazos flojos, ¡maldita sea debí mantenerme sobria! tomo nota mentalmente de no volver a tomar más de dos cervezas en toda mi vida a menos claro que este en mi casa o con alguien de confianza

—Tienes una boca que estoy seguro que sabe hacer muchas cosas.

—Suéltame no quiero tus asquerosos besos, son repugnantes.

—¡Maldita zorra me has mordido los labios!

Alejandra ya se ha tardado mucho, me levanto y voy hacia los baños, pero cuando llego Alejandra lucha con un hombre y mi enojo se apodera de mí.

—¡Suéltala infeliz! —le doy un puñetazo en su cara y veo como empieza a sangrar su nariz.

—Valla valla así que tienes otro amiguito, dime ¿Cuánto le pagas para que se acueste contigo? porque conmigo se hace del rogar.

—Acaso un hombre tiene como tu tiene que pagar para que acepten acostarse contigo, pobre no me digas que tienes el pito chico que ni siquiera hace nada.

Entonces Eduardo se lanza hacia Rodrigo llevándolo con fuerza hasta la pared, no sé qué hacer entonces, busco mi bolsa que se me ha caído cuando el cretino me ha pegado, tomo  mi teléfono para llamar a la policía.

—Por favor ayúdeme, mi acosador, le está pegando a mi amigo, todo por defenderme.

—Señorita tranquilisese diga me
¿Cómo se llama?

—Soy Alejandra del Rio.

—Muy bien Alejandra, soy el oficial Óscar, dime en qué lugar estas exactamente.

Después que le he dado todo los datos al oficial  Óscar cuelgo y llamo a mis amigas, por suerte una de ellas me contesta.

—Valeria por favor busca a Jazmín y vallan con el guardia de seguridad Rodrigo se está peleando con mi acosador apurate lo va a matar a golpes, estamos en los baños.

Sin más cuelgo y trato de separarlos pero no puedo, los dos son como dos leones peleando por su presa, claro que para los leones eso es un insulto , porque ellos lo hace para sobrevivir.

Las chicas llegan y los guardias de seguridad los separan.

—Señorita ¿Explíqueme el porqué de la pelea?

CONTRA LA PARED #InsideAwards2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora