One'shot [Naruto]

"¿Estoy soñando?"-ShikaHima

Himawari

La imaginación siempre a logrado animarme en días caídos, como este.

En mi imaginación todo es mejor, todo es como yo quiero, o así era, la adolescencia a logrado que mis fantasías se desvanezcan poco a poco, pero al menos él sigue a mi lado.

Shikadai-kun...

—¿Qué tal tu día?.—Lo mire a él. Un joven alto, al menos más que yo, cabello azabache atado y ojos color verde.

—Ya sabes.—Le sonreí, me encontraba dormida ya, sino no podría verlo.

—Ya sabes que ellos te aman, no te dejaran de lado por idioteces así.

—Ya lo se...—Lo abrace poniendo mi cabeza contra su pecho.—Gracias por estar conmigo...

—No es nada...—Este acaricio mi cabeza. Era un sueño, pero tan real que calentaba mi corazón.

—Me gustaría que esro fuera real.—Reí ante mis palabras, lo oí suspirar.

—Yo también aveces... Y así romperle la cara a esos idiotas.

Reí ante eso. Esos idiotas de los que hablaba eran mis compañeros. Los que me molestaban al menos.

—Tu eres de los pocos chico que me agradan, tranquilo.

—¿Solo te agrado?.—Cuestiono con el ceño fruncido. Reí ante eso.

—Eres mi mejor amigo.—Este frunció el ceño divertido.

—Así que solo eso, cuanta maldad.—Sin más lo abrace al ver que se acercaba demasiado.—Eres una idiota...

—Idiota tu.

Aún recordaba como lo "conocí". Fue a mis 13 años, estaba dormida y... Él apareció.

—¿Quien eres?.

Nuestra primera conversación. Al final solo supe su nombre y él el mío. Así quedo Shikadai-kun, como el mejor amigo de mis sueños.

—¡Hima!, ¡Despierta!, ¡Escuela!.—Suspire al oír a mamá.

—¡Voy!.—Me vestí con rapidez y cepille mi cabello para bajar.

—Buenos días.—Saludaron mi madre y hermanos.

—Buenos.—Respondí. Luego de un rápido desayuno, yo, Hana y Mina fuimos a la escuela. Onii-chan se iba solo con Sarada-Neechan.

Como buena hermana mayor debía encargarme de mis hermanos menores. Por mucho que ya tengan 11 y 12 años.

—Nos vemos luego.—Les dije a ambos, estos besando mis mejillas se fueron, esa manía no se les iba, menos a Hana-chan, Minato-kun seguía apenandole aquello. Sin más fui a mi clase. Sin saludar o mirar a nadie fui a mi asiento. Todos hablaban entre si, yo mire mi teléfono, aburrida.

El maestro llego y la clase continuo. De a poco los atrasados iban llegando y para sorpresa de muchos un chico desconocido apareció. Mi sorpresa no se oculto al verlo. Él... ¿Era Shikadai-kun?.