Nathaniel Lancaster

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De verdad,Nathan está para comérselo pero no después de lo que siempre está acostumbrado a hacer. Huir. Maldito idiota.
Está en mi casa, Mamá lo ha invitado a cenar a casa y él lo está pasando en grande, papá conversa
con él y se están llevando bien.
Y yo por otro lado aún no como mi cena,se me ha revuelto el estómago.

Nos paramos,ayudo a mama a limpiar y me voy a mi habitación, ya no me interesa Nat.

Me acuesto y quedo enterrada en mis colchas, nada más reconfortante cuando siento unos leves toquecitos en la puerta.
"Adelante" digo; y en ese instante entra nada más y nada menos que Nat.

-Hey Annie como te encuentras?

-Bien.(Sus ojos ocultan algo).

-Se que he cometido muchos errores y estoy muy muy arrepentido por eso. Tú lo sabes Annie nunca me gustaría hacerte daño.

-Bien, tú sabes que no soy de esas tipas que deben hacer de todo para que las rueguen,estas perdonado. Y ya está.

-Anna tú sabes que en solo cuestión de segundos estarías abajo mío suplicándome que te haga mía y suplicando por escuchar mi perdón.

-Lo siento Nat pero ya no soy la misma chica de los 17.

Sí, estuve a punto de perder mi virginidad con Nat.
Se está acercando, pero no puedo hacer esto o sí?.

Está a punto de besarme cuando sentimos un golpe seco en la ventana de mi habitación, corro de golpe a Nat que estaba encima mío y camino a la ventana, me han roto la ventana con una maldita piedra pero lo más intrigante es que la envuelve un papel con una desordenada caligrafía;
-"Pequeña An, no hagas nada de que lo que te arrepentirás mañana". E.
Me giro y escondo el papel, me encuentro con una mirada preocupada de Nat y en ese preciso instante entra mi padre asustado junto a mi madre, Oh-Dios-mío Nat está sin polera, con el pelo revuelto y sus jeans desabrochados, mi padre se acerca a la ventana y queda paralizado y me dice;
-Anna por dios que estabas haciendo?
Necesito quitarme este color rojo de mis mejillas, piensa que yo y Nat lo estábamos haciendo en la ventana?!;
-Nada papa estábamos charlando y una piedra golpeó la ventana.
-Esta bien mañana llamaré a Will para que vengan a repararlo.
-Gracias. Le digo regalándole una sonrisa.
-Debo irme, mil disculpas gracias por la velada fue genial, Adiós señor y señora Minardi y acercándose a mí me dice y regalándome un beso en la frente; Adiós Annie.
-Adiós Nathaniel.

Envíame flores.Where stories live. Discover now