Necesito paz, no sé cómo se lo tome el resto pero en estos casos necesito marihuana, saco el porro de mi cartera y lo enciendo.
Al acabármelo, entro busco a Sophie y no la encuentro en ningún lugar, genial, necesito beber algo.
A lo lejos veo a unos tipos llamándome y en sus manos tienen unos vasos rojos y están bien guapos.
Necesito enrollarme con uno de ellos, necesito olvidar la discusión con Nat, camino hacia ellos uno me tiende la mano con un vaso y sin pensarlo me trago de golpe lo que hay dentro.
Conversamos, se ven bastante agradables, uno de ellos llama mi atención se llama Nick; ojos azules, un cuerpazo y cabello negro, perfecto.
Nick se acerca a mí me toma por la cintura y me besa por el cuello luego los labios hasta que llega a mi oreja y me susurra que lo acompañe hasta su coche, que lo haríamos en la parte de atrás, aceptó sin dudarlo estoy pasada en copas y colocada por la marihuana.
Salimos de la casa, sé que Sophie se irá sola si no me encuentra así que no me preocupo.
Habré la puerta trasera, se mete el dentro y yo.
Empieza por sacarse la camisa luego los jeans, luego comienza sacándome el abrigo luego del vestido hasta llegar a mis zapatillas.
Estamos en ropa interior besándonos y tocándonos quiero llegar más allá de un beso, comienzo por besarle el cuello, la fuerte línea de su mandíbula luego sus pectorales finalmente su zona abdominal para morder la parte que esta su oblicuo estoy por meterme entre sus piernas cuando siento que abren la puerta y me sacan por la cintura en un fuerte agarre, manos masculinas, lo sé Sophie me mira con cara de preocupación mientras me bajan descalza.
-Dios, Dios, Dios Anna Minardi que hacías aquí con ese tipo?
Me giro para mirar la cara de mi salvador cuando me encuentro con la cara del mismísimo Harry.
-Te ha tocado? Me pregunta.
Dios, puedo estar muy colocada pero me está mirando y no llevo nada de ropa.
Niego con mi cabeza ante mi pregunta.
No duda ni un instante y se saca su chaqueta color chocolate y me la pasa por los hombros.
Se lleva un dedo a la boca mientras me escruta con la mirada.
-Sophie que hace él aquí?
-Anna lo siento te he dejado sola al no verte adentro él se me a acercado y me ha dicho dónde encontrarte.
-Debo irme a casa estoy ebria y colocada, llévame Sophie, mis padres no pueden verme así, en ropa interior Dios.
Sé que ya no soy pequeña pero a mis 22 años aún me da vergüenza que mis padres me vean en ese estado.
Y cuando menos lo espero él habla.
-Puedo llevarte y puedes quedarte en mi casa, claro si es que lo quieres.
Sophie no omite ni una palabra. No hay más remedio debo aceptarle aparte de averiguar lo que esconden esas paredes.
Por lo que me despido de Sophie y me monto en el coche de un completo desconocido.
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Envíame flores.
Roman pour AdolescentsNo, no es la típica historia del "bad boy" y la típica chica tímida y vulnerable. Sus ojos color esmeralda que dicen otra cosa cuando se vuelven grises, un oscuro pasado esconden y sus dedos deliciosos que hacen magia con la melodía de una guitarra...