Capítulo 20

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Tiraba el balón al aire y volvía a sostenerlo entre mis manos durante el tiempo que Ben hablaba a un lado de mí; sus palabras se reproducían al fondo de mis pensamientos, pero no les ponía la atención suficiente, por lo tanto no sabía que responde...

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Tiraba el balón al aire y volvía a sostenerlo entre mis manos durante el tiempo que Ben hablaba a un lado de mí; sus palabras se reproducían al fondo de mis pensamientos, pero no les ponía la atención suficiente, por lo tanto no sabía que responder, pues había comenzado a hablar de los nuevos integrantes del equipo y después de eso me perdí.

Mi mente vagaba entre esos recuerdos que solo necesitaba en ese momento. Hablo de sus besos, caricias a mitad de la noche y mucho más. Ya me habían comentado que después del primer amor andamos por la vida buscando algo parecido a ese sentimiento y esas manías que nos hicieron inmensamente feliz; algo que nos llene y nos cale igual. Mi problemas es que ¿cómo iba a superar ese amor? Si ella me había dejado expectativas demasiado altas. Es ahora cuando pensaba que no había nadie como ella, incluso llegué a comprobarlo.

Los últimos días intenté olvidarla de la manera más asquerosa posible; involucrando a otro clavo que no ayudó en lo absoluto. Aún recuerdo el día que, tras un arranque de emociones desconocidas para mí, tomé una de las decisiones más impulsivas de mi vida. Sin embargo, durante el viaje iba pensando en esos ojos azules tan profundos que te comen con tan solo mirarte de reojos. Lo peor no fue eso, lo peor sucedió cuando besaba a Hilary y pensaba que era Katherine. Sentía el perfume de la rubia, pero lo odiaba, yo quería sentir el perfume de Katherine, la suavidad de su piel y el placer de susurrar su nombre. No pude hacer nada esa noche y los próximos intentos solo me provocaron rechazo.

— No se puede escapar de los ojos y la sonrisa que te aceleran la vida — susurró Ben cerca de mi oído. Sobresaltado por su cambio tan repentino de posición dejé que el balón cayera en mi rostro sintiendo un dolor intenso en mi nariz — ¿cierto?

— ¿De qué hablas? — presionando de mi nariz me puse de pie.

— No soy tan idiota cómo crees — tiró una almohada en mi dirección —. ¿Alguna vez has visto a una persona en específico mientras hace las cosas cotidianas de un día soleado y sonríes porque te das cuenta de lo mucho que te encanta? — extrañado toqué su frente, era demasiado romántico para ser Ben el que decía esas palabras —. No, idiota, déjame hablar — alejó mi mano y se puso de pie caminando de esquina a esquina frente a mí —. Jamás he sentido algo tan bonito y diferente como eso, pero estoy seguro por mis bolas, las cuales no están perdidas como las tuyas, que si encontrara a esa chica que moviera mi mundo jamás sería tan imbécil como tú — elevó sus manos desesperado por mi silencio —. Dices que no pudiste hacer nada con la rubia, alias chucky, ¿verdad? — asentí en silencio — ¿en serio nada de nada? ¿Por qué?

— Katherine James me carcome los pensamientos, Ben.

El chico frente a mí abrió sus ojos y su boca al mismo tiempo por la sorpresa de mis palabras, luego comenzó a aplaudir en el aire victoriosamente y se acomodó a un lado de mí con ambos brazos sobre sus rodillas y con el ceño fruncido recorría mi rostro. Finalmente ladeo la cabeza y sonrió.

Juro enamorarte |BORRADOR|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora