-Tienes que contármelo todo –repuso Sue mientras comía sus espagueti.
-No hay mucho que contar –repuso Kaillin encogiéndose de hombros-. Se aloja en nuestro hostal. Empezamos con mal pie, porque es un poco, mejor dicho, bastante prepotente, y si algo odio es que la gente se crea mejor por tener dinero o ser famosa. Pero ha tenido un par de detalles que me han hecho darme cuenta que no es tan capullo ni tan prepotente, casi le entiendo –admitió, sin querer contarle a Sue la confesión privada que le había hecho hacía un momento. Era cosa de él, y no tenía derecho a decirlo, ni siquiera a Sue.
-No es justo –dijo Sue-. Vas a cumplir tú mi sueño. El poder ser su amiga.
-Vamos, no exageres –repuso Kaillin riendo-. Ni siquiera somos amigos, sólo hemos hablado un par de veces.
-Es más de lo que yo conseguiré nunca –protestó Sue-. ¡Y es que ni siquiera eres fan! –explotó.
-Justo por eso –dijo Kaillin-. Si te olvidaras de sus canciones por un momento y le hablaras como a una persona normal, que al fin y al cabo es lo que es, quizás no saldría huyendo, y hasta podría mantener una conversación normal contigo –bromeó despeinando el flequillo de su amiga-. Mira que arañarle...
-Es que se iba... –protestó Sue-. Me pregunto qué cara pondrían Ashley y sus secuaces si se enteraran –dejó escapar una risotada-. ¿A que es guapísimo? ¡Reconócelo!
-No está mal –admitió Kaillin frunciendo los labios, pero Sue se quedó un momento pensativa-. ¿Qué pasa?
-¿No es muy raro que nos lo hayamos cruzado precisamente hoy en la puerta de un restaurante donde un chico de 19 años romántico y que viaja mucho te iba a conocer?
-La verdad es que es una casualidad –dijo Kaillin-. Pero no quiero hablar más de Iamonlymine.
Sue dio un bote.
-¡Claro! ¡Eso es! –exclamó abriendo los ojos como platos-. Su canción más famosa se llama I'm yours.
-¿Y eso qué tiene que ver con...? –empezó Kaillin, pero se detuvo en seco. Madre mía, Sue tenía razón... Iamonlymine podía ser una rebelión contra la canción que había escrito alguien, como una declaración de principios. Recordó el momento exacto en el que su cyberamigo se había vuelto a conectar. El sábado por la noche cuando ella le escribió, estaba trabajando, que casualmente era cuando Adrian estaba dando el concierto. Y cuando Adrian por fin consiguió la clave de Wi-fi del hotel... Se quedó blanca recordando cómo Iamonlymine le había explicado a veces que se sentía solo a pesar de que estaba rodeado de gente, algo que encajaba muy bien con lo que le había dicho aquella noche. Notó que se mareaba-. Pero el tío mayor al que vi... Y el nombre de Clive Warren...
Sue cogió el portátil que había sobre su cama y paró un momento la música para buscar en Google: "Clive Warren Adrian Hale". Por un momento se quedó blanca.
-¿Qué? –preguntó Kaillin empezando a ponerse nerviosa.
Sue giró la pantalla de su pequeño ordenador para mostrarle la página web. Era una biografía no oficial hecha por alguien que aseguraba ser cercano a Adrian.
"Adrian Hale, nacido el 16 de agosto de 1994 bajo el nombre de Clive Warren, nombre que su discográfica cambió posteriormente..."
Kaillin se llevó la mano a la boca sin podérselo creer. La cara de Sue era un poema mientras avanzaba por la página sin decir nada.
-¡Espera! –exclamó Kaillin al ver una foto a la salida de un concierto. Se acercó más a la pantalla-. Ese es el supuesto Clive Warren –dijo al ver al hombre de mediana edad llevando a Adrian del brazo hasta un coche.
-"Adrian Hale sale de su concierto en Nueva York acompañado de su manager y amigo Henry".
Las dos se miraron.
-No puede ser –repuso Kaillin.
-Sí que lo es, y no sabes cuánto te odio –dijo Sue-. Iamonlymine es Adrian Hale.
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Sólo mío [Próximamente editada]
Roman pour AdolescentsAdrian, un cantante mundialmente famoso, con mal carácter, fruto del cansancio que siempre le digan qué hacer y cómo ser. Kailin, una adolescente normal que nunca ha destacado en nada y anti-adrian declarada. Un chat, meses de conversaciones íntimas...