III. Sueños

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Dormir siempre me pareció una acción innecesaria en mi verdadera forma, pero ahora que me encontraba dentro de un espécimen humano, el cuerpo exigía por sí solo el descanso

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Dormir siempre me pareció una acción innecesaria en mi verdadera forma, pero ahora que me encontraba dentro de un espécimen humano, el cuerpo exigía por sí solo el descanso. Era obligatorio si quería mantener sano mi vehículo. Lo que sea que eso significara.

Así que recuesto mi cabeza en la almohada. Al parecer, dormir cómodamente era esencial para que el tiempo empleado valga la pena. Debía cumplir con las condiciones adecuadas para dormir de acuerdo al protocolo. Subo las cobijas hasta mi barbilla para mantener el calor corporal.

Aparentemente, cambios muy drásticos de temperatura también era perjudicial para mi salud. No quería ningún inconveniente con el vehículo, así que simplemente sigo al pie de la letra las indicaciones que me habían otorgado.

Cierro los ojos, dispuesto a dormir las ocho horas que requeríamos y me acomodo en una posición más confortable.

Sara había mencionado algo acerca de los sueños, que los humanos proyectaban dentro de sus mentes algo así como una película mientras dormían. Todo dependía de la personalidad y experiencias del individuo. Yo aún no había experimentado nada de eso, pero ya que mi cerebro era humano, sospechaba que no tardaría demasiado en empezar a hacerlo. Aunque Sara también mencionó que tener una "personalidad" era exclusivamente de los humanos. Nosotros, al no experimentar ningún tipo de emoción, no podíamos desarrollar tal cosa. Nuestra existencia se basaba plenamente en la supervivencia de uno mismo y de la especie entera, sin importar a qué costo lo hacíamos.

Pero ésta noche era diferente. Sara decía que sería muy raro si uno de nosotros llegara a soñar, y que en cuanto lo hiciéramos, debíamos reportarlo inmediatamente a la Madre para asegurarnos de que nada más estaba mal, y arreglarlo con eficiencia. Esas eran nuestras órdenes.

Sin embargo, en cuanto un par de pupilas azules y profundas aparecen detrás de mis párpados, no estoy seguro de querer reportar eso. Simplemente me dejo llevar por el recuerdo de cabellos grises como la lluvia hasta que logro conciliar el sueño. No sin antes esbozar el indicio de una sonrisa.

 No sin antes esbozar el indicio de una sonrisa

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Así que guardé silencio. No dije ni una palabra, ni siquiera a Pichit, quien parecía completamente decidido a terminar con la investigación y hacer del planeta nuestro hogar de forma permanente. No entendía cómo era posible que la vida de la Tierra no le pareciera increíblemente interesante. Era imposible no maravillarse con todas las especies de mamíferos, animales acuáticos, insectos, aves, reptiles... Y por supuesto, la especie dominante. El ser humano.

Species [#VkusnoAwards]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora