Capítulo 1: Entre peleas

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-¡¡Señorita _____!! ¡Despierte ya! -me gritó mi profesora, despertándome.

-¿Qué? ¿Qué pasa? -me levanté asustada y desorientada, mirando a mi alrededor con ligero aturdimiento.

-Está en clase de literatura universal, señorita _____. Debe ser que mi clase es muy aburrida para usted -me dijo la profesora.

-¿Y como por qué cree eso? -pregunté tratando de disimular.

-¡Porque se ha quedado dormida! -me gritó ella-. ¡Es la quinta vez esta semana! -me reprochó ella con claros signos de molestia.


Todos mis compañeros se rieron y yo me senté en el pupitre algo avergonzada. No era mi culpa que la clase me diera sueño, es que ella hablaba tan lenta y de temas tan aburridos que no podía evitarlo. 

Después de eso, la profesora continuó con la clase como si nada hubiera pasado; aunque durante el resto de la clase la profesora se dedicó a mirarme varias veces para comprobar que yo estaba atenta. 

Terminó la clase de literatura universal y llegó la hora del recreo. Recogí mis cosas y las guardé en la mochila. Se acercó mi amiga Merche a preguntarme:

-¿Vamos a almorzar a la cafetería? 

-No puedo. 

-¿Vas a ir allí? -me preguntó ella en voz baja.

-Sí, voy a ir -dije.

-Ay, ya sabes que no me gusta que vayas allí, puedes salir herida -dijo ella en tono de preocupación.

-No saldré herida, y además gano dinero -dije restándole importancia, intentando despreocuparla.

-No vayas -me pidió ella.

Hice un ademán con la cabeza; sabía que Merche siempre se estaba preocupando en exceso por mí, y que dicha preocupación no la dejaría nunca comprender mi punto de vista.

-Nos vemos -dije ignorando lo último que dijo y saliendo del aula con aire despreocupado.


Merche es mi amiga de la infancia, tiene el pelo rubio y ondulado, los ojos marrones, de tez blanca, lleva gafas, y lo sabe todo sobre mí, hasta sabe mi mayor secreto. Mi mayor secreto es que desde que tenía 16 años comencé a meterme en peleas "callejeras" para ganar dinero, ¿cómo? Apostaba por mí y como siempre ganaba conseguía el doble de lo que había apostado. Nadie sabe esto sobre mí (excepto Merche, claro), ella siempre me cubre cuando voy a las peleas, aunque en el fondo no termine de aprobarlo. 

Salí del recinto escolar para dirigirme hacia el sitio donde se llevaban acabo estas peleas. Suelo tardar unos veinticinco minutos para llegar ya que voy andando, por eso suelo ir en el segundo recreo porque las dos últimas clases me las salto. Es decir, voy al sitio de peleas y cuando termino voy directamente a casa.


Llegué al sitio y entré. Caminé por el pasillo del local y abrí la puerta trasera para llegar al "campo de batalla", era un sitio al descubierto, todas las peleas se hacían allí. 

-Oh, _____, has venido hoy también -dijo el chico de las apuestas-. ¿Hoy también apostarás por ti?

-Por supuesto -asentí con aire resuelto.

- ¿Y de cuánto será la apuesta esta vez? -me preguntó con bolígrafo en mano para apuntar.

-De quinientos guiles. 

-Woah, una buena cantidad en estos tiempos -dijo el chico apuntando la cifra en la pequeña libreta que sus manos sostenían.


[FFVII FANFIC] Red Crazy Passion (Reno Sinclair x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora