Capítulo 3: Una noche para recordar

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"te espero en esta dirección, necesito que lleves puesto el vestido que dejé en tu guardarropa, no llegues tarde, te voy a esperar fuera del hotel. Atte. Jung Min"

Estaba curiosa por saber cuál era la nueva travesura de Jung Min y sin perder más tiempo fui a tomar un baño rápidamente para después colocarme un vestido hermoso beige, muy alto para mi gusto, pero si él lo había dejado ahí, tenía que ponérmelo, sí o si

Una vez que terminé de arreglarme, tomé mi cartera para salir pero antes la madre de Jung min me sorprendió.

Sra. Park: te ves preciosa Minnie... no te preocupes por los niños, los cuidaré... disfruten de esta noche... gracias por hacer feliz a mi hijo- dijo muy amable

Minnie: muchas gracias omoni... yo debo darle las gracias a usted, por permitirme ser parte de la vida de su hijo... tienen un hijo maravilloso, es un padre excelente que vale más que todo el tesoro del mundo y que lo amo como no se imagina - respondí

Sra. Park: que lindas palabras... ahora vete antes de ponernos a llorar jijijiji...- me dijo muy divertida mientras me despedía.

Me despedí nuevamente de ella y salí de la casa para tomar un taxi y que me llevara a la dirección que Jung min me había enviado. Pasaron como 10 minutos, cuando el auto se detuvo, le pagué al taxista y me baje del dichoso auto.

La noche estaba resplandeciente, las estrellas titilaban a un mismo compás. Me quedé contemplándolas un momento cuando de pronto sentí unas cálidas manos en mi cintura y una voz susurrar en mí oído.

X: te ves preciosa... - me dijo una voz tan conocida. Me di la vuelta y miré al hombre más hermoso del planeta frente a mí, estaba vestido de esmoquin, con su cabello estaba todo hacia atrás, sus ojos brillaban mucho y esos labios estaban tan rojos como una cereza tan apetecible y que moría por besar

Minnie: ¡Jung Min!, estás muy guapo y eres mío - dije tratando de marcar territorio jijijiji

Pjm: pero claro que soy muy guapo jajajajaja... tuyo solo tuyo... Y tu estas muy sexy con ese vestido - siempre trataba de hacerme ruborizar y ese momento no era la excepción - me encanta verte rojita como una manzana jijijj

Ni bien terminaba de hablar no pude contra la tentación de besarlo y lo hice sin importar que estuviéramos aún en la calle. Pero él seguía tentándome ahora con sus pucheros. Ya era el colmo, a él no le importaba si moría ahí mismo de diabetes a causa de sus pucheros que eran más dulces que el azúcar.

PJM: te amo... pero entremos, que la sorpresa aún no termina - me tomó de la mano y caminamos hacia el hotel.

Me dejé llevar por él hacia el lujoso hotel para tomar un elevador que nos llevaría a una habitación que él había pagado. Al entrar a dicho lugar, pude observar una fila de velas encendidas, pétalos rojos que formaban caminos que se dirigían hacia la cama.

Pjm: ¿te gusta? - me preguntó al ver que no dejaba de mirar sorprendida

Minnie: me encanta - respondí

PJM: esta noche cumplimos un año más de estar casados y quiero que hagamos de cuenta que no existe nadie en este mundo, solo tú y yo, que guardemos este momento en nuestra mente, en nuestra piel, en nuestras almas, que se volverán una sola - me dijo seductoramente mientras besaba delicadamente mi cuello.

Minnie: que sea una noche que recordemos durante toda nuestra vida - respondí en medio de suspiros incontrolables.

Me fui dando la vuelta lentamente para quedar frente a él y me dejé guiar por aquellas caricias que me volvían loca. Nos estábamos perdiendo en un mar de sensaciones indescriptibles que era inevitable sentir en ese momento haciendo que nuestras respiraciones fueran agitándose acompañadas de muchos suspiros que eran causados por el gran amor que flotaba en el aire.

Minnie: mmm...Te amo Park Jung min - dije en un susurro mientras mis ojos se cerraban para disfrutar de los labios de el hombre de mi vida, que me hacían temblar haciéndome tan frágil y débil.

PJM: yo te amo demasiado, pero no quiero que me lo digas... demuéstramelo - me contestó en medio de nuestras respiraciones agitadas y volvió a devorar mis labios.

Estaba tan hipnotizada por el ambiente de amor que se encontraba momento y comencé a quitar lentamente su ropa empezando por su camisa, quien pedía a gritos que fuera retirada lo más pronto posible. Mientras él se deleitaba tocando mi espalda desnuda, regalándole besos apasionados provocando miles de suspiros entre los dos. Ambos nos estábamos volviendo locos por terminar sobre aquella cama pero yo quería que este momento perfecto sea el mejor de tantos y que podamos recordar por toda nuestra vida.

Terminé de deshacerme de su camisa para acariciar su bien formado abdomen mientras que él jugaba con mi cuello regalándole besos juguetones haciendo que soltara suspiros.

Minnie: Ju... Jung Min, no juegues conmigo - rogaba para que hiciera algo, que el amor me estaba quemando y necesitaba que me calmara.

PJM: jijiji no puedo, tu sabes que soy muy travieso - dijo entre risas únicas del mismo.

Al escuchar mi súplica, regresó a mirarme fijamente y volvió a mis labios a comerlos a besos mientras bajaba lentamente el seguro de mi vestido y yo luchaba por desabrochar su pantalón. Al ver que tenía problema con su pantalón el me ayudó un poco y seguimos deshaciéndonos de cada de nuestras prendas que en ese momento empezaban a estorbar para terminar finalmente en el piso y quedar solamente en ropa interior.

Caminamos hacia la cama y delicadamente fue recostándome en ella sin dejarnos de besar y envolvernos en un mundo de caricias suaves y lentas que causaban en mí, un mar de sensaciones que solo él era capaz de hacerme sentir. Muy delicadamente Jung Min quitaba las últimas prendas que aún quedaban en mí, mientras yo recorría con mis manos su cuerpo bien formado hasta llegar a su ropa interior, la cual muy lentamente fui bajando hasta quitarle y finalmente quedamos desnudos y no solamente de cuerpo sino también de alma.

Paramos con los besos y antes de continuar con ese momento, el volvió a mirarme tiernamente a los ojos, entrelazamos nuestras manos y con una dulce sonrisa intentaba pedirme permiso para que esa noche vuelva a ser el dueño de mí, de mi cuerpo, de mi corazón en fin de todo mi ser.

Jung min no dejaba de mirarme, de sonreírme coquetamente tan cual él solo sabía hacerlo conmigo y con algunos movimientos lentos fue entrando en mí, haciendo que ambos cerráramos los ojos y soltáramos un fuerte gemido mientras presionaba su mano. Al verme así, él juntó su frente con la mía y me dijo:

PJM: mi amor ¿te hice daño? - susurró con la respiración agitada

Minnie: ¡no, mi amor!, tú nunca me lastimas - dije agitada.

Me solté de su mano y pasé mis brazos por su cuello para jugar con su suave cabello, a lo que él reaccionó muy dulce. Me acercó mucho más a él y comenzó moverse dentro de mí mientras me besaba apasionadamente. Sus manos recorrían traviesamente cada parte de mi cuerpo provocando que nuestros gemidos; nuestros suspiros fueran más intensos.

En aquel instante solo importábamos nosotros dos. Esa noche había conocido el cielo al máximo esplendor y estaba segura que él también estaba disfrutando de aquel momento romántico, bello y lleno de amor, sin embargo algo dentro de mí luchaba contra un mal presentimiento que había tenido durante esa semana.

Pasaron las horas y este bello encuentro había terminado.

PJM: te amo Eun So, mi Minnie... Feliz aniversario, mi amor - me dijo muy feliz, mientras recuperaba su aliento

Minnie: yo te amo más mi caballito travieso, Feliz Aniversario - contesté y lo abracé

Nos miramos fijamente y con una sonrisa decidimos cerrar nuestros ojos ya que al siguiente sería un día algo triste ya que mi viaje estaba en proceso

Toda la habitación estaba tranquila, no había ni un ruido que interrumpiera nuestro profundo sueño, hasta que de pronto algo me asustó

PJM: >> No te mueras Eun So... Minnie, no me dejes >>- gritaba desesperado mientras se movía

Minnie: amor, despierta - le susurré al oído cuando de pronto abrió sus ojitos los cuales estaban llenos de lágrimas. Me miró muy triste y sin decir ni una palabra me abrazó muy fuerte - ¿te encuentras bien amor? Tranquilízate fue solo una pesadilla - dije tratándolo de calmar ya que sentía su corazón acelerado.

¿qué sucederá?

El Chico de los Ojos Bonitos (Park Jung Min)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora