El Chico de los Ojos Bonitos (Park Jung Min)

Capítulo 7: Encuentros Inesperados (Parte 2... Tropiezo con el amor)

Al escuchar ese nombre, mi corazón sin querer palpitó aceleradamente, como si ya no lo hubiera escuchado antes.
Kristal: jijiji pero si ya está casado, no puedes robarlo de su esposa jijiji – dije muy divertida.
Soledad: ashhh tienes razón. Lo extraño es que no la conozco, pero eso no viene al caso, esta noche te revelaré lo que sé de tu historia. Pero antes voy a buscar algo que mi hermano me dejó – dijo

Ella se fue a la cocina por un pastel, que su hermano le había dejado y como estaba tardando, aproveché el momento para conocer su casa. Todo era realmente elegante, las paredes llevaban un color muy hermoso, blanco algo brillante y algunos acabados llevaban dorado.
Con cada paso que daba, me sorprendía mucho, sin embargo al pasar por una habitación, mis ojos se detuvieron frente a un gran piano blanco.

Mi corazón me insistía en acercarme, era como una necesidad de hacerlo, como si mi vida estuviera frente a mí, llamándome. Tuve miedo al inicio, pero mi mente con mi corazón, se encargaron de deshacer ese sentimiento y con mucha seguridad caminé hacia él.

Me senté y delicadamente levanté la cubierta del teclado para enseguida dejar posar mis manos sobre las teclas blancas y negras. Pero tan solo tocarla, una extraña corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo. No recordaba nada de mi pasado y tampoco sabía si antes tocaba algún instrumento pero ese momento, mis manos comenzaron a moverse por sí solas, interpretando una melodía que desconocía pero que llevaba notas muy dulces y nostálgicas a la vez.

Cerré mis ojos y me dejé llevar por esa dulce melodía que trataba en lo más profundo de mí, remover recuerdos pasados y a pesar de que no eran tan claros, a ratos mi mente me trasportaba a lugares extraños, donde supuestamente estuve. Quería seguir recordando pero mis manos de repente se detuvieron en señal de que ya había terminado y abriendo mis ojos nuevamente, me encontré con mi mejor amiga llorando.

Soledad: ¡eso fue hermoso! Entonces ¿lograste recordar? – preguntó muy emocionada.
Kristal: ¡no sé cómo pude llegar a tocar algo! Fue tan mágico, mis manos simplemente se movieron y créeme que no sé cómo lo hice. Mientras tocaba, algunos recuerdos llegaron a mi mente, pero estaban tan borrosos – dije emocionada también.
Soledad: tranquila amiga, ahora vamos porque tengo que contarte tu historia, hasta donde yo sé – dijo nerviosa.

Asentí levemente y me levanté, no sin antes dejar como estaba ese gran instrumento. Regresamos a la habitación y mientras ella me contaba mi historia, ambas comíamos una deliciosa rebanada de pastel.
Kristal: me has contado una gran parte de mi historia, que nunca viví con mi madre, que todo el tiempo estuve en casa de mis abuelos y mis tíos, nos conocimos en la secundaria pero no me has contado la parte más importante jijiji ¿en realidad mi nombre es Kristal? – comenté entre risas con la boca llena.
Soledad: ¡no! tú no te llamas así. Tu verdadero nombre es Min Eun So pero siempre te decimos Minnie. Hasta donde yo recuerdo, empezaste a amar la música desde el último año de secundaria, tanto tú como yo participamos de varios shows musicales en el colegio. Tu tía Eliza siempre te apoyó en que siguieras tu sueño y por ende ella te ayudó mucho para que después del colegio siguieras la carrera de música, pero tu madre nunca quiso que estudiaras eso – me narró muy seria

No podía creer que mi madre era capaz de ocultarme la verdad. Aún mis recuerdos no eran muy claro, pero de lo que sí estaba segura que Soledad me estaba diciendo la verdad, lo sentía muy dentro de mí, hasta que por un momento llegué a recordar una fiesta donde llevaba vestido blanco y había muchos niños.
Soledad: no me gusta verte así de triste – me dijo nostálgica al ver como mis lágrimas caían de una en una.
Kristal: bueno eso es todo lo que sabes pero ¿Quién es César?  Ayer antes de entrar a la tienda de ropa, me encontró un chico muy alto, de cabello castaño y ojos marrones, parecía que me conocía – dije nerviosa sin embargo la expresión de mi amiga me dio algo de miedo.