Desde el comienzo

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Cada uno es libre de elegir cuál camino toma. Que alguien, por favor me lo recuerde.

Mi nombre es Débora. Tengo 25 años, y vivo en un departamento con mi pareja, Adam. El año pasado acabé la Universidad. Tenemos un lindo gato negro llamado Záfiro. Tiene ojos color miel.
Hoy es viernes, son las 19:36 pm, y estoy esperando a que Adam vuelva de su trabajo, hoy salí temprano. Yo laboro en un banco, con programas de seguridad.

Siento la llave en la puerta, y no puedo evitar que mi corazón comienze a latir más rápido, me levanto del sofá, y corro hacia ella, y cuando Adam entra me cuelgo de su cuello, envolviendo mis piernas como un koala.

-Oh, con cuidado hermosa.-Me saluda con un beso en la frente y le devuelvo una sonrisa conforme de vuelta.-Tengo mucha hambre, ¿Hay algo para comer?
-Ah.
-Ah?
-Se me olvidó-Le sonrío como una niña pequeña.
-Jajajaja me lo esperaba-Adam ríe, y comienza a caminar conmigo encima hasta la cocina.-Bueno princesa, ¿Qué haremos de rico hoy?
Le levanto las cejas repetidas veces y Adam se echa a reír de nuevo.
-Eso no es comida, quiero comida.-Me acaricia la cabeza y me acurruco más a él.
Záfiro me mira con desprecio.
-No. Es sólo mío.-Le saco la lengua a Záfiro y en respuesta se voltea y se dirige al dormitorio dandome el trasero.-Ve a bañarte, haré fideos con vienesas-me bajo de él y me coloco las manos en las caderas. Con una sonrisa complaciente.
-¿Otra vez?-Adam me levanta una ceja mientras sonríe de lado.
-No se puede hacer nada. Es lo único que compré.
-Ok. Me iré a bañar entonces.
-Te espero.-Comienzo a calentar agua.

Estoy esperando a que el agua hierva y siento el agua de la ducha, mi mente comienza a imaginarlo ahí. Ahhhh que bien.
El pitido de la tetera comienza a sonar fuertemente, y me asusto, asi que la cojo con las manos desnudas y me quemo.
-Ouch! Aaaaadaaaam-Lloriqueo mientras coloco la mano en el agua fría. Ouch ouch que dolor que dolor que pena.
-¡¿Qué ocurre?! ¡¿Estás bien?!-Me volteo, y lo veo, desnudo, con agua escurriendole por el cuerpo, afirmando una pequeña toalla en su cadera.
Lo continúo mirando fijamente. Vaya vaya, que buen cuerpo.
-Ahora ya estoy bien.-consigo decir casi babeando.
Adam me mira serio, se acerca a mi y me sube al mueble, le muestro mi mano y está toda roja, claro, pero porque además soy demasiado blanca.
-¿De verdad estás bien?
-Si. Mira.-coloco mi mano en su abdomen, y lo comienzo a tocar por todo el torso.
-Vale vale deja ir a terminar de bañarme.-Adam me aleja con un brazo y se va alejando poco a poco de mi y acercandose al baño.
-Ehhh? ¿Por qué te alejas?
-Debo terminar de bañarme Debi.
-Ouu, seguiré cocinando.
-No te quemes de nuevo. Ocupa los guantes.
-Esos son para el horno, addy.
-Te dije que eso suena a apodo de mujer.
-Qué importa, es lindo.
Adam me guiña el ojo y se va al baño, yo termino de preparar la comida. ¿A ésta hora no se debería comer pan y té? Que importa.

-¡Está listo!
-Entendido capitana!
Adam viene rápidamente a sentarse a la mesa y le sirvo su plato. Fideos con camarones y salsa blanca.
-Dijiste que serían con vienesas.
-Pues me lleve una buena vista así que ten tu premio.
-Entonces para la próxima me desnudo.
-Sería genial.
Comemos tranquilamente mientras nos contamos cómo fue nuestro día. Luego Adam limpia los trastes mientras yo desocupo y limpio la mesa.
-Ahora es mi turno de bañarme.-Me dirijo al baño y cierro la puerta. Saco dos toallas desde el mueble de batas y toallas. Y me cepillo los dientes. Luego me quito la ropa y me meto a la ducha.
El agua tibia se siente exquisita. Me enjabono el cuerpo, y tiene un rico aroma a chocolate.
-Debiiiii!!!
Adam? Salgo como puedo de la ducha, agarro una toalla y me la envuelvo al cuerpo y al salir me resbalo y caigo de espalda, sobre mi trasero. Con las piernas abiertas.

Adam esta con los ojos como platos, sentado tranquilamente acariciando a Záfiro.
Cierro las piernas y al intentar pararme me resbalo de nuevo. Debí haberme quitado el jabón.

-Hummmm, no pensé que ésta técnica funcionase tan bien.-Adam se acomoda en pose de pensador.-Que buena vista.
-...-me arrastro hasta el baño, y cierro la puerta de una patada. Me levanto al llegar a la alfombra, y termino de bañarme.

Al salir, Adam está en pijama, con lentes, leyendo 50 sombras de grey.
Su cabello moreno cae sobre su cara, casi llegando a su nariz. Y en la parte de atras, pequeños picos se le hacen. Parece como si hubiese ido a la peluquería. Su pijama consiste en una camisa que se acomoda perfectamente a su cuerpo, y lo suficientemente transparente como para hacer notar su físico de modelo francés. Me derrito. Sus pantalones a la cadera, se ven tan provocadores.... Adam siente mi presencia y me sonríe.
-Ven.
Camino hacia la cama, y me acuesto a su lado. Apaga la lámpara que se encontraba en la mesita de noche. Y me abraza.
-Buenas noches, princesa.
-Buenas noches Adam.
Con el buen olor que tiene su piel, caigo en un profundo sueño.

Me despierto con la luz que entra por las ventanas. Adam no está a mi lado. Y en su lugar, hay una nota.
"Lamento no poder despertarte con un beso. Pero Tiana me ha llamado diciendo que tiene un problema y he debido ir. Te llamaré en cuanto pueda. Te amo."

No es que esté celosa. Pero de repente se me fueron todas las energías del cuerpo. Mi cabello despeinado y aun así no enredado, cae por mis hombros y mi cara. Una de las tiras de mi blusa de dormir se resbala por el hombro. Y con una patada boto las blancas frasadas de la cama. Me vuelvo a acostar.

Nunca me ha mostrado a su compañera, siempre que ella lo llama se va corriendo. Siempre que ella le envía un mensaje, deja de lado lo que hace para responderle, incluso cuando me besa.
¿Será linda? ¿Tendrá los ojos más grandes que yo? ¿Será más linda que yo?
Záfiro entra en la habitación y se acurruca debajo de mi brazo.
-Al parecer estaremos solos, Záfiro.

Creo que no ha pasado ni media hora, pero me encuentro tomando helado con mi gato, viendo películas de terror.
De vez en cuando Záfiro da pequeños saltitos. Y se esconde detrás de mí. Es mi único amigo.
Me paso toda la tarde así. Y cuando siento la puerta, no me paro a recibirlo.

-¿Debora?

Que inmadura...

Problemas De una Chica EnamoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora