Cuarenta y nueve cartas.

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ATENCIÓN, NECESITO HABLARLES DE ALGO.

PUSE A PARTICIPAR ESTA HISTORIA (PIENSO QUE POR INTENTARLO NO PIERDO NADA)  Y PIDO QUE POR FAVOR VAYAN A VOTAR  CUANDO SALGA PARA HACERLO, CLARO.

TIENEN QUE IR A ESTA HISTORIA

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Y COMENTAR CON EL HASHTAG

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POR FAVOR, NO OLVIDEN EL HASHTAG, SI NO, NO CUENTA EL VOTO.

SE LOS AGRADECERÍA HASTA EL INFINITO DE MI SER SI LO HACEN.

BUENO, ESPERO QUE ME AYUDEN ^^

¡LOS QUIERO!

YO LES AVISO CUANDO ESTÉ PARTICIPANDO.

OTRA VEZ GRACIAS!!!!



Mamá, papá.

(La letra estaba casi ilegible, el papel volvía a tener una sustancia sobre él)

Siempre me decíais "nadie te hará daño, nada te alejará de nosotros".

Pero papá.

Pero mamá.

Al final si que ocurrió.

Estoy solo.

Estoy roto.

Estoy prácticamente muerto.

Ya no sueño, ya no pienso.

Mis metas y esperanzas se fueron con cada una de las personas que quería.

Soy un cuerpo sin alma.

Lo que estoy haciendo no es sano, todo el rato pensando en lo mismo, estancado en mi propio agujero y ahogándome en él.

Pero no puedo controlarlo.

Mi mente se ha adueñado de todo mi ser.

Al fin y al cabo, nada mata mas rápido a un hombre que su propia mente.

Lo único que me mantiene aquí es el miedo, y no sé de qué.

¿A qué debería de temer?

Ya perdí todo lo que quería.

¿Entonces, por qué una parte de mi aún no se quiere ir?

Ahora solo me queda esperar.

Con las largas y oscuras noches sin dormir.

Con los dañinos y fríos pensamientos.

Con las millones de pastillas y otras cuantas botellas.

Tal vez...

Aún hay algo dentro de mi que no se da por vencido.

Tal vez sean los buenos tiempos de cuando era pequeño.

O los momentos que pasé cuando estaba con vosotros.

O de que volveré a ver esos ojos achinados que tanto me gustaban.

Pero sé que eso no pasará, no se porque sigo luchando.

Me doy pena yo mismo.

(Detrás de la carta, estaba escrita una pequeña frase en la esquina de esta, casi pasa desapercibida a la vista de cualquiera)

Mamá, papá...
Sé que seguiré vivo.

Si, me mantendré vivo por vosotros.


(Sus ojos no podían más, ardían de tantas lágrimas que habían caído, su nariz estaba completamente enrojecida.

En su pecho crecía un sentimiento que llevaba desparecido quien sabe cuando.

Agarró el papel y lo dejó donde estaba.

Pero...)

Querida Mami (Joshler)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora