Un Amor Para Rachel.

Capítulo 07

Tomo una manzana del frutero y le doy un mordisco. Vuelvo a poner mi atención en el ordenador e ingreso la palabra en el traductor: Gineta.

Aprieto los labios al ver que la traducción de Gineta es Gineta.

—La respuesta no está en el traductor —me informa una voz masculina mis espaldas. Me sobresalto y mi única acción es minimizar la página.

Escucho una risilla por su parte y gruño. Me rodea, llega hasta la isla y no dice nada más. Lo miro con los ojos entrecerrados, sintiendo unas terribles ganas de decirle que no estaba buscando nada.

—La palabra se ha escrito sin querer.

—Se ha escrito sola, claro está.

—Porque yo no tendría curiosidad.

—Por supuesto que no.

—Y no me interesa saber que significa.

—Nada de interés.

Se gira hacía mí y veo una sonrisa vacilante en sus labios, pero más que vacilante, parece una burlona. Suelto un gruñido y eso provoca que él sonría aún más, las pecas en su rostro parecen multiplicarse. Bajo mi vista y noto que lleva pantalones cortos negros, una camiseta de mangas multicolor y holgada, y no puedo evitar quedarme viendo sus brazos y la forma en que se hinchan cuando los pone detrás de nuca haciendo que flexionen.

—¿Me tomas del pelo? —pregunto, volviendo abrir la paginas, pero esta vez pongo en el buscador; Gineta.

—Para nada.

Levanto la vista y noto que tiene una vena muy marcada que se extiende por su brazo izquierdo, sin embargo no ponerle mucha atención, volviendo la vista al ordenador. A Summer y a mí Summer nos han gustado los chicos con los brazos, manos y el cuello llenos de venas marcadas. De algunas es atractivo, ¿Cómo es que hasta ahora me doy cuenta?

»La gineta, jineta​ o gato almizclero es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los vivérridos, la única de esta familia que se puede encontrar en Europa...

Dejo de leer viendo la imagen de un gato con ojos grandes y cara de zarigüeya. Levanto mi vista hacia Matthew.

—¿Me has llamado como un horrible gato? —le espeto, cerrando el ordenador de forma delicada.

—Lo has averiguado.

—Pues obvio que sí —digo, volviendo a ser borde—. ¿Qué sucede contigo? ¿Por qué me dices Gineta?

—Porque es un mote muy mono, ¿No crees?

Parpadeo un par de veces confundida, viéndolo con el entrecejo fruncido. Él camina hasta la mesa y flexiona su brazos sobre está, esos movimientos no me pasan inadvertidos.

—Espera, dame un segundo. ¿Desde cuándo tenemos la confianza para que llames como un animal?

—Desde que tienes las misma actitudes que la Gineta. Además te queda, Gineta.

—¡No me llames Gineta! —exclamo, provocando que él se ría. Lo fulmino.

—He notado te dices Chipeti —dice con absoluta seguridad.

—Chipito —le corrijo.

—Chipito, claro, pero yo quiero mi propio mote.

—Mi nombre es Rachel.

Él ignora lo que digo y sale de la cocina. Pongo los ojos en blanco, miro la hora en mi teléfono y descubro que tengo dos mensajes de mamá, donde me dice que no volverá temprano y que no la espere. Frunzo el ceño, mamá está saliendo muy seguido y muy bien arreglada y eso es súper raro, puesto que significa una sola cosa; está saliendo con alguien y que Emma Hill salga con alguien es de lo más extraño del mundo.