Realmente ya no espero nada de tí. Debo decir que al principio esperaba que volvieras arrepentido y te dieras cuenta del enorme error que habías cometido al irte con otra, creí que abrirías los ojos al darte cuenta de que no hay nada que reemplace al verdadero amor, a la ternura de alguien que toma de la mano en todos los momentos difíciles, en aquellas circunstancias en las que uno mismo pierde el valor para seguir avanzando y se necesita de alguien que te de soporte para seguir adelante.
Francamente no estaba segura de sí a pesar de tu regreso sería capaz de perdonarte, pero al menos quería creer que eras lo suficientemente inteligente para darte cuenta de tu error, pasaron los días y no apareciste y poco a poco fui perdiendo la esperanza de que te dieras cuenta, después simplemente me dediqué a tratar de olvidarte, el tiempo, los amigos y el trabajo fueron los ingredientes necesarios para que tus recuerdos poco a poco se fueran disipando, como el humo con el tiempo se va, se puede decir que estoy completa de nuevo, mi sonrisa ya no se ensombrece cuando me pregunta por tí.
Pero también estoy segura de que la vida siempre ajusta las cuentas, quizás sigas feliz porqué no te ha tocado de momento alguna situación que te envuelva en debilidad, pero en algún momento llegará, porqué la vida es así, a veces estás arriba y a veces te toca bajar, todos siempre quieren estar a lado de alguien que brilla, que está seguro de sí, que tiene buena actitud y que es feliz, pero cuando te toque vivir algún problema serás ese cachorrito atemorizado que me tocó conocer, y cuando pase verás que la mayor parte de las personas que ahora te acompañen se irán, porque en la necesidad y en la enfermedad es cuando se conoce a los verdaderos amigos, a los que de verdad te aman.