Muchas veces pasa que después de una mala experiencia comienzas a preguntarte si en verdad existirá una persona para ti, no alguien perfecto, sino alguien que encaje en tu vida, que sea capaz de lidiar con tus locuras, con tus desvaríos, con tus cambios de humor, con esos arranques que una tiene de vez en cuando, además te preguntas si esa persona será capaz de soportar tus otros defectos, y al mismo tiempo que tú seas capaz de soportar los de él, parece tan sencillo pero es realmente complejo que dos mentes, dos cuerpos puedan encajar en armonía, y quiero recalcar que digo en armonía y no en perfección porque eso definitivamente no existe.
Mucho se ha hablado de las cualidades idóneas del hombre que debería ser el indicado para una mujer, pero desde hace ya mucho tiempo me di cuenta que la mayor parte de esos estereotipos no encajan en el hombre que quiero, porque simplemente son tan irreales que creo que tener suerte de encontrarme con alguno así lo sentiría falso, estoy consciente de lo que quiero y a pesar de todo no lo he podido encontrar, o la vida aún no ha decidido presentármelo.
Duele mucho equivocarse al elegir, duele porque se generan lazos entre las personas cuando están juntas, cuando comparten besos, caricias o la intimidad, y después al separarse esos lazos te arrancan un pedazo de piel, él se lleva unos pedazos tuyos y tú te quedas con unos de él, todo para terminar convirtiéndose en el recuerdo del otro, pasamos de ser extraños a íntimos y después a extraños otra vez.
Muchas veces la desesperación se apodera de nosotras cuando vamos de una relación a otra solo para desilusionarnos una vez más, sé que a veces llegar a dar miedo volver a intentarlo, porque en el corazón las heridas cada vez duelen más, cada vez nos hacemos más desconfiadas, cada vez nos cuesta más trabajo entregarnos plenamente, pero de cualquier manera cada vez somos más experimentadas, y cometemos menos errores, así que con cada intento nos podemos estar acercando a encontrar el amor verdadero.
A pesar de todo, por más que me lo he planteado, me doy cuenta que realmente no me veo sola en un futuro, sinceramente para mí el ideal de una familia es demasiado importante, quizás estoy chapada a la antigüita, pero no pienso dejar de intentarlo, cada vez con más cabeza, cada vez tomando en cuenta más factores, pero al final no me detendré hasta que me salga bien.