10.

6 0 0
                                    

Lamento decirte que no podrás volver a mirar mis ojos, o tal vez vuelvas a hacerlo pero no encontrarás el mismo brillo que hace un año encontrabas cada vez que te tenía frente a mí. Sí, hoy comenzarás a ver a la chica en la que me convertiste con tu indiferencia, desamor y juegos fingiendo quererme; llenándome de hermosas ilusiones que hoy decido dejar atrás al igual que a ti.

Hoy en día, después de tantas derrotas a tu lado, lo único que logro sentir es arrepentimiento de haberte amado de la manera que lo hice; de haberte puesto en un pedestal dónde no merecías estar; por haberte puesto sobre todas las cosas, sobre todas incluso sobre mí misma.

Pero bien dicen nunca es tarde para darte cuenta de los errores. Tal vez para el día de hoy yo ya perdí un año de mi vida amándote como loca, esperando de ti todo y recibiendo nada al mismo tiempo, queriéndote olvidar, pero cada que trataba volvía a toparme con tu mirada que desde un principio me ha enloquecido por completo; por ese caminar único que sólo tú posees; por esa voz varonil que jamás he escuchado de otros labios que no sean los tuyos. Pero especialmente por tu egoísmo, eso que no te dejó ser el "hombre" de una sola mujer.

Me hace daño echarte de menos de la manera en que lo hago; me hace daño quererte como lo hago; me duele seguir con la esperanza de que un día te darás cuenta de que puedo ser todo lo que desees para ti. Con tus desprecios una y otra vez has logrado alejarme de ti poco a poco, aunque no te mentiré, aún te quiero, tal vez no con la misma fuerza de antes, pero sí con la misma esperanza de que recapitularas tu daño.

No sabes lo triste que se siente saber que amas a alguien que sólo recuerda tu nombre cuando le conviene, incluso cuando estoy aquí esperando por ti y tú estás allá fuera conquistando a alguien más.

Tanto tiempo que me mentías en la cara y yo poco a poco te iba queriendo más y más sin darme cuenta. De haber sabido que todo ésto con el tiempo se convertiría en un desgaste o en mi peor tortura, créeme que jamás me hubiera acercado a tí.

Odio quererte y necesitarte de la manera en que lo hago. Cuando se trata de ti, me vuelvo dependiente de un solo amor: El tuyo. Nunca te pregunté si me querías porqué sabía cuál sería tu respuesta. Tú dirías, "Lo siento, te amo, pero no de la misma manera".

No quiero seguir en tu juego, no quiero seguir siendo parte de tus falsas ilusiones, no quiero seguir siendo tu presa más débil. Perdóname, pero ésta vez la que se aleja soy yo; ésta vez soy yo la que necesita probar los besos de alguien más. Soy yo la que huye de ti.

Y aunque a veces paso mis noches en desvelo pensando en ti, mientras tú probablemente te desvelas con alguien más, jamás me atreveré a maldecir el día en que te conocí, porqué desde ese día conocí la adrenalina de querer a alguien con locura, pero también el miedo de perder a esa persona.

Por último, querido amor, déjame decirte algo más: Dejé caer una lágrima en el mar. El día que la encuentre, será el día en que deje de quererte.

Huellas del almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora