-¿No vas a ir?
- No.
- ¿Estás seguro? Va a ser la última oportunidad de visitar tranquilo a tu familia y amigos antes de debutar. Me lo pensaría, Shinnie.
Sus otros compañeros de banda, ahora renombrados como Baro, Sandeul y Gongchan, habían marchado a primera hora de la tarde a sus casas. Jinyoung se había quedado a firmar unos papeles con el CEO y él se había quedado en la sala de prácticas, haciendo que hacía, indeciso. El último bus hacia su pueblo salía en hora y media y estaba ahí, con el macuto en mano, incapaz de decidirse si ir el fin de semana a casa o quedarse en Seúl.
Las últimos cuatro meses habían sido un infierno para él. Por supuesto que pensó en lo que le había dicho Jooyoung. Lo había pensado hasta volverse loco. No sabía cómo solucionar el problema. Ahora se maldecía por haber sido tan cobarde y haberle dejado ahí, solo, con la palabra en la boca, incapaz de entender que su mejor amigo, su amor imposible, se le había declarado ahí, en medio de la calle, en Seúl. Intentaba justificarse diciéndose que lo hacía por el bien común, por el de los dos. Pero era mentira. Era su maldita cobardía, el miedo a que si lo intentaban de verdad y sus familias lo descubrieran lo que realmente lo mataba.
- ¿No sabes nada de él?
- No.
- ¿Has intentado ponerte en contacto con Jooyoung?
- Sí, pero no me devuelve las llamadas ni los mensajes.
- Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña.
- ¿Qué quieres decir, Jinnie?
- ¡Que es la hora que muevas ya el culo! Pelea por él.
Ahí el otro motivo por el cual no había hecho nada en esos meses, salvo morirse de angustia, dolor y desesperación. Tal como le advirtió Jooyoung, Jinyoung fue con él a Japón con más de un motivo en mente. No había pasado ni una semana de lo de Jooyoung, cuando Jinyoung se le declaró. Fue una de las experiencias más traumáticas de su corta existencia. No había mentido a Jooyoung cuando afirmó que quería a Jinyoung, pero no de la forma que él malinterpretó y que fue incapaz de convencerle de lo contrario. Tal vez parte de lo que salió mal, de lo que le asustó, fue que jamás había visto a Jooyoung así: colérico, intolerante, celoso, incapaz de escuchar cualquier razón... Y jamás, nunca, le había agarrado y le había hecho daño físicamente, de la forma en que lo hizo aquel día. Huyó porque no quería enfrentarse a alguien que no conocía. Con Jinyoung no pudo huir a ninguna parte. Solo maldecir y lamentarse sobre por qué no podía corresponderle. Pero a diferencia de Jooyoung, Jin sospechó lo que pasaba y le escuchó. Entonces fue cuando, en aquel país lejano, extraño a su cultura, en la que estaba atrapado con una sola persona, fue capaz de liberarse, de ser él mismo por primera vez en su vida. Fue capaz de confesar (y aceptar en voz alta) lo que llevaba años callándose, enterrando en lo más hondo de su ser. Jinyoung le sorprendió, gratamente. De hecho, en la dolorosa ausencia de Jooyoung, Jinyoung era quién le apoyaba, quién le animaba, quién le aconsejaba... Y desde aquel día había intentado ponerse en contacto con Jooyoung. En casa no estaba y el móvil en Seúl nunca estaba operativo.
- Ve, Dongwoo. Inténtalo. Coge el maldito bus.
La voz de Jinyoung aún le martilleaba en la cabeza. Por supuesto que había cogido el bus y había pasado las tres horas más angustiosas de su vida (si es que aún no había pasado suficiente angustia), encogido en el asiento, nervioso, por la decisión que acababa de tomar.
Tras saludar y cenar con su familia, dijo que había quedado con unos amigos y salió hacia el centro. Una vez ahí, torció en dirección a casa de Jooyoung. Cuando llegó a la esquina de la calle, desde la que se podía ver el precioso jardín que la señora Kim cuidaba aún con mimo, como lo había hecho todos estos años, sintió la necesidad frenética de haberse traído el paquete de cigarros con él. Pero no lo había traído porque llevaba cuatro meses sin fumar. La compañía le había pedido que dejase ese vicio si quería tener una larga carrera con su principal instrumento de trabajo: su propia voz. Además, los demás compañeros le habían echado una mano y los que sabían del tema (Sandeul, que parecía su compañero de desgracias en todo lo que tenía que "cambiar" antes de debutar, y el propio Jinyoung lo había dejado ya hacía un año atrás), se habían esforzado en ayudarle completamente.
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I'll Be your friend Bro... Forever and Always
FanfictionJooyoung y CNU de B1A4 han logrado hacer sobrevivir su amistad a lo largo del tiempo, pese a la distancia y al escaso tiempo que tienen para verse, desde que se conocieron en el instituto. Pero... ¿cómo nació esta amistad? ¿Siempre ha sido idílica...