"No ha de decirse.
No ha de notarse.
Pero el destino sellado.
Es para estar llorando."
Las dríadas son las hadas que se localizan en los bosques. Se predispone que su vida gira en torno al tiempo de vida del árbol que reside. Son hermosas, frágiles y consideradas como las ninfas de los bosques. En innumerables ocasiones, se ha dicho de ellas que reflejan rayos de color dorado en sus ojos cuando se aparecen a los seres humanos. Las dríadas suelen cantar, aunque sus cantos se pueden confundir con el ruido que provoca el viento al agitar las hojas.
Jacarandá era una de ellas.
Cuando vio por tercera vez el cielo estrellado desde la copa de su árbol una voz le hablo.
Era Ra.
Ra es un elfo del bosque, esta especie de elfo se mantiene en armonía con el entorno natural.
Viven en profundos y densos bosques en compañía de criaturas como búhos o leopardos. También se les conoce como elfos silvanos y son similares a los elfos nocturnos los cuales eran los habitantes originales del mundo.
-Jacarandá -menciono el pequeño elfo.
-¿Qué pasa? - dijo el ser lleno de flores entre todo su cuerpo.
-El espíritu.
-¿Qué pasa con él?
-Se ha escapado.
-¿Cómo? -ella no podía creerlo.
-No sé -menciono el ser de orejas puntiagudas.
-Sabes bien que nadie puede escapar de estas tierras, no hay forma.
-Él lo logro.
-Solo la madre naturaleza sabe, ¿Estás seguro?
-Completamente.
-¿Y eso?
-No siento su presencia.
-¿Eres el único que lo sabe?
-Sí.
-Pero también puede que las brujas lo hayan capturado para sus hechizos.
-Tienen prohibido hacer eso después de haber engañado a las sirenas con lo de las colas de pescado.
-Ya se me olvidaba...
Jacarandá dejo de mirar sus ojos azul claro para ver las brillosas luces blancas del cielo.
°
Tomé las llaves del policía, y me liberé de las cadenas antes de salir y corrí lo más lejos posible.
Cuando me sentí segura de que nadie me seguía me senté en una roca.-¿Acaso no me dirás "Gracias"?
Reconocí la voz, era la misma que escuche en el juicio.
-¿Cómo lo hiciste? -pregunté.
- ¡Hay gracias por haber hechizado a los demás, no hubiera sabido que hacer sin ti! ¡Qué ingenioso desmayarlos con el olor dulce! ¡De nuevo gracias!
Onnix menciono tan irritante.
-Gracias Onnix, no te hubieras molestado, pero enserio no hubiera sabido que hacer sin ti, de nuevo gracias -dijo Acirema con un alto sarcasmo.
-Sabía que lo dirías -Onnix se sentó enfrente de mi
-¿Cuál es el plan cabeza magenta?
-No sé.