13. Una semana

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-¿Familiares de Hallie Dooley?- dice un doctor entrando en la sala de espera. Ya llevamos dos horas esperando noticias.

-Nosotros- dice Tom mientras nos acercamos al doctor.

-La situación de la paciente es delicada, ha entrado en estado de coma.

-¡Dios!- susurra mi madre

-¡Mierda!- masculla Tom.

-¿Coma?- pregunto incrédulo

-Así es, gracias a Dios no tiene ningún órgano dañado, solo tiene unos golpes fuertes en el abdomen, piernas y una costilla que estuvo a punto de fracturarse- juntó sus labios- y está bajo estrés. Es una chica fuerte, tiene un organismo saludable ¿Usted es su madre?- le pregunta a mi madre.

-Yo estoy a cargo- dice Tom.

-Un momento quisiera hablar con usted- lo lleva a un lado.

-En coma- susurro- Mamá está en coma- ella mi mira triste.

-Despertará pronto mi amor- me abraza y unas lágrimas resbalan por mis mejillas, se separa de mi y me limpia las lágrimas-¿La quieres?

-Demasiado- confieso.

Sonríe triste y me vuelve a abrazar.

-Tenemos que esperar a que reaccione- dice Tom llegando con nosotros.

-Traeré café- dice mi madre para irse.

-¿Para qué te llamó el doctor?- nos sentamos.

-Tiene cortes, ¿lo sabías? Ella se corta, tiene cortes en la parte superior de la pierna y brazos- asentí.

-Ella...no sé por qué lo hace...supongo que es una forma de sentirse aliviada- suspiro y Tom hace una mueca.

-Mañana por la mañana podremos verla- asentí.

-Bien.

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-¿Quién será el primero en verla?- pregunta la enfermera.

-¡Yo!- rápidamente me pongo de pie.

-Muy bien joven, acompáñeme por favor- sigo a la enfermera por un pasillo blanco, el olor de la medicina me da nauseas- Adelante- me abre la puerta, susurro un "gracias" y la cierro.

Y ahí está ella. Me acerco a su lado e intento no llorar. Su rostro había perdido color, sus labios están resecos, tiene unos pequeños golpes en la cara. Sus brazos, con cables que conducen la medicina a su cuerpo, y con cortes, tiene tantos cortes en él que dejarían en vergüenza al gato más agresivo.

-Hallie- susurro y entrelazo nuestras manos- Tienes que  despertar- acaricio su rostro- Ya nos diste un buen susto- río triste- Por favor- dejo escapar unas pequeñas lágrimas- Despierta- acaricio su cabello- Eres fuerte, enana- aprieto los labios para no dejar escapar ningún sollozo- Despierta- susurro acercando mi rostro al suyo-Tengo tantas cosas que decirte- apoyo mi frente sobre la suya- Tantas cosas que confesarte- junto mi nariz a la de ella, a unos pocos milímetros de sus labios- Despierta, abre los ojos, mírame...bésame- susurro y me separo de golpe- Ay no- separo nuestras manos y me limpio las lágrimas- Espero que no hayas oído eso- me rasco la nuca- Más personas quieren verte- sorbo la nariz- pero no me iré, vendré a verte a cada momento- le doy un lento y suave beso en la mejilla- Te quiero.

Antes de salir de la habitación le eché una última mirada a Hallie, y no, no despertó, seguía en la misma posición.


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