15. Hallie

13 2 1
                                    

2 años y algunos meses después...

Lueg o de mucho tiempo puedo afirmar que el amor lo puede todo.

¡Hallie y yo somos novios!...Hemos pasado tantas cosas juntos.

Durante este tiempo en mi vida se han ido personas tan especiales dejando un gran vacío, y otras haciéndonos un favor...pero dejemos de lado ese tema.

Hoy es año nuevo y hoy es un día especial porque le pediré matrimonio a Hallie.

Estoy muy nervioso, en primer lugar porque temo que encuentre el anillo y arruine la sorpresa, y luego por su respuesta...pero para eso todo tiene que salir a la perfección.

-¡Hoy es el gran día!- Gae me empujó de el sillón.

-Gracias por despertarme- dije irónico mientra sobaba mi cabeza.

-Para eso están los amigos- me dio un lapo.

Como lo quiero...

-¿Dónde está Casie?- me puse de pie.

-Con Hallie- sonrió.

-¿Y tú para cuándo?- lo molesté y su cara cambió.

-¡Dobby es un elfo libre!- gritó yendo a la cocina, reí.

***

-¿No tienes miedo?

-¿De qué?- me miró confundido.

-De ser papá- sonrió.

-Claro que sí- suspiró- pero creo que seré un buen padre...creo que con Jay hice un buen trabajo- cerró los ojos.

-Hiciste un excelente trabajo, no lo dudes- cerré los ojos al recordar cómo fue que murió Jay.

.


.


.

 Las manos me temblaban, no podía abotonar mi camisa. Luego de varios minutos pude abotonarla. 

Me senté en la cama de Gae y recordé la última frase que escribí en el libro en blanco que Hallie me regaló, cabe resaltar que ese libro ahora está lleno de letras y borrones, con una historia incompleta.

-¡Tarado!- gritó Gae tocando la puerta, regresé a la realidad. 

-Pasa.

-¿Ya está todo listo, Zahid?

-Sí- sonreí nervioso- tengo mucho miedo, ¿crees que Hallie me golpee?¿Y si dice que no?- mis manos empezaron sudar.

-Ella te ama, claro que dirá que sí- sonreí. Ella me ama. -¿Ya guardaste el anillo?- toqué el bolsillo de mi chaqueta.

-Fue lo primero que guarde-saqué el pequeño estuche de terciopelo.

-Hallie acaba de salir- dijo Casie entrando a la habitación, mis nervios aumentaron.

-¿Sospecha algo?- tragué saliva.

-No, Zahid, tranquilo- me sonrió y vi a Gae sonreí mientras miraba su vientre.

-Ya vamos entonces- hablé, pero aún no quería salir de esa habitación.

Bajamos al estacionamiento y me detuve de golpe.

-Esperen- susurré y ambos me miraron atentos-¿Y si dice que no?- rodaron los ojos- Necesito unos minutos. Empecé a caminar en círculos, creí que quedaría mareado.

FreedomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora