1. Dolores Desconocidos

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POV CHRISTIAN

Estoy en Grey House, todo él día fue rutinario, igual que la mayoría de éstos, reuniones con inversionistas, llamadas para expandir mi imperio a más países, sólo hubo una cosa fuera de lo común, que me ha dolido horrores la cabeza, no es lo normal en mí.

Mandé a Taylor con unas pastillas, es que no aguanto las malditas puntadas que me dan, quiero avisarle a mi madre pero a la vez no quiero preocuparla. Cuando entra mi guardaespaldas con lo que he pedido, detrás de él llega la chismosa de Andrea, mi secretaria. Digo chismosa por que ella es la que le cuenta todo lo que hago o no a su prima, de mi ex novia y prometida, Leila, una maldita puta que me abandonó en el altar hace dos meses, ¿Por quién me dejó plantado? Por su jefe, un tal llamado José Rodriguez, un pedófilo que tiene antecedentes de manosear a sus empleadas, en fin entre basuras se deben llevar bien.

Volviendo a lo que tengo en frente, quiero despedirla pero dejando de lado el lleva y trae que hace con mi ex, en la empresa hace un buen trabajo. Tomó la pastilla que me da Taylor y recibo el agua también, tengo más reuniones y con este dolor no podré hacerlas.

— ¿ Va a ir al médico señor Grey?

— No Taylor, por el momento no.

Me mira con duda, pero no dice nada sabe que tiene que respetar mis decisiones, por nada soy su jefe.

Andrea mira atenta cada movimiento, seguro en cuanto salga a la reunión llamará a Leila y le dirá que me estoy muriendo, como es esa maldita víbora es capaz de venir corriendo sólo para ver si saca alguna tajada de dinero, por que eso era lo único que le interesaba, quiero verle la cara cuando se enteré que ese editor de quinta no tiene donde caerse muerto.

— Andrea — la llamó.

— Sí señor Grey ¿ qué necesita?.

— Quiero todos los informes listos en sala de juntas, el acuerdo con los españoles tiene que salir a la perfección, un error cómo el anterior y estás despedida — le advierto, la vez anterior casi regala la mitad de mis acciones a unos alemanes, casi la mató.

— Está todo en orden señor Grey.

— Eso esperó.

Voy hacia la sala de juntas, allí esperan los empresarios españoles, mi padre que es el abogado personal y de la empresa, también se encuentra Elliot ya que me servirá de traductor, ya que yo sólo se hablar francés al igual que Mía.

— Christian ¿ Cómo estás hijo? — dice mi padre, me abraza al separarse se mi me mira atentamente — Estás pálido —

— Te debe parecer no más, estoy bien padre — me separó de él y saludo a mi hermano, otro que me mira dudoso.

Me salva del interrogatorio uno de los ejecutivos, que me pregunta acerca de hace cuanto levanté mi imperio. Elliot empieza a traducir y contar la historia de como fundé la empresa a mi edad de veintiuno con él apoyo capitalista de mi abuelo Theodore, otro gran empresario de los Estados Unidos.

Gracias él me salve de una grande, porque la que andaba detrás mío era Elena Lincoln, ella es amiga de mi madre, pero a cambio del préstamo de dinero quería favores sexuales, cosa que no iba hacer por el simple hecho de que me da asco.

A los minutos, comienza la reunión en sí, quiero plantar una sucursal en España, estos hombres delante de mí, me ofrecen una empresa a punto de fundirse, que sólo necesita un inyección de varios millones, para eso llegó yo, cambiaría el nombre de la empresa conservando el directorio y empleados, ésto sería muy gratificante a los hombres frente a mí, ya que quedarían de igual forma en su empresa familiar.

Cuando firmamos el acuerdo, los españoles comienzan a despedirse y retirarse. Mi padre está guardando los papeles correspondientes, me voy a acercar a él cuando siento una gran puntada y mareó. Mi hermano parece darse cuenta por me sostiene del brazo antes que me caiga desplomado.

— Christian hermano, ¿ Qué sucede?

— Me mareé de golpe.

— Vamos al hospital.

— No, ya se me pasará.

— ¡Ni una mierda! Ya vamos al hospital y no se diga más — me reta mi padre y no me queda de otra, parezco un niño.

***

Vamos de camino al hospital, Taylor está al volante, mi hermano de copiloto y mi padre al lado mío hablando con mi madre. Las puntadas y mareos son cada vez más frecuentes, al cerrar los ojos para tratar que se calme, veo unas especie de estrellitas, parece que ya alusino.

Llegamos al estacionamiento del hospital donde trabaja mi madre, con ella está una mujer que no logro prestar mucha atención por qué el dolor me obliga a cerrar los ojos.

— Christian, cielo — escuchó a mi madre y su vos es acompañada por sollozos.

Siento que me suben a una camilla y está la mueven seguramente hacía emergencias. Veo las puertas de estás y el dolor cada vez en más insoportables, hacen que me agarré la cabeza con mis dos manos, siento mis mejillas húmedas y ahí me doy cuenta que estoy llorando.

Unos ojos azules aparecen delante de mí, unas suaves manos toman mi cara y seca mis lágrimas. La diosa de ojos azules que tengo delante de mí me habla, su vos es tan dulce, por primera vez dejó que esa dulzura me envuelva y que los demonios del pasado salgan volando y se vallan al infierno...

— Estarás bien, te lo prometo, yo te curaré...

SÁLVAME Enamorándome [F50SOG]  COMPLETA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora