SÁLVAME Enamorándome [F50SOG] COMPLETA

15. EL AMOR LO PUEDE TODO

José le dispara sin remordimiento alguno a Leila dejándola agonizando tratando de sobrevivir...

— Eso te ganas por perra interesada — escupe con burla José mientras Leila con lágrimas niega y trata de hacer presión en la herida.

— Ayuda — susurra alzando su mano buscando un poco de humanidad en ese ser asqueroso y despiadado que fue parte de su vida en su momento.

— Adiós querida — sonríe con malicia esparciendo rápidamente un poco de gasolina que trajo para salir de apuros, mientras enciende un cerillo y la lanza sin remordimiento alguno al lado del cuerpo ya inerte de Leila.

Toma entre sus brazos a la bella Anastasia, a la cual desea desde el primer instante que la vio, la monta a su auto arrancando, toma camino hacia una casa pequeña y segura no muy lejos de allí.

POV ANASTASIA

Me siento mareada y muy desorientada, me muevo lentamente sintiendo unas sabanas bajo mi cuerpo, me incorporo mirando mi entorno y no reconociendo nada de lo que veo.

— La bella Ana despertó — esa voz ronca y repulsiva.

— ¿Qué ha pasado? — pregunto en un susurro recordando su disputa con Leila.

— Que te puedo decir — camina lentamente hasta donde me encuentro, haciendo que retroceda — Mate a Leila y la queme junto a la casa — sonríe como si nada, produciéndome más miedo del que ya tenía.

— Dios... — susurro horrorizada tapando mi boca.

— Ahora que la molestia no está, podremos ser felices juntos — sonríe con morbosidad mirando mi cuerpo con descaro.

— Por favor... no — pido corriéndome hasta el respaldar de la cama, pero mi cuerpo está débil y temo no lograr pelear.

— No te niegues, porque de una u otra forma serás mía — se encoje de hombros jalando mis brazos atrayéndome a su cuerpo — No sabes cómo te deseo — lame mi mejilla provocando unas fuertes ganas de vomitar.

— ¡No! — lloriqueo tratando de luchar contra él.

— Oh si, preciosa — gruñe tomando mis manos por encima de mi cabeza con una mano y con la otra tocando mi cuerpo de forma brusca y asquerosa.

Lucho con las pocas fuerzas que me quedan mientras rasga mi blusa y baja mis pantalones arañando mi piel en el proceso, forcejeo con lo poco que me queda, porque no quiero esto, pero un fuerte dolor me atraviesa la parte baja del vientre.

— ¡Mierda! — habla horrorizado José mientras me mira las piernas y la verdad ya no puedo más — ¡Maldición! — jala su cabello, esa es la última imagen antes de que mi mundo se oscurezca...

(...)

Escucho murmullos pero no logro identificar mi entorno.

— Soy Christian Grey y ella es mi novia... no sé que le paso — escucho a lo lejos a José que intenta hacerse pasar por mi hombre...

Abro con mucha dificultad los ojos y logro ver que tuvo la decencia de traerme a urgencias.

— Él no es Christian — susurro tratando de hacerme notar llamando la atención de una enfermera que reconozco de inmediato — Hannah — sonrió sintiéndome al fin a salvo — Ayuda — pido llorando viendo como unos oficiales toman a José, separándolo de mí a la fuerza y lo arrestan colocándole unas esposas.

— Tranquila Ana, apenas te vi llegar sabia que ocurría algo muy malo, llame a la policía mientras te estabilizábamos — aprieta mi mano y me siento realmente agradecida — Él idiota te trajo a tiempo, tú y el bebé están bien — sonríe pero me descoloco por lo que dijo.

— ¿Qué... yo... qué? — ¡Dios!

— Estás embarazada Ana — sonríe de forma tranquilizadora — ¡Felicidades! — chilla mientras veo entrar a Grace preocupada.

— Mi niña... que susto nos diste — me abraza con ternura.

— ¿Christian...? — lo busco con la mirada pero no está.

— Tuvo un fuerte shock pero está bien — sonríe tensa y sé que aquí paso algo más.

POV CHRISTIAN

Escucho a lo lejos un bip, que me hace gruñir. Abro los ojos y no reconozco donde me encuentro, me incorporo notando la intravenosa y mi bata ¿pero qué? Y en ese instante todos los recuerdos me llegan, mi nena, no...

— ¡No! — jalo mi cabello entrando en shock.

— Hijo — me llama mi madre, pero niego.

— ¡Ana... no! — arranco la intravenosa importándome poco si me hago o no daño.

— Dios mío... — se horroriza mi madre tapando su boca — Cálmate hijo — pide pero me levanto un poco mareado.

— Ella... no está... ¿Por qué? — lloro desconsolado tirando todo lo que se encuentra a mi paso.

— ¡AUXILIO! — grita mi madre mientras llora y yo solo quiero irme con mi nena.

Veo como entran unos enfermeros en compañía de un doctor pero me niego a que me seden. Forcejeo con ellos derribando a uno y luchando porque me suelten.

— ¡Sedante! — pide el doctor

— ¡No... yo me quiero ir con mi Ana, déjenme! — grito tratando de zafarme pero siento la aguja en mi brazo logrando que todo a mi alrededor de vueltas y en cuestión de segundos me hunda en una fría y desolada oscuridad...

(...)

Mi cuerpo pesa demasiado, me muevo entre las sábanas y me doy de cuenta que sigo en el hospital, todo no fue una maldita pesadilla, fue real, mi nena... Lloro en la soledad de la habitación sintiendo mi mundo desvanecerse.

— Hijo — entra mi madre corriendo a mis brazos besando mi cabeza — Que susto... — me abraza con fuerza.

— Ana, madre... — sollozo en sus brazos sintiéndome perdido.

— Cariño, ella está viva — me sonríe limpiando mis lágrimas.

— ¿Cómo? — siento el alma volver a mi cuerpo.

— El cuerpo encontrado era el de Leila — aprieta mi mano de forma tranquilizadora — Ana está bien, se encuentra internada en el hospital — sonríe y por Dios mi nena está bien.

— Debo ir a verla — me trato de levantar pero mi madre niega.

— Debo revisarse primero, Christian duraste un día inconsciente más medio sedado — me reprende sorprendiéndome.

— ¡Mierda! — suelto dándome cuenta del tiempo que ha pasado.

— Ese vocabulario — me regaña mi madre.

— Perdón — me disculpo con una gran sonrisa porque mi amada está bien.

Después de un minucioso chequeo por parte de mi madre y otro de sus colegas, una discusión para poder ver a mi nena, logre que me llevaran en silla de ruedas a su habitación ya que mi madre me comento que me debe decir algo muy importante.

Llegamos a su habitación y la veo mirando por la ventana desde su cama con nostalgia.

— Ana — la llamo captando su atención haciendo que me mire, mientras sus ojos se cristalizan y me regala una bella sonrisa.

— Christian — susurra haciendo que mi corazón salte de emoción y me dé cuenta que nuestro amor lo puede todo...