Beacon Hills, está en problemas de nuevo y no lograran salir de ese lio sin la ayuda de una bruja y para suerte de ellos, les toco con una bruja muy diferente a las demás con la que pudieron toparse, con la bruja escarlata.
Cuando una serie de ase...
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Deje el pote de helado a un lado y cogí el control para cambiar de canal, últimamente ya no daban algo bueno en la televisión y se volvía aburridor. Mientras cambiaba y cambiaba de canal, una mariposa se puso en todo el centro de la pantalla asombrándome. Mire rápidamente hacia la ventana y esta, estaba cerrada, al igual que la puerta y como tenía el aire acondicionado no tenía por qué abrir alguna de las dos. Y si la mariposa ya hubiera estado en mi cuarto era imposible, la hubiera sentido.
- Isaac –lo llame nerviosa.
Tenía algo instalado en la cabeza que me decía que algo malo estaba por pasar, era como un premonición para algo realmente malo y me daba miedo, mucho miedo.
No obtuve ninguna respuesta, de hecho era como si el ruido de todo el mundo se hubiera esfumado, era como el resto del mundo hubiera desaparecido y no se escuchara algo, solo podía oír mi respiración entrecortada y mi corazón latir aceleradamente. Me levante de la cama y fui a la ventana, a través de esta no se veía nada.
Estaba oscuro y no había nada.
- ¡KHARMA! –escuche la voz de Stiles. Era como si le estuviera pasando algo porque su tono era desesperado.
- ¿Stiles?
Salí al pasillo, llevaba un short corto y la sudadera de Stiles que había pasado cuando encontré al chico muerto en el árbol, se me había olvidado entregársela y ahora ya no lo haría, tenía su aroma impregnado y aunque no lo quisiera aceptar, era tranquilizante.
No se escuchaba nada, todo estaba en silencio.
Comencé a bajar lentamente las escaleras y cuando ya estuve en el primer piso me encontré con todo oscuro, así que tuve que buscar a tientas el interruptor. Cuando ya prendí las luces la imagen que obtuve frente a mi hizo que sintiera como el alma se me iba al suelo, como la respiración se me iba y las lágrimas se me juntaban en mis ojos del asombro y desespero juntos.
Era la abuela, me miraba fijamente y tenía algo que no reconocía muy bien enterrado en el pecho, de su pecho salió sangre, su uniforme de doctora estaba lleno de su propia sangre. Trate de dar un paso adelante pero algo detrás de ella salió, abriéndose paso para que pudiera verlo.
El mismo monstruo que siempre veía, el del rostro deformado, la hermana perdida de Voldermort camino por la estancia y tenía un frasco entre sus manos lleno de mariposas.
Cuando lo destapo estas se abalanzaron sobre rodeándome como remolino, eran cientos y me tapaban la visión. Sus simples toques los sentía como si me quemaran la piel y lo único que podía hacer era tratar de quitarlas de encima de mí.
Abrí los ojos sintiéndome extraña porque ya no sentía nada sobre mí. Estaba en un lugar que no reconocía, era oscuro y tenía un ambiente feo. Frente a mi había una silla tipo odontólogo o algo así, de repente Stiles se sentó en esta y otro chico lo amarro.